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Guía de AARP para el Parque Nacional Gran Cañón

Admira esta maravilla natural, con sus desfiladeros, grutas y rocas que se asemejan a castillos.

Mujer de pie contra una baranda, observa el Gran Cañón

Tuan Tran/Getty Images

In English | El presidente Teddy Roosevelt visitó el Gran Cañón en 1903 y, entre los aplausos de una enorme congregación en el extremo sur, declaró: “Arizona posee una maravilla natural que... no tiene rival en el resto del mundo... uno de los lugares que deberían ver todas las personas en el país...”. En 1908 Roosevelt declaró el Gran Cañón un monumento nacional, y finalmente consiguió la denominación de parque nacional en 1919, después de una larga pugna política contra los poderosos intereses mineros locales.

En la actualidad, el Parque Nacional Gran Cañón (GCNP, Grand Canyon National Park), con sus 1.2 millones de acres de extensos paisajes panorámicos, violentos rápidos y senderos serpenteantes, recibe a más de 6 millones de visitantes al año y va en camino a alcanzar el deseo de Teddy Roosevelt. Y realmente es un “gran” cañón: excavado durante millones de años por las poderosas aguas del río Colorado, sus capas de roca erosionada multicolor alcanzan una profundidad de una milla exacta desde el borde. Está dividido por un abismo con una anchura promedio de 10 millas, con vistas hasta una distancia de 277 millas de un río que ha desafiado a quienes lo navegan desde el legendario viaje de exploración del pionero Wesley Powell en 1869.

La majestuosidad del Gran Cañón no se trata solo de información y cifras. Esta maravilla natural tiene una imponente presencia que debe observarse en persona, ya que incluso las mejores fotografías y palabras apenas la hacen justicia. Aun así, el naturalista John Muir lo intentó: “No conozco la centésima parte de las maravillas de sus características, los cañones secundarios, desfiladeros, grutas, claustros, y anfiteatros de gran extensión y profundidad, tallados en sus magníficas paredes; la inmensidad de rocas arquitectónicas que contiene se asemejan a castillos, catedrales, templos y palacios, con torres y capiteles, pintados, algunos alcanzan casi una milla de altura, y sin embargo se encuentran debajo de nuestros pies”.


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Los visitantes pueden apreciar la grandeza del Gran Cañón de maneras tan variadas como las crestas rocosas del cañón. Hay algo para todo el mundo, desde excursiones en autobús y caminatas fáciles a lo largo del borde del cañón, hasta los famosos paseos en mula o programas educativos de guardaparques, viajes en helicóptero para verlo desde lo alto, y excursiones organizadas de navegación por los rápidos en el río Colorado.

Aunque el Parque Nacional Gran Cañón no hace un seguimiento de las estadísticas de visitantes por grupos de edades, es revelador el hecho de que las personas de 65 años o más representan alrededor de la mitad de los huéspedes en los ocho establecimientos de alojamiento en el interior y en las cercanías del parque operados por Xanterra Collection, según indica Hinch Knece, el director de mercadeo de la empresa.

Mapa ubica el Parque Nacional del Gran Cañón en Arizona

Getty Images/AARP

 

Ubicación: al noroeste de Arizona, a 80 millas de Flagstaff

Superficie: 1.2 millones de acres

Puntos de mayor y menor altitud: el extremo norte se encuentra a unos 8,000 pies de altura, el extremo sur a 7,000 pies, y el cañón tiene una profundidad de una milla por debajo de estos

Millas de senderos: 35 millas de senderos pavimentados y 560 millas de senderos sin pavimentar (y 277 millas de rio)

Atracción principal: las vistas desde lo alto del cañón, y las aventuras de descenso del cañón a pie, en mula o en balsa

Costo de la entrada: $35 para automóviles (pase anual para adultos mayores, $20 para los visitantes mayores de 62 años)

Mejor forma de verlo: desde puntos de observación escénicos en el borde, al amanecer y al atardecer

Cuándo ir para evitar las multitudes más grandes: de septiembre a mayo

Planifica tu visita

El Parque Nacional Gran Cañón se encuentra al norte de Arizona, a unas 80 millas de Flagstaff en el sudeste y de la frontera con Utah en el norte, a una distancia de 230 millas de Phoenix en el sur, y a 275 millas de Las Vegas en el oeste. Puedes acceder al cañón de 277 millas de longitud por las entradas en los extremos norte, sur, este y oeste, pero la entrada en el extremo sur recibe a alrededor del 90% de los visitantes. También se encuentran allí la mayoría de los servicios, el alojamiento dentro del parque y las actividades, y tiene un acceso más fácil que el extremo norte. La entrada del este, un acceso menos transitado, se encuentra a unas 25 millas por carretera de las instalaciones del extremo sur, mientras que Grand Canyon West es un área urbanizada tribal de los Hualapai situada fuera de los límites del parque, con un pasadizo elevado escénico con piso de vidrio que sobresale de manera precaria por encima del precipicio del cañón, además de una tirolesa, excursiones en balsa, demostraciones culturales, comida y alojamiento.

