Vida Sana
Hoy día, la generación sándwich no lo tiene nada fácil.
Para el 36% de las personas del país de entre 50 y 60 años de edad —que Pew Research Center identifica como atrapados entre las exigencias de padres mayores e hijos que dependen económicamente de ellos—, la idea de tomarse unas vacaciones de bienestar les puede parecer un sueño imposible. Pero aunque esta abnegada generación cuente con solo unos pocos días para escaparse, hay una variada selección de destinos transformativos donde encontrar el bienestar creados para tranquilizar la mente, el cuerpo y el espíritu.
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Por supuesto que siempre puedes reservar una escapada de uno o dos días en un sofisticado complejo turístico y regalarte los servicios del spa incluido. Pero para aquellos que necesitan una experiencia de renovación más completa, una mejor idea son los centros de bienestar totalmente inmersivos. Son sitios que irradian bienestar, desde su entorno y ubicación (cuanto más naturaleza tengan, mejor) hasta la comida y las actividades que ofrecen.
A diferencia de los complejos hoteleros que simplemente tienen spas, en los centros dedicados al bienestar, la calma es el telón de fondo. Como todos los huéspedes llegan en busca del zen, estos destinos son sitios idílicos donde puedes relajarte junto con otros que tienen lo mismo en mente.
La meditación y otras actividades de bienestar son parte de la estadía en Le Monastère des Augustines, en la ciudad de Quebec.
Cortesía de Le Monastère des Augustines
Un peregrinaje de bienestar a la ciudad de Quebec
No es preciso vestir un hábito de monja para alojarse en el monasterio Le Monastère des Augustines (en inglés) en la ciudad de Quebec. Pero una visita a la histórica sede canadiense de las monjas de la Orden de San Agustín quizás te inspire para incorporar cambios renovadores en tu vida. En efecto, este alojamiento para el bienestar es la apoteosis de los viajes transformativos.
Un día típico en Le Monastère des Augustines comienza guardando los teléfonos celulares ya que no se permiten en los espacios públicos. Una vez cumplida esa tarea, toca realizar una caminata meditativa por el Viejo Quebec. Si vas en busca de sustento, regresa al monasterio para deleitarte con un desayuno silencioso en Le Vivoir. Por la tarde, se puede optar por una caminata contemplativa por los jardines, una sesión de yoga o una consulta de salud holística. ¿Y el entretenimiento a la hora de los cócteles? Escucha al octeto de monjas octogenarias (residentes del monasterio) entonando cánticos de vísperas en la capilla. Después de una cena saludable, es hora de dormir. Para simplicidad, alójate en una celda renovada, auténtico aposento de las monjas. Son rincones acogedores embellecidos con muebles antiguos de pino y una cama individual cubierta con una colcha de retazos cosida a mano. Las habitaciones contemporáneas vienen con camas más grandes y baño incluido. El precio de las habitaciones comienza en menos de $200 por noche (ocupación doble), que es un precio económico para un retiro caído del cielo.
CIVANA, cerca de Scottsdale, Arizona, ofrece regeneración a través del movimiento, la nutrición, la conciencia plena y la aventura al aire libre.
CIVANA Wellness Resort & Spa
Serenidad en el desierto
Ubicado en el desierto de Sonora cerca de Scottsdale, Arizona, CIVANA (en inglés) es un complejo dedicado al bienestar donde fomentar la regeneración a través del movimiento, la nutrición, la conciencia plena, las aventuras al aire libre y las artes creativas. En un día típico, los huéspedes de CIVANA tienen para elegir entre unas 30 clases, que incluyen desde yoga (con interesantes variedades como yoga facial y aeroyoga), meditación y sanación con sonido, hasta actividades más intensas como paseos en kayak, clases de barre para ejercitar todo el cuerpo y entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) con pilates. Todas las clases, además de las conferencias sobre bienestar, se incluyen en la tarifa del alojamiento, que oscila entre $300 y $500 por noche.
