Vida Sana
Muchos de nosotros programamos una escapada después del invierno, pero lo más importante de las vacaciones de primavera es el descanso. Los estudios demuestran que las actividades recreativas, como los viajes, están asociadas con un menor riesgo de enfermedad —incluida la demencia— y un aumento de la felicidad.
“Es alrededor de esta época [del año] cuando necesitamos levantar el ánimo, así como tomar un descanso de nuestras rutinas”, dice Lori Gordon-Michaeli, terapeuta de LCSW en Míchigan. “El descanso también nos vigoriza y libera dopamina, que nos activa y nos da energía”.
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Y los viajes activos, ya sea buscar ballenas en Hawái o recorrer el sistema Sun Link Streetcar en Tucson, aumentan la estimulación cognitiva entre otros beneficios para la salud.
“Los cerebros más saludables son los que continúan aprendiendo”, dice el Dr. Stephan Quentzel, profesor clínico adjunto de Psiquiatría en la Facultad de Medicina Icahn en Mount Sinai. “Es importante que usemos nuestro cerebro para aprender cosas nuevas. Viajar a menudo ofrece uno de los mejores salones de clases que puedes encontrar”.
Quentzel, de 59 años, se mantiene mental y físicamente en forma al viajar a festivales de bluegrass y esquiar en Crested Butte, Colorado. La recreación al aire libre y la música en vivo le proporcionan descansos esenciales de su rutina diaria.
“La alegría que experimentamos al aire libre o al escuchar música tiene un valor propio”, dice. “También son antidepresivos comprobados”.
Las investigaciones publicadas en la revista International Psychogeriatrics también dicen que visitar a familiares y amigos es especialmente beneficioso para la salud mental y física, teniendo en cuenta las limitaciones de los últimos años.
“Celebramos la renovación en la primavera. Restablecer viejas relaciones con amigos y familiares conlleva una gran recompensa emocional”, dice Quentzel. “Además, visitar los destinos favoritos donde puedes renovar actividades que antes realizabas o probar alguna nueva te causa felicidad”.