El extremo norte se cierra de noviembre hasta abril, pero el resto del parque permanece abierto todo el año. La entrada cuesta $35 por vehículo y es válida por siete días ($20, pase anual para personas mayores de 62 años). Para ahorrar tiempo en la entrada, compra un pase digital por adelantado en recreation.gov, o en un punto de venta en el pueblo de Tusayan, a la entrada del extremo sur, a tan solo una milla del parque, o en el pueblo de Williams, a 60 millas al sur.

Los meses de verano y los feriados son las épocas de más actividad en el parque. Si visitas el parque en esas fechas, puedes evitar el tráfico, el inconveniente de estacionar tu vehículo y las filas a la entrada del extremo sur al tomar el servicio de traslado en autobús desde Tusayan, que tarda unos 20 minutos en llegar al centro de visitantes South Rim a la entrada del parque. También puedes hacer un desvío a la entrada en el este por la carretera AZ 64, y luego hacer el recorrido escénico de 25 millas a lo largo del cañón hasta llegar al extremo sur. O si quieres una manera especialmente divertida de llegar, súbete a bordo del Ferrocarril del Gran Cañón en el pueblo de Williams y viaja hasta el extremo sur en vagones Pullman como los de antaño, un recorrido popular entre los adultos mayores. Amtrak hace una parada en Williams y otra más al sur en Flagstaff, donde ofrece un servicio de transporte hasta el parque. Una vez que llegues al extremo sur, súbete en uno de los autobuses de transporte (que cumplen con la Ley de Estadounidenses con Discapacidades; ADA) que operan a lo largo de cuatro rutas para ofrecer acceso fácil a los puntos de interés, senderos, alojamiento y restaurantes (aunque las filas pueden ser largas en las paradas de autobús durante la temporada alta).

Para evitar las multitudes por completo, visita el parque durante la temporada baja, entre noviembre y febrero (excepto durante los feriados), cuando tal vez podrás disfrutar de una extraordinaria experiencia con el parque enteramente cubierto de nieve. Justo después de una nevada, el cañón parece un gigantesco pastel de naranja en capas con glaseado de vainilla.

El clima en el parque puede sorprender a los visitantes, ya que el borde del cañón se encuentra a una elevación de más de 7,000 pies sobre el nivel del mar. La temperatura máxima a mediados del invierno es de 40 °F, y la mínima entre 10 y 20 °F, y nieva regularmente. Incluso en verano, cuando las temperaturas máximas llegan a alrededor de 85 °F, y pueden fácilmente superar los 100 °F, las mañanas y las noches son frías, con temperaturas que bajan precipitadamente hasta los 40 °F. Las temperaturas una milla más abajo, en la base del cañón, pueden ser más de 30 grados más cálidas que en el borde del cañón. Durante cualquier visita, vístete con varias capas de ropa, y —debido a la altitud y sequedad del ambiente— mantente hidratado.

Las instalaciones en el extremo sur se agrupan en tres áreas principales a lo largo de una zona de alrededor de tres millas en las cercanías del cañón. South Entrance Road hace un trayecto serpenteante que primero pasa delante del centro de visitantes, luego continúa durante una milla hacia el oeste hasta llegar a Market Plaza, un centro con servicios esenciales que incluyen tiendas, la sede del parque, alojamiento y campamentos. Una milla más al oeste está Grand Canyon Village, el centro histórico y la base de actividades para los visitantes, con comida, alojamiento, museos y la estación de ferrocarril. El estacionamiento en cada una de estas áreas es limitado, con la opción de estacionamiento remoto comunicado por un servicio de transporte gratuito.

La conexión de teléfono celular dentro del parque puede ser inestable (o inexistente en el valle), pero las seis propiedades de Grand Canyon Lodges en el parque actualizaron recientemente sus sistemas de redes wifi, y ahora brindan una conectividad mucho mejor a sus huéspedes. La sede del parque tiene red wifi, así como el mercado Canyon Village Market Deli y la Community Library (biblioteca comunitaria), ubicados a media milla de la estación de ferrocarril.

Dónde alojarse y comer

Hotel el Tovar, Parque Nacional del Gran Cañón

Norman Wharton / Alamy Stock Photo

El Tovar Hotel.

