Trivia: ¿Sabes cómo proteger tus finanzas durante un divorcio?

Los cónyuges que no trabajan, como los padres que se quedan en casa, deberían comenzar a establecer su propio historial de crédito abriendo cuentas a su nombre. Eso los prepara para posibles necesidades futuras, como un préstamo para automóviles o una hipoteca.

Los "activos no matrimoniales", como las herencias o los regalos dados específicamente a un cónyuge, generalmente no están sujetos a división. Otros ejemplos incluyen las propiedades que se aportan al matrimonio.

Un asesor financiero puede ayudarte a ver cómo podría ser tu vida financiera después del divorcio, considerando aspectos como la división de bienes, la pensión alimenticia, los impuestos y los objetivos a largo plazo.

La división de las cuentas jubilatorias, como los planes 401(k) o las pensiones, se maneja a través de una orden legal emitida como parte de un divorcio llamada QDRO. No obstante, las cuentas IRA se dividen mediante un decreto de divorcio.

También es prudente actualizar otros documentos importantes, como el poder notarial y el poder para la atención médica.

En los estados con propiedad en común, los bienes matrimoniales generalmente se dividen 50/50. En los estados con distribución equitativa, la división se basa en lo que es justo, que puede no ser igual. Los tribunales consideran múltiples factores para determinar lo que es justo. Verifica qué tipo de distribución se aplica en tu estado.

La propiedad conyugal puede incluir activos adquiridos durante el matrimonio, incluso si solo están a nombre de uno de los cónyuges.

Cerrar o liberar las cuentas conjuntas ayuda a proteger tu crédito y a evitar que cualquiera de las partes acumule más deuda en el futuro.