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Manolo Caro, el director del momento, relata su camino al éxito

El creador de ‘La casa de las flores’ habla del proceso de producción y lo que ha aprendido.

Director de cine mexicano Manolo Caro

Noc Noc Films/Cortesía Pantelion Films

El director de cine mexicano, Manolo Caro, comparte su trayectoria profesional después del éxito de 'La casa de las flores' y antes de estrenar su última película, 'Perfectos desconocidos'.

Manolo Caro es la sensación del momento en su México natal. Desde que estrenó su primer largometraje, No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, en el 2013, el director, productor y guionista de cine, teatro y televisión no ha parado de trabajar.

Sus películas Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando y La vida inmoral de la pareja ideal le trajeron gran reconocimiento. Sin embargo, se convirtió en una celebridad tras el éxito de la serie de Netflix, La casa de las flores, para la cual logró convencer a la icónica actriz Verónica Castro de regresar a la televisión.


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A sus 33 años, tiene madurez de pensamiento, gran visión, creatividad y noción de lealtad para quienes trabajan con él.

Hablamos con Caro sobre las próximas temporadas de La casa de las flores y el estreno en Estados Unidos de su nueva película, Perfectos desconocidos, protagonizada por Cecilia Suárez, Mariana Treviño, Ana Claudia Talancón, Miguel Rodarte, Bruno Bichir, Manuel García-Rulfo y el español Franky Martín.

¿Cómo te defines?

Como un contador de historias que ha encontrado diferentes plataformas para realizarlo.

¿Qué plataforma te gusta más?

A cada una le tengo diferente cariño. El teatro, donde inicié, es una pasión, pero me divierte muchísimo hacer cine, porque se va poniendo mejor. Tiras el rodaje, haces una primera edición, vas puliendo sobre la marcha y agregas efectos especiales que terminan armando un proyecto más generoso del que filmaste. Y en la televisión, encontré el mayor de mis éxitos.

¿Visualizas de manera distinta para cada una de esas plataformas?

Sí. En el cine tienes una hora y media para hacer un arco de personajes, de historias, de estructura, y en la televisión puedes navegar entre ambos puntos. Siento que la televisión es más de personajes y el cine más de la anécdota.

¿En qué momento te diste cuenta de que querías hacer cine?

Yo quería escribir; no sabía que terminaría dirigiendo. Escribí No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, un productor la leyó y le encantó. Cuando le dije que quería hacer una película, me dijo, “Eres muy joven y es mucho dinero”. Me propuso hacerla en teatro por 10 semanas en la Ciudad de México y terminamos haciendo 16 meses. Así surgió la idea de hacer la película con el mismo elenco. En aquel momento, fue una de las películas más taquilleras del país. De ahí, ha sido estar creando y consolidando proyectos más grandes que puedan llevar un poco de México a otras partes del mundo.

Manolo Caro en el set de la película Perfectos desconocidos.

Noc Noc Films/Cortesía Pantelion Films

Manolo Caro en el set de su última película, 'Perfectos desconocidos', que estrena en Estados Unidos.

¿Cómo nació La casa de las flores?

Netflix me contactó porque tenían muy buen ranking mis películas en la plataforma. Querían que hiciera algo para jóvenes, pero tenía muchísimas ganas de hacer una historia que hablara de lazos familiares. Así nació. No fue muy difícil venderla. Dije que quería hacer algo con una estructura de familia que era dueña de una florería, porque me encantan las flores. Me compraron rápido la idea, pero el proceso tomó casi dos años, porque soy el creador y el director de todos los episodios.

Algo muy curioso es que mi primera película y mi primera serie se estrenaron un 10 de agosto. Creo que es la buena suerte. Cuando salió la serie, inmediatamente esa noche sabía que mi carrera iba a cambiar.

¿Creaste el personaje de Virginia con Verónica Castro en mente? ¿Cómo fue trabajar con ella?

No lo creé con Verónica en mente, pero sí fue mi primera opción. La convencí después de 10, 12 años sin hacer televisión y fue increíble. Fue muy generosa, muy divertida. Fue fascinante vivir de la mano de ella —que es un ícono— esta reinvención de la televisión, explicarle que los temas que estamos tocando en la serie, como la homosexualidad, las drogas, la codependencia, son temas que están hoy en día en muchos proyectos. Me decía, “¿Cómo se puede decir esto? ¿Se pueden ver escenas de cama con tres personas?” y se ponía roja (risas).

¿Qué nos puedes adelantar sobre la segunda temporada?

No puedo revelar mucho porque es secreto bajo contrato, pero arrancamos el año filmando en España y después en México. Verónica no continuará en el proyecto. Su compromiso era una sola temporada. Después del éxito, se intentó seguir adelante con su personaje, pero no llegamos a concretar algo en lo que ella se sintiera cómoda y pudiera funcionar en la historia. El enlace con Verónica sigue siendo maravilloso, así que esperemos pronto inventarnos algo para seguir trabajando y colaborando juntos. Por lo pronto, estrenaremos la temporada dos en el 2019 y la temporada tres en el 2020.

¿Por qué hacer Perfectos desconocidos, un remake de la película italiana sobre amigos que exponen sus secretos cuando leen en voz alta mensajes que llegan a sus celulares durante una cena?

Lo vi como una celebración a un fenómeno mundial en la que se han realizado versiones en 15 países. Quería ser parte del fenómeno, experimentar y reinterpretar una idea. Adapté mi guion a la idiosincrasia mexicana o latina. Somos más intensos, fiesteros y muy pasionales. Tenemos una cultura y referencia a la mentira piadosa donde parecemos que no le estamos haciendo nada a nadie. Eso iba muy bien con el discurso de la película.