Galletas en forma de cerditos
Una receta divertida que puede hacer con sus hijos y nietos.
Rinde 24-28 galletas
Tiempo de preparación 20 minutos
Tiempo de cocción 30 minutos
Estas galletas se conocen por los muchos nombres con los que los hispanohablantes afectuosamente se refieren a los cerdos: cerdito, cochinito, marranito o puerquito. Esta es la receta más solicitada en mi blog por los mexicanos que viven en el extranjero. El sabor a miel y nueces de las galletas se debe al piloncillo —una forma de azúcar morena—que le da sabor a la pegajosa masa. Es tan irresistible que debo esconderla de mis hijos.
Aunque se elaboran como galletas, se cortan como galletas, se forman como galletas y se hornean como galletas, estos cerditos son más como una mezcla entre un bizcocho o pan dulce y una galleta. El instante en el que se sacan del horno es cuando más suaves y esponjosas están —casi como un pan dulce—. Si se cubren en cuanto se hayan enfriado, se mantendrán suaves y esponjosas por cierto tiempo, pero a medida que pasan los días, se endurecerán y tendrán el chasquido de las galletas tradicionales. Si desea que se endurezcan rápidamente, no los cubra.
Los cortadores de galletas en forma de cerdo se encuentran en internet, o deles la forma que desee —pero entonces deberá cambiarles el nombre—.
INGREDIENTES
- 1¾ tazas bien compactas de piloncillo rallado o azúcar morena
- ¾ taza de agua
- 1 rama de canela de Ceilán
- ½ libra (2 barras) de mantequilla sin sal, cortadas en pedazos pequeños, a temperatura ambiente, más lo que necesite para engrasar las bandejas para hornear
- 2 cucharadas de miel
- 4¼ tazas de harina para todo uso, más lo que necesite para espolvorear
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita de bicarbonato de soda
- ½ cucharadita de sal kosher o marina gruesa
- 2 huevos grandes, batidos ligeramente, a temperatura ambiente
- 1 huevo grande, batido ligeramente, para glasear
- Azúcar glas para espolvorear (opcional)
PREPARACION
1. En una olla mediana, combine el piloncillo, agua y canela y caliente a fuego mediano hasta que empiece a hervir. Baje el fuego a medio-bajo y deje hervir por unos 15 minutos, o hasta que se disuelva el piloncillo y el líquido se espese y tenga la consistencia de un jarabe liviano. Apague el fuego y retire la rama de canela. Agregue la mantequilla y la miel y revuelva hasta que se derritan.
2. En un tazón grande, revuelva la harina, el polvo de hornear, bicarbonato de soda y la sal. Haga un hueco en el centro y vierta la mezcla de piloncillo. Con una espátula de goma revuelva hasta que queden todos los ingredientes bien combinados. Agregue 2 de los huevos y revuelva para mezclar completamente. La masa estará muy pegajosa y viscosa.
3. Superponga dos pedazos largos de plástico, uno horizontal y el otro vertical, en un tazón mediano; deje colgar el exceso por encima del borde del tazón. Con una espátula de goma, raspe la masa sobre el plástico; cubra la masa con el exceso de plástico, asegurándose de que quede bien tirante (deje la masa en el tazón). Refrigere por lo menos 2 horas, o hasta 2 días.
4. Precaliente el horno a 375° F, con las rejillas colocadas una en la tercera parte superior y la otra en la inferior. Engrase con mantequilla dos bandejas para hornear.
5. Esparza harina sobre la superficie de trabajo y un rodillo. Divida la masa en mitades. Con el rodillo, extienda cada mitad de masa por separado, hasta que llegue a tener un grosor de ¼ de pulgada. Presione la masa directamente con cortadores de galletas de 3 pulgadas en forma de cerdo para formar las galletas, y mueva ligeramente el cortador sobre la superficie de trabajo para facilitar levantar las galletas. Haga una bola con los restos de la masa y vuelva a extenderla con el rodillo. Coloque las galletas sobre las bandejas para hornear preparadas, a una pulgada una de la otra. Si la masa se vuelve demasiado pegajosa, forme una bola con ella, envuélvala de nuevo en plástico, y congélela por 5 o 10 minutos antes de extenderla de nuevo con el rodillo.
6. Barnice cuidadosamente las galletas por encima con el huevo restante. Hornéelas en tandas de 7 a 9 minutos, o hasta que las galletas se inflen y se doren por encima. Retírelas del horno y trasládelas a una rejilla para enfriar; deje que se enfríen por completo. Si desea, una vez frías, rocíe el azúcar glas sobre las galletas.