Vida Sana
Imagínate un parque nacional tan complejo, enorme y vasto que nadie conoce realmente su verdadero tamaño. Claro que los carteles señalan las entradas y las salidas, pero bajo tierra, donde la piedra caliza y el agua han esculpido el sistema de cuevas más grande del mundo (412 millas y contando), nadie sabe cuán inmenso es o qué se descubrirá en el futuro. Esa es la majestuosidad del Parque Nacional Cueva Colosal (en inglés) en la región central de Kentucky. Cada vez que regreses, te enterarás de lo nuevo que se descubrió y cómo se entiende mejor lo que se ha encontrado antes.
La historia se relata desde el interior del laberinto subterráneo de pasajes conectados de cuevas. Los guardaparques y los materiales interpretativos narran los relatos de Stephen Bishop, un esclavo que exploró y descubrió muchos pasajes nuevos y dirigió las visitas guiadas públicas en el siglo XIX. En los muros y techos rocosos de la cueva se ven las firmas que escribieron los primeros visitantes (no, el parque ya no permite hacerlo), lo cual ilustra la larga historia de turismo de esta área. Un recinto subterráneo donde se oficiaban servicios religiosos aún conserva su ambiente de santuario y las marcas de hollín que dejaban los faroles. Todavía quedan las estructuras utilizadas como antiguo hospital para tratar la tuberculosis. La vasta Rotunda despliega las viejas minas de salitre que se empleaban para producir pólvora. La geología de las cuevas conecta todos estos elementos: los muros con franjas de piedra caliza, las formaciones de "flores" de yeso y las pequeñas estalagmitas y estalactitas.
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A diferencia de muchas otras cuevas comerciales, la Cueva Colosal fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y su misión es respetar su tesoro subterráneo. Algunas secciones cuentan con pasamanos e iluminación, pero nada es cursi o llamativo. No vas a encontrar luces de neón intermitentes ni agua coloreada. Por el contrario, en algunas visitas guiadas, podrás experimentar las cuevas como lo hicieron los primeros exploradores: en la oscuridad total o a la luz de un farol. Aprenderás sobre la vida salvaje, tal como el camarón de cueva ciego, en peligro de extinción, el pez ciego y los grillos de cueva, que prosperan con la falta de luz y la constancia de las condiciones subterráneas.
La Cueva Colosal era una comunidad y un destino mucho tiempo antes de convertirse en un parque nacional en 1941. Por el año 1926 la población local había formado una asociación para proteger las tierras; sin embargo, ya alrededor del año 3,000 antes de Cristo los nativos estadounidenses habían explorado las cuevas y extraído yeso y otros minerales por sus supuestas propiedades medicinales. Los colonizadores europeos descubrieron estas cuevas a fines del siglo XVIII y, durante generaciones, trataron de sacarle provecho al explotarlas como minas de salitre, presuntos hospitales curativos y curiosidad geológica.
El 80% de los 500,000 visitantes anuales del parque realizan las visitas guiadas de la cueva, pero también tienes la opción de participar en divertidas actividades al aire libre. Explora exuberantes y verdes colinas ondulantes, sumideros, ríos y miradores panorámicos en bicicleta, al campar, pescar, practicar senderismo, a caballo, en kayak y más. Las áreas en superficie rara vez se llenan de gente, dice Molly Schroer, la encargada de información pública del parque, así que puedes disfrutar los sonidos de la naturaleza y no de las multitudes.
Ubicación: Mammoth Cave, Kentucky
Superficie: 52,830 acres
Millas y cantidad de senderos: 85 millas en superficie y 412 millas bajo tierra
Atracción principal: visitas guiadas de la cueva
Costo: entrada gratis, pero las visitas guiadas cuestan $6-$60
Mejor forma de verlo: caminar por las cuevas
Cuándo ir para evitar multitudes: primavera y otoño
Planifica tu visita
Es fácil llegar al parque en automóvil desde Nashville (89 millas al sur) y Louisville (86 millas al norte), las cuales tienen aeropuertos con servicio de numerosas aerolíneas. También se puede llegar conduciendo desde Cincinnati (186 millas al norte) e Indianápolis (203 millas al norte). Encontrarás la entrada a apenas 2 1/2 millas de la ruta interestatal 65, así que planea llegar por ese camino.
Te advertimos que muchos sistemas de GPS dan indicaciones erróneas al parque y envían a los visitantes por pequeñas carreteras o bien hasta Green River Ferry, que está cerrado. Si vienes del sur por la ruta I-65, toma la salida 48 a Park City; si vienes del norte, toma la salida 53 a Cave City. En ambas rutas hay buenos carteles que te ayudarán a no perder el rumbo.
Las visitas guiadas subterráneas implican descender varios pisos por escalera y luego ascender por ellos para salir, así que la movilidad es un aspecto importante en el parque. Por ese motivo, es importante leer las descripciones de las visitas guiadas antes de reservarlas. Además, algunas visitas tienen limitaciones de edad y tamaño y, en otras, los visitantes deben llevar un farol o gatear. También hay visitas específicas para niños. Consejo para reservar: al comprar entradas, ten presente que esta parte de Kentucky se rige por la zona horaria central, al igual que las horas de las visitas guiadas.
Sea cual fuere la temporada del año, las condiciones climáticas típicamente no afectan las visitas porque son bajo tierra: la temperatura normal adentro de las cuevas es de 54 grados, aunque afuera azote una ola de calor o una tormenta de nieve. Trae siempre una chaqueta y usa calzado con suela antideslizante para evitar resbalarte en tus exploraciones.
En verano, que es la temporada más concurrida, el parque ofrece la mayor cantidad de visitas de la cueva y es cuando se realizan más actividades al aire libre, como pasear en canoa, kayak y pescar, con temperaturas que oscilan entre una máxima de 86 y una mínima de 62 grados. En la primavera y otoño encontrarás menos multitudes y el tiempo suele ser placentero, con máximas alrededor de 70 y mínimas alrededor de 40 grados. Las lluvias primaverales pueden causar inundaciones que limitan temporalmente el acceso al río, pero el follaje prospera con las precipitaciones. “Realmente me encanta cuando aparecen las flores silvestres en la primavera, pero la entrada a la cueva es igualmente bella el año entero", dice Schroer.
En invierno podrías tener el parque para ti solo, pero habrá menos visitas guiadas y mucho más frío, con temperaturas entre 30 y 49 grados.
Una buena manera de enterarte de lo que ofrece el parque es asistir a las charlas de los guardaparques en el anfiteatro al aire libre. Las charlas cubren diversos temas como la historia, la identificación de flores silvestre y la geología.
La entrada al parque es gratuita y los precios de las visitas guiadas oscilan entre $6 y $60. Aunque compres la entrada por internet, tendrás que presentarte en el centro para visitantes cerca de la entrada de la cueva, donde hay una exposición similar a un museo e información histórica sobre las cuevas y su exploración, además de una tienda de regalos bien surtida, un sendero exterior hacia el hotel y los restaurantes, un amplio estacionamiento y baños. Salvo en las cuevas, deberías tener servicio celular fiable.