9 maneras en que tu pareja puede afectar tu salud
¿Tu media naranja te ayuda a mantener una buena salud o te enferma?
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In English | En los votos matrimoniales se dice "en la salud y en la enfermedad", pero ¿qué pasa si es el matrimonio mismo el que ayuda a determinar si estás enfermo o saludable?
Si estás pensando en que un buen matrimonio debe ser mejor para tu salud, no es así de sencillo. ¿Te casaste con un pesimista? ¿Tu ser amado te insiste en que hagas dieta? ¿Guardas silencio cuando discuten?
Todas estas cosas —y más— tienen repercusiones en la salud, incluso para los que están en relaciones comprometidas por décadas.
"En general, sí; un buen matrimonio mejora la salud, porque tener a alguien que amas y quieres conservar a tu alrededor te anima a tener un comportamiento saludable", afirma Christine Proulx, profesora asociada de desarrollo humano y ciencias de la familia en University of Missouri. El matrimonio también brinda un apoyo social importante, lo que podría explicar por qué los estudios recientes muestran que las parejas casadas tienen más probabilidades de sobrevivir un cáncer y son menos propensas a desarrollar demencia o ser hospitalizadas por neumonía, en comparación con adultos solteros.
Pero la ciencia ha ido más allá de la simple comparación de los beneficios de los casados frente a los solteros. Los estudios más especializados ahora sugieren que la conexión matrimonio-salud es diferente para los esposos y las esposas, a veces de maneras inesperadas. "Para los hombres, la calidad del matrimonio parece menos importante. Sin embargo, solo un buen matrimonio es bueno para la salud de una mujer", afirma la socióloga Hui Liu, de Michigan State University.
Estas son algunas de las maneras en que tu relación afecta tu bienestar.
Si has estado casado durante décadas
Las parejas con muchos años de matrimonio no solo se parecen, sino que también pueden llegar a ser biológicamente similares a medida que envejecen. Dos estudios recientes han encontrado similitudes notables en las parejas de mucho tiempo, como función renal, colesterol, fuerza de agarre, dificultad para realizar las tareas diarias y depresión. Los hallazgos presentados este año por investigadores de University of Michigan en la reunión anual de la Gerontological Society of America (Sociedad Gerontológica de Estados Unidos) evaluaron a más de 1,500 parejas casadas mayores y encontraron que muchos estaban en sincronía biológica, según marcadores en análisis de sangre. Un estudio anterior realizado por University of British Columbia y Pennsylvania State University de unas 1,700 parejas estadounidenses casadas por más de 40 años encontró que las parejas empiezan a reflejar la salud emocional y física de la otra a medida que envejecen; una indicación de cuán interdependientes, emocional y físicamente, se pueden convertir las parejas casadas por mucho tiempo.
Si uno de ustedes está deprimido
La depresión de tu cónyuge podría aumentar tu propio riesgo de dolor crónico. Un nuevo estudio de University of Edinburgh analizó a más de 100,000 personas en el Reino Unido y encontró que aunque el dolor crónico es causado en parte por la genética de una persona, la salud mental de la pareja también juega un rol. Cuidar de un cónyuge deprimido podría contribuir al dolor de una pareja, afirmaron los investigadores, pero también parecen existir factores ambientales, como la dieta y otros hábitos que la pareja comparte.
Si regañas a tu marido
¡Quizás te lo debería agradecer! Una esposa regañona podría en realidad reducir el desarrollo de la diabetes y promover que un esposo siga las indicaciones del médico, pero, lamentablemente, no funciona en sentido contrario. Un estudio del 2016 de Michigan State University encontró que una esposa regañona mejora la salud de su marido, incluso si la cantaleta constante afecta la relación matrimonial. Para los hombres, afirma la socióloga e investigadora principal Hui Liu, "regañar es cuidar". Sin embargo, para las mujeres, el regaño es simplemente regaño. Solo un buen matrimonio se relacionó con un menor riesgo de diabetes en las mujeres, explica Liu.
Si tu cónyuge es optimista
Pensar que el vaso está medio lleno es mejor para tu salud, y lo mismo es tener un cónyuge optimista, según un estudio reciente de University of Michigan. El estudio les hizo seguimiento a casi 2,000 parejas mayores durante cuatro años. Aquellas parejas en las que uno de los cónyuges tenía una actitud positiva ante la vida experimentaron menos enfermedades crónicas, como diabetes y artritis, en comparación con las parejas cuyos cónyuges no eran optimistas. También presentaron mejores destrezas motoras y movilidad con el paso del tiempo.
Si discuten mucho
En todas las relaciones hay discusiones, pero la forma en que discutes con tu pareja podría enfermarte. Si tu estilo de discutir es enojarte y gritar, ten cuidado con los problemas cardiacos y la presión arterial elevada a largo plazo. Si tiendes a enfurecerte en silencio o ignorar a tu pareja durante las peleas, podría convertirse en un dolor de cabeza (y de cuello), o en rigidez muscular y problemas de espalda, según una nueva investigación de University of California, Berkeley y Northwestern University.
Si tu pareja hace ejercicios
Dar un buen ejemplo mediante el ejercicio puede influir a tu pareja a hacer lo mismo, según una investigación reciente de Johns Hopkins University. Cuando una esposa empezaba a hacer más ejercicio, su marido tenía un 70% más de probabilidad de aumentar su actividad; cuando un esposo empezaba a alcanzar las metas de ejercicio recomendadas, su esposa tenía un 40% más de probabilidad de acompañarlo, de manera similar.
Si a tu amor le gusta hacer dietas
Quizás algunos desafíos, como la dieta, no deberían emprenderse juntos. Esa parece ser la lección de un estudio de Colorado State University de 50 parejas con sobrepeso. Las que decidieron hacer dieta juntos tuvieron más dificultades, por lo cual los investigadores informan que el éxito de uno en la pareja pudo hacer fracasar al otro, quien luego tuvo menos éxito para controlar sus porciones de comida.
Si tu pareja tiene problemas de salud
Ten cuidado: los malos hábitos de uno de los cónyuges pueden afectar la salud del otro. Investigadores de McGill University analizaron seis estudios internacionales que incluyeron a 75,000 parejas y encontraron que los cónyuges de personas con diabetes tipo 2 tenían un riesgo un 26% mayor de desarrollar la enfermedad y también un mayor riesgo de prediabetes; posiblemente debido a malos hábitos compartidos como una alimentación deficiente y no hacer suficiente ejercicio. Los resultados, afirman los investigadores, deberían motivar a los médicos que diagnostican a uno de los cónyuges con diabetes a preguntarles también sobre los hábitos de salud del otro cónyuge.
Si tienes la responsabilidad de cuidar de tu pareja
No es de extrañar que el estrés de una crisis de salud o problema significativo crónico de salud en una pareja afecte la salud de la otra, afirma la psicóloga Cheryl Rampage del Instituto de la Familia de Northwestern University, pero un estudio reciente encontró que un derrame cerebral tenía efectos particularmente duraderos. El impacto de cuidar a un superviviente de derrame cerebral puede afectar la salud mental y física del cónyuge cuidador no solo durante los primeros años, sino hasta siete años después, informaron investigadores suecos.
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