José Ferrer, polifacético

El ansiado Óscar

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En 1950, Ferrer trasladó su celebrado personaje de Cyrano a la pantalla grande. Lamentablemente, los productores decidieron mantener un presupuesto ajustado por miedo a que la película no fuera bien recibida y la escenografía no tiene la suntuosa calidad que caracteriza a otras producciones de época. En efecto, Cyrano de Bergerac terminó perdiendo dinero, pero le significó a Ferrer un Óscar como mejor actor. Años más tarde, lo donaría a la Universidad de Puerto . La estatuilla fue robada en el 2000, mientras la universidad renovaba el teatro.

Colaboración con Houston

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Cuando el célebre director John Houston se comunicó con Ferrer para que interpretara el papel del pintor francés Henri de Toulouse-Lautrec, se sorprendió al enterarse que el actor ya había comprado los derechos de su biografía. A la hora de interpretar al diminuto pintor en Moulin Rouge (1952), el actor diseñó unas almohadillas especiales para poder caminar sobre sus rodillas en las tomas panorámicas. Así llegó una nueva nominación al Óscar como mejor actor.

Amotinado

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En 1954, Ferrer se luce con una de las actuaciones más memorables de su carrera interpretando a un abogado defensor en The Caine Mutiny, la segunda película más taquillera del año. El drama militar es sobre un supuesto motín a bordo de un dragaminas comandado por un capitán —Humphrey Bogart— con problemas emocionales. La escena final, en la que el personaje de Ferrer confronta a uno de los acusados y le arroja una copa de champán en la cara, muestra la intensidad del actor.

Otra adaptación

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Aparte de Cyrano, la obra teatral más exitosa de Ferrer era The Shrike, sobre un director teatral completamente dominado por su esposa que sufre un ataque de nervios y es internado en un instituto. En 1952, una encuesta de los críticos de teatro de Nueva York resultó en su nombramiento como el mejor actor, director y productor ese año. Por eso, Ferrer era el candidato ideal para trasladarla al cine, y la película del mismo nombre, estrenada de 1955, marcó su auspicioso debut como director de cine.

Gloria creativa

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El éxito de The Shrike le abrió las puertas a Ferrer para comenzar una etapa de esplendor creativo en el doble papel de actor protagónico y director. The Cockleshell Heroes (1955) fue una saga bélica producida por Albert Romolo “Cubby” Broccoli, el mismo de las películas de James Bond. En 1958, llegaron el drama I Accuse! y la comedia romántica The High Cost of Loving, con Gena Rowlands. Por lástima, la falta de un certero éxito comercial apagó las oportunidades de Ferrer como director en Hollywood.

Papeles menores

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En 1962, el visionario director inglés David Lean lo contrató para encarnar a un sádico bey turco en la superproducción Lawrence of Arabia. Ferrer pasó solamente una semana en Sevilla filmando su parte, que incluye una polémica escena con tintes de abuso sexual. Peter O’Toole, que interpretaba a Lawrence de Arabia, dijo que había aprendido más trabajando durante esos escasos días con Ferrer que en todos los años que pasó en la escuela de actuación.

Altos y bajos

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A partir de los años 70, Ferrer empezó a aceptar todo tipo de papeles para seguir ganando dinero como actor, participando a veces en películas de dudosa calidad. Sin embargo, su talento continuó brillando en producciones como A Midsummer Night's Sex Comedy (1982) de Woody Allen, en la que encarna a un profesor enamorado de una mujer mucho más joven. También le agregó prestigio a títulos como la miniserie The Amazing Captain Nemo (1978), interpretando al capitán de Julio Verne con elegancia y humor.

Al fin en Puerto Rico

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José Ferrer tenía 80 años cuando falleció de cáncer en 1992. Se casó cinco veces —dos veces con la actriz y cantante Rosemary Clooney— y su última esposa, Stella Magee, lo acompañó hasta su muerte. Sus hijos, y hasta su nieta, Tessa Ferrer, también siguieron su vocación y se desempeñaron como actores. Los restos de este talentoso y polifacético artista fueron trasladados a su adorada isla. Sus amigos recuerdan que, durante toda su vida, Ferrer resaltó permanentemente sus orígenes latinoamericanos, feliz de representar a su cultura en todo el mundo.