Centro de recursos
El software de seguridad en las pistas de los aeropuertos ayuda a los pilotos de la misma manera que los sistemas avanzados de asistencia al conductor —que incluyen características como advertencias de puntos ciegos y colisiones—, ayudan a los automovilistas.
En junio, Southwest Airlines, que opera más aviones Boeing 737 que cualquier otra aerolínea, activó en toda su flota de aviones 737 un software que aumenta la conciencia situacional de la tripulación de vuelo durante el rodaje, el despegue y el aterrizaje.

Membresía de AARP: $15 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
La tecnología les da a los pilotos alertas verbales y de texto durante esos momentos clave, ya sea que estén moviéndose demasiado rápido, volando demasiado alto o dirigiéndose hacia la pista de aterrizaje equivocada.
"Es como tener un tercer piloto en la cabina", dice David Cohen, piloto comercial, instructor de vuelo y decano de la Facultad de Aeronáutica de la Universidad de Lynn.
"Es significativo ver a una empresa tan grande adoptar esta tecnología", dice Ryan Ewing, fundador de AirlineGeeks, un sitio de noticias de la industria, y poseedor de una maestría en Gestión de Transporte Aéreo. "Lo que suele suceder en la industria aérea es que una compañía grande adopta algo así, y luego el resto también lo adopta".
Esa es una buena noticia para los viajeros, especialmente considerando el aumento de accidentes de aviación y situaciones peligrosas que se han visto en las noticias.
El pasado diciembre, un controlador de tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles impidió que un avión privado aterrizara en la pista donde un vuelo de Delta estaba despegando. En marzo en Orlando, Florida, un vuelo de Southwest casi despega desde una pista de rodaje en lugar de una pista de despegue. Un controlador de tráfico aéreo intervino.
Y la colisión en pleno vuelo que ocurrió en enero cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en Washington D.C. entre un avión comercial de American Airlines y un helicóptero del Ejército mató a 67 personas, convirtiéndola en el desastre aéreo más mortífero en Estados Unidos desde el 2001.