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Así como puede dañar tu piel, el sol también perjudica tus ojos. Entre otros problemas, los rayos ultravioleta (UV) pueden aumentar tus posibilidades de contraer enfermedades debilitantes como las cataratas e incluso el cáncer.
"Siempre sé cuándo alguien nació y se crio en Florida [y] cuándo no", dice Kimberly Caracci, una optometrista de Cleveland Clinic en Florida. Ella explica que reconoce a los pacientes que han pasado años bajo el sol de Florida solo por el daño causado a sus ojos.

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Aun así, no es necesario encerrarse en casa para evitar los nocivos rayos del sol. Las gafas de sol son una forma eficiente —y elegante— de proteger los ojos, siempre y cuando proporcionen 100% de protección contra los rayos UVA y UVB. Aquí tienes 7 buenas razones para usarlas:
1. No proteger los ojos en un día soleado puede provocar fatiga visual y dolor de cabeza.
Es posible que lo hayas experimentado cuando el sol es muy intenso. "Si no uso gafas de sol y tengo que conducir durante una hora en condiciones soleadas, es seguro que tendré un dolor de cabeza", dice el Dr. Alister Gibbons, oftalmólogo del Bascom Palmer Eye Institute y profesor adjunto en la Universidad de Miami. Entrecerrar los ojos a causa de la luz hace que esfuerces demasiado la vista, lo que a su vez puede provocar fatiga visual y dolores de cabeza.
UVA y UVB
El sol emite radiación ultravioleta (UV) que puede ser perjudicial para la piel y los ojos. UVA y UVB son diferentes longitudes de onda que presentan diferentes riesgos para nuestro cuerpo, incluyendo el envejecimiento de la piel causado por los rayos UVA y las quemaduras de sol debidas a los rayos UVB. Ambos pueden aumentar tu riesgo de cáncer de piel.
2. Es posible tener cáncer de piel en los párpados.
La piel de tus párpados es la más delgada del cuerpo, pero es difícil protegerla contra los dañinos rayos del sol. Aplicar protector solar en tus párpados puede causar irritación u orzuelos, advierte Caracci, lo que hace que las gafas de sol sean imprescindibles. Proteger tus párpados con gafas de sol también puede ayudar a retrasar el proceso de envejecimiento de tu piel y prevenir la aparición de arrugas.
3. El sol puede causar pequeñas protuberancias en los ojos.
Estos pequeños bultos, llamados pinguéculas y pterigiones, crecen en la conjuntiva, que cubre el blanco de tus ojos. Cuanto más expones tus ojos al sol, más probable es que desarrolles uno de estos bultos. También se cree que el viento y el polvo causan su formación.
Aunque una pinguécula puede contener depósitos de proteína, grasa o calcio, explica la Academia Estadounidense de Oftalmología, un pterigión (también conocido como ojo de surfista) es un crecimiento de tejido carnoso que puede comenzar como una pinguécula.
"Si [un pterigión] crece lo suficientemente cerca del centro de la córnea, limitará mucho tu visión", señala el Dr. Peter J. McDonnell, director del Wilmer Eye Institute y profesor de Oftalmología en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
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