‘Breakthrough’: Una emotiva prueba de fe

El ancla emocional del guion de Grant Nieporte (Seven Pounds) es la relación entre Joyce Smith y su hijo adoptivo, John. Antes de que veamos cómo es puesta a prueba por un accidente en un lago congelado que deja al adolescente sin pulso por más de una hora, el filme se da el tiempo de mostrar la relación de modo que registre de una forma veraz. En vez de conformarse con presentar una dinámica típica y predecible de un adolescente que quiere espacio e independencia, la película explora el conflicto interno de cómo la pérdida de sus padres biológicos y el haber sido adoptado, han afectado a John. De la misma forma, Joyce no es presentada como una santa. Su amor maternal es igual de indestructible que su fe, pero el filme evita idealizar esto mostrándole al espectador momentos donde Joyce se deja dominar por su temperamento, sus prejuicios y su desesperación.

El resto de la trama crea el espacio para capturar la complejidad dramática de otras personas que también fueron parte esencial de poder salvarle la vida a John Smith. Esto incluye a Topher Grace como el pastor de la comunidad, Dennis Haysbert como un doctor que está convencido que el joven no va a sobrevivir más de 24 horas después de milagrosamente haber recuperado el pulso, y a Mike Colter como el bombero que tiene su propia crisis de fe después de haber rescatado a John. El trabajo de todo el elenco, acompañado de los detalles veraces que son acentuados por la dirección de Dawson, es donde reside el valor de esta película.

Sin embargo, todo esto se ve atropellado un poco durante la última sección cuando la película sucumbe a recursos superficiales y obvios para tratar de sacarle lágrimas al espectador. Lo otro que resulta bastante problemático es que, en los últimos minutos, la película abandona por completo el punto de vista de Joyce. Resulta admirable que el guion se tome el tiempo de presentar la manera en que el ser “un milagro viviente” afecta a John, pero robarle a Joyce su espacio dentro de ese momento de la historia es imperdonable. Sobre todo cuando se toma en consideración el trabajo sólido de Metz y Ruiz en todas sus escenas juntos.

A pesar de estas imperfecciones, Breakthrough no decepciona a la hora contar una historia conmovedora que le dará al público una catarsis emocional mientras están en el cine y posiblemente los lleve a discutir la temática central de la producción mientras vayan de regreso a sus hogares.