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Un crucero a las Islas Galápagos

El viaje que debes hacer alguna vez en tu vida.

Tortuga grande con el mar atrás

iStockphoto

Se considera a las Islas Galápagos uno de los mejores lugares del mundo para observar la vida silvestre; además se rigen por una ley que apoya la conservación y preservación de su particular medioambiente.

Durante casi cinco décadas, había imaginado conocer las Islas Galápagos de Ecuador y sus especies exóticas. El año pasado finalmente me inscribí en un viaje de una semana en un pequeño barco de crucero llamado "Following in Darwin's Footsteps" (Siguiendo los pasos de Darwin).

El Gobierno ecuatoriano limita los viajes en embarcaciones a las casi dos docenas de islas del archipiélago con el propósito de proteger el valioso hábitat donde Charles Darwin estudió la evolución. Pero hay una variedad de cruceros que varían en precios y tamaños de barcos.

Podríamos haber optado por gastar menos de $2,000 cada uno en un crucero económico, pero mi compañero Barry y yo decidimos que para este viaje único en la vida valía la pena derrochar. Elegimos el elegante M/Y Grace para 18 pasajeros, el yate a motor remodelado de 1928 que llevó a la actriz Grace Kelly y al príncipe Rainier de Mónaco en su luna de miel en 1956. Ahora es administrado por Quasar Expeditions.

Gracias a una cancelación de último minuto, obtuvimos una suite principal de primera categoría en la cubierta superior a un precio de descuento de $5,400 por persona (las tarifas publicadas del 2018 para el Grace empiezan en $5,600 por persona, que incluye todas las comidas y actividades).

Nuestro crucero partió de la isla de Baltra, con una bebida de fresa de bienvenida y una presentación de nuestros guías y compañeros pasajeros. El guía principal Rafael Pesantes (mejor conocido como "Rafa") nos explicó las reglas: No tocar la flora o la fauna, no tirar basura ni llevarse recuerdos. Visitaríamos 10 islas, la mayoría deshabitadas.

Los días tomaron un ritmo agradable. Me despertaba al amanecer con música suave que entraba por la cabina. (El barco no tenía despertadores, televisores ni servicio de internet). Hicimos excursiones en tierra en pequeños botes motorizados de goma llamados pangas para visitar a los leones marinos echados en la playa entre cangrejos huidizos de color naranja. Vi docenas de iguanas con espaldas puntiagudas deslizándose sobre rocas volcánicas y me acerqué a un piquero patirrojo con grandes patas palmeadas y pico azul.

Mapa de las islas Galapagos

Ruta del crucero.

También fuimos de excursión, montamos en kayak e hicimos snorkel, a pesar de la presencia ocasional del tiburón martillo.

Luego, un día cerca del final de nuestro viaje, estaba tumbado tomando el sol en la cubierta cuando escuché el zumbido de un motor fuera de borda y a Rafa que nos decía "¡Vengan!"

En breve estábamos sentados en los costados de una panga mirando hacia abajo a decenas de grandes tortugas verdes que paseaban por debajo de nosotros, aleteando contra la corriente con sus rechonchas aletas. Fascinado, impulsivamente tomé prestada la máscara de snorkel de Rafa y salté a la fría ensenada, completamente vestido.

Nos habían ordenado que no tocáramos a las criaturas, pero algunas me rozaron al acercarse y me miraron inquisitivamente.

Cuando Rafa indicó que teníamos que irnos, salí a regañadientes del agua, y me di cuenta de que esos momentos espontáneos de un viaje suelen ser los más inolvidables.

Consejos para los turistas

1. Encontrarás aguas más cálidas y tranquilas entre diciembre y marzo.

2. Guayaquil, en el Ecuador continental, tiene el aeropuerto más cercano a las Galápagos (un vuelo de 1 hora y media), pero también se puede volar desde Quito y también retornar, que es un poco más encantadora (un viaje de dos horas).

3. Son imprescindibles un sombrero, bloqueador solar fuerte y ropa de baño o natación para usar cuando haces snorkel.

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