No importa qué tipo de alojamiento prefieras —tanto si quieres lujo por todo lo alto o un alojamiento sencillo—, en el parque encontrarás lo que buscas. Pero debes tener en cuenta que los alojamientos del parque suelen llenarse con un año de antelación para las visitas en verano y días festivos.

El Tovar Hotel (en inglés) con 78 habitaciones, construido en 1905 y que se alza imponente como un chalet de montaña a pocos pies del borde del cañón en el extremo sur, ha sido descrito como la “joya de la corona de los alojamientos en los parques nacionales”. Con trofeos de caza de alces y ciervos canadienses colgados de sus altísimos techos de madera abovedados, sobre acogedoras chimeneas encendidas, uno puede imaginarse a Teddy Roosevelt sentado en el salón del hotel intercambiando relatos de aventuras con sus compañeros del Regimiento de Caballería de Voluntarios, uno de los cuales construyó una cabaña cercana que todavía hoy está en pie. Puedes alquilar la cabaña —Buckey O’Neill Cabin— ubicada en el Bright Angel Lodge, que tiene 37 habitaciones básicas, muchas con baños compartidos, y 53 cabañas. Otras opciones en el extremo sur incluyen los alojamientos de Kachina, que cuenta con 55 habitaciones, y Thunderbird, con 49 habitaciones, (habitaciones asequibles y contemporáneas), y el Maswik Lodge (280 habitaciones de motel).

En el extremo norte, Grand Canyon Lodge (en inglés) tiene 40 habitaciones de motel básicas y 179 cabañas (enclavadas entre pinos), desde básicas hasta algo más lujosas, seis de ellas con vistas del borde del cañón. Phantom Ranch, ubicado en la base del cañón, es un destino rústico que solo es accesible a través de operadores turísticos y de un sistema de lotería.

Si acampar es más tu estilo, tendrás mucha compañía. En el extremo sur, los 325 sitios para acampar en Mather Campground (cerca de las instalaciones de Market Plaza, sin conexiones de servicios para vehículos recreativos) y los 123 sitios en Trailer Village (a aproximadamente media milla de distancia de Mather, con conexiones de servicios completas para vehículos recreativos) a menudo están completamente llenos. Ambos campamentos tienen lavanderías y duchas de paga, y hay mercados cercanos. Desert View Campground, un campamento más rústico, tiene 50 espacios para acampar que se asignan por orden de llegada, para tiendas de campaña y vehículos recreativos. Los sitios se llenan antes del mediodía en la temporada alta. El extremo norte tiene un campamento con 90 sitios (sin conexiones de servicios para vehículos recreativos) con instalaciones con duchas y un mercado cercano. Para alejarte del bullicio, puedes solicitar un permiso para acampar en zonas remotas. El precio de los permisos varía entre los distintos campamentos, y oscila entre $6 y $50 por noche, con un descuento del 50% si tienes el pase para personas mayores. Las políticas de reserva también varían.

Las opciones de comida en el extremo sur son numerosas. Saborea un filet mignon con chimichurri de jalapeño en el clásico y elegante restaurante de El Tovar. Aunque no vayas a comer en el restaurante, acércate y pide una margarita de nopal. Si buscas algo más sencillo, prueba Fred Harvey Burger en el Bright Angel Lodge, donde se sirven comidas para toda la familia (con porciones gigantes de helado para el postre); y visita el área de restaurantes Maswik Food Court, junto al Maswik Lodge, para saciar apetitos con comida de cafetería y pizza. Encontrarás camiones de comida por la zona que preparan deliciosos tacos y mucho más. Para almuerzos de picnic o si quieres abastecerte para acampar, dirígete a Canyon Village Market & Deli en el área de Market Plaza cerca de los campamentos.

Qué hacer

Dos hombres caminando en el Parque Nacional del Gran Cañón.

M.G. Family Photography/Getty Images

Contemplar y admirar el Gran Cañón es la respuesta más obvia, pero hay muchas otras actividades disponibles que te ayudarán a disfrutar de tu visita al máximo. Aquí recomendamos cinco actividades que realmente merece la pena hacer. Tal vez no puedas hacerlas todas, pero si haces por lo menos algunas de ellas no olvidarás por mucho tiempo tu visita a esta fascinante maravilla natural. Nota: una guía de accesibilidad ayuda a las personas con problemas de movilidad o visión reducida a decidir cuáles son las mejores opciones para ellos.

Explora 1,800 millones de años de historia: es innegable que el cañón es muy bonito, pero ¿cómo llegó hasta aquí? Verás el parque como mucho más que un espectacular hoyo en la tierra cuando descubras la historia natural y humana de la zona. Una buena manera de empezar es al participar en una de las visitas guiadas por un guardaparques que salen desde los tres centros de visitantes. “Las personas mayores y las familias disfrutan mucho con las charlas sobre geología y las conversaciones sobre animales”, dice Joelle Baird, directora de información del parque. Una caminata autoguiada del sendero Trail of Time (ver más abajo) revela 1,800 millones de años de cambios geológicos en el cañón y culmina con exhibiciones en el Yavapai Geology Museum en el extremo este del sendero. Descubre también acerca de las personas que han convertido el parque en lo que es hoy. En Grand Canyon Village visita Hopi House para descubrir la historia de las tribus nativas, infórmate sobre los fotógrafos pioneros en Kolb Studio y sobre los naturalistas y exploradores en el centro de visitantes Verkamp.

Haz una caminata: puede ser un paseo relajado hasta un mirador, o si prefieres realizar un emocionante descenso del cañón, la gran variedad de senderos del parque, con 35 millas de senderos pavimentados y 560 millas de caminos sin pavimentar, asegura que encontrarás la opción más adecuada para ti. Los descensos del cañón pueden ser muy intensos, pero “no es necesario que dejes el borde del cañón para apreciar el parque”, indica Baird. Aunque dice que ve a “muchas personas mayores que descienden el cañón” en caminatas más cortas, ella enfatiza que es importante “conocer tus limitaciones, especialmente con respecto al calor y la elevación”, en el parque.

La caminata más accesible y popular es el sendero pavimentado Rim Trail, un camino de 13 millas a lo largo del cañón que empieza en el punto de observación Hermit’s Rest, al oeste del Village, y llega hasta Yaki Point, en el este, con muchos miradores panorámicos y oportunidades fotográficas por el camino. Consejo exclusivo: para incluir personas a escala en una fotografía, aléjate un poco del Village y saca una foto de las personas reunidas en el mirador.

En el sendero Rim Trail, el segmento Trail of Time es el que más vale la pena, con vistas impresionantes combinadas con letreros interpretativos que detallan la historia del cañón. La ruta de 2.8 millas conecta el Yavapai Geology Museum y el centro de visitantes Verkamp, con bancos para descansar, áreas con sombra ocasionales y exhibiciones de rocas que forman parte de la historia geológica que abarca 1,800 millones de años.

Si buscas una caminata un poco más emocionante pero relativamente moderada, haz una caminata guiada de 1.8 millas de South Kalkbab Trail, hacia abajo de ida y hacia arriba de vuelta, desde Verkamp. El punto de retorno en “Ooh Aah Point” ofrece vistas imponentes de 360 grados hacia las profundidades del cañón y hasta el borde del mismo.

Sigue la pista del sol: llega al parque temprano o quédate hasta tarde para disfrutar amaneceres y puestas de sol dignos de ver por lo menos una vez en la vida. La luz cambiante revela colores y contornos que no son visibles bajo el sol deslumbrante del mediodía. Es casi como visitar tres parques distintos en uno solo a medida que el día progresa. Observa los juegos de sombras detrás de imponentes rocas en forma de aguja al ponerse el sol en el horizonte, rojos y naranjas intensos que se atenúan transformándose en tonos suaves como una película que se difumina al terminar. El telón del teatro de la naturaleza se abre al amanecer con destellos de luz que poco a poco revelan la grandeza bajo tus pies.


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Los populares miradores del extremo sur pueden llenarse de gente, especialmente cerca del centro de visitantes South Rim en Mather Point (al amanecer) y en Hopi Point (al atardecer), así que aléjate caminando por el sendero Rim Trail hasta que llegues a un punto más tranquilo —aunque no sea el mirador “más espectacular”, seguro que será maravilloso—. Los miradores en los puntos Desert View Drive, Pima y Lipan están menos concurridos para la puesta del sol; prueba Yaki Point al amanecer. O recurre a los expertos locales y realiza un recorrido guiado en autobús, al amanecer o al atardecer, organizado por Grand Canyon Lodges, los líderes en excursiones organizadas te llevarán a los mejores puntos dependiendo de las condiciones climáticas en el día de tu visita.

Da un paseo en mula: aunque es una gran experiencia y una larga tradición en el parque, un paseo hasta la base del cañón sobre una mula de paso firme puede parecerte agotador y estresante. Si es así, disfruta una experiencia similar sin la angustia, con un paseo fácil y relajante en mula por el extremo sur, que incluye dos horas de cabalgata con paradas frecuentes para charlar con los guardaparques. Los participantes son trasladados desde Grand Canyon Village hasta el corral, donde los vaqueros brindan instrucciones para montar. En el extremo norte, Grand Canyon Lodge ofrece paseos en mula relajados de una hora y de medio día con transporte desde el hotel.

Contempla las estrellas: el Gran Cañón ha sido designado un área de “cielo oscuro” por sus excelentes condiciones para la observación: su alta elevación, atmósfera seca y límites en el uso de luz artificial. El deslumbrante espectáculo, que incluye la Vía Láctea, que se observa tan luminosa y próxima como si la pudieras tocar, hace que el Gran Cañón parezca pequeño. Sí, pequeño. El extremo norte, menos desarrollado y más oscuro, atrae a observadores durante todo el año, pero incluso en el extremo sur, Yavapai Point es un punto de acceso fácil para instalar un telescopio o sencillamente mirar hacia arriba. O estaciona tu vehículo junto a Desert View Drive en Lipan Point para una excelente oportunidad de observar las estrellas.

Ciudades colindantes

En la pequeña localidad de Tusayan (población: 587), punto de acceso al extremo sur del parque, visita el centro de visitantes del Gran Cañón (una empresa privada) para obtener una buena introducción al parque, con un centro de información, una sección de operadores turísticos y un popular cine IMAX que presenta el Gran Cañón en una pantalla con una altura de seis pisos. La media docena de opciones de alojamiento en el pueblo abarca desde el económico 7 Mile Lodge hasta el lujoso Grand Canyon Lodge. Big E Steakhouse and Wagon Wheel Saloon brinda un ambiente del antiguo Oeste y puedes cenar hamburguesas, costillas y bistecs.

El extremo norte no tiene ciudades de acceso que merezca la pena destacar, pero sí tiene un lugar donde encontrarás todo lo que buscas: el negocio de operación y administración familiar Jacob Lake Inn, a 42 millas de distancia de la entrada norte del parque, tiene un hotel, un motel y cabañas, junto con un restaurante y una tienda de regalos. Jacob Lake también es un buen punto de partida para hacer excursiones a los parques nacionales del sur de Utah, como Bryce y Zion.

La entrada este del parque, cerca del pueblo de Cameron, tiene un par de pequeñas tiendas de recuerdos, cafeterías y el Cameron Trading Post, con un motel, un parque de vehículos recreativos, una tienda de regalos, una galería y un restaurante. Está cerca de la cascada Grand Falls, poco conocida, pero que realmente vale la pena ver, con más de 181 pies de altura, también llamada “Niágara de chocolate” por sus aguas a menudo turbias. Cerca de allí puedes hacer recorridos en balsa por aguas tranquilas.

De camino

En Williams, 60 millas al sur del parque, el centro de la ciudad tiene el encanto cursi de la Ruta 66, con docenas de tiendas de regalos, algunas cafeterías agradables, espectáculos de calle con vaqueros y la estación del Ferrocarril del Gran Cañón. Durante tu visita, prueba los deliciosos burritos en El Corral 66 o la deliciosa comida de pub para toda la familia (y deliciosas cervezas artesanales) en el Historic Barrel and Bottle House. Williams también sirve como base para las actividades de la zona, como la pesca, el golf y el senderismo.

Flagstaff es un destino turístico por derecho propio, un refugio en el desierto alto popular entre los residentes de Phoenix que conducen las 80 millas en dirección norte (y casi 6,000 pies de altura) para escapar del calor del verano. Las tres mejores actividades que puedes hacer en la zona: visita el Observatorio Lowell (el lugar donde se descubrió Plutón) y su centro de ciencias; acércate a la estación de esquí Arizona Snowbowl para hacer caminatas en verano y esquí alpino en invierno (sí, en Arizona); y recorre el parque de fauna salvaje Bearizona para ver adorables oseznos y otros tipos de fauna. El centro de Flagstaff está repleto de restaurantes y tiendas, y hay abundantes alojamientos en la ciudad y en sus alrededores.

No dejes de visitar el hito natural nacional cráter Barringer, a 45 millas al este de Flagstaff, incluso si piensas que satisfarás tu interés por ver cañones en el parque nacional. El cráter de impacto de una milla de anchura y 550 pies de profundidad es un impresionante contraste cósmico con el paisaje lentamente erosionado del Gran Cañón. Reserva tiempo para visitar el centro de visitantes para ver exhibiciones científicas y películas fascinantes.

Nota de redacción: este artículo fue publicado originalmente el 24 de julio. Ha sido actualizado con información actual relacionada con la COVID-19.

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