Hablar un segundo idioma a diario podría fortalecer la salud cerebral
En un estudio se observó que los problemas cognitivos leves pueden demorar más tiempo en aparecer en personas 'activamente' bilingües.
In English | Las personas que hablan dos idiomas con regularidad acumulan, al parecer, una reserva cognitiva que ayuda mucho a demorar la posterior aparición de problemas cognitivos, según se sugiere en un estudio publicado en la revista Neuropsychologia (en inglés).
Se trata de la primera vez que se comparan de esta manera los beneficios en materia de salud cerebral entre políglotas con distintos niveles de dominio y uso del idioma. Para realizar esta comparación, investigadores en España crearon una escala de bilingüismo que va desde quienes hablan solo un idioma, pero tienen conocimientos pasivos de un segundo idioma, hasta quienes dominan ampliamente dos idiomas y los hablan indistintamente en la vida cotidiana.
En Estados Unidos, más de la quinta parte de las personas mayores de 5 años hablan en su casa un idioma distinto al inglés, según los más recientes estimados quinquenales tomados de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense (no se disponía de datos desglosados por la edad). Para más del 13% de los habitantes de este país, ese idioma es el español (en inglés). Aproximadamente el 1% habla chino (en inglés) en el hogar, incluidos los dialectos mandarín y cantonés, y poco menos del 1% habla alguna de las lenguas indígenas de las Américas (en inglés).
Recibe contenido similar, suscríbete a nuestro Boletín
De los más de 60 millones de personas en Estados Unidos que en su casa hablan un idioma distinto al inglés, aproximadamente 3 de cada 5 hablan el inglés muy bien, según datos de la encuesta de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
En España, los investigadores reclutaron a 266 personas mayores de 60 años que viven en Barcelona, donde los idiomas castellano y catalán se hablan de forma generalizada. Entre los participantes hubo 63 personas sanas, 135 con diagnóstico previo de un trastorno cognitivo leve y otras 68 con enfermedad de Alzheimer. Después, se estableció la correlación entre el dominio del idioma de cada participante y la edad a la que se observaron por primera vez los síntomas.
"Vimos que las personas con mayor nivel de bilingüismo recibieron el diagnóstico de trastorno cognitivo leve más tarde en la vida que aquellas con bilingüismo pasivo", indicó en un comunicado Marco Calabria, autor corresponsal del estudio y profesor de Estudios de Ciencias de la Salud en la Universidad Abierta de Cataluña y la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona.
"Las personas con mayor nivel de bilingüismo recibieron el diagnóstico de trastorno cognitivo leve más tarde en la vida que aquellas con bilingüismo pasivo".
El psicolingüista Mark Antoniou, de Western Sydney University en Australia, expresó el mismo razonamiento en su artículo publicado en la edición de enero del 2019 de la revista Annual Review of Linguistics (en inglés).
"Dado que una persona bilingüe domina dos idiomas, y estos se activan de manera automática y subconsciente, la persona está siempre sorteando la interferencia entre los dos idiomas para no usar la palabra incorrecta en el idioma equivocado en el momento inoportuno", dijo Antoniou en una entrevista con The Washington Post. "Las regiones del cerebro responsables de esa actividad son las mismas que se usan para realizar una tarea cuando hay distracciones".
"La tarea tal vez no tenga nada que ver con el idioma; podría ser un intento de escuchar algo en un entorno ruidoso o de realizar alguna tarea visual", precisó Antoniou. "La memoria muscular desarrollada a raíz del uso de dos idiomas puede aplicarse a distintas destrezas".
Calabria opina que el bilingüismo activo se asemeja a una especie de gimnasia lingüística que fortalece las funciones cognitivas, entre ellas el control ejecutivo. El control ejecutivo, muchas veces denominado función ejecutiva, es lo que consideramos la esencia del ser humano: la capacidad de organizar tareas en la mente y de regular el propio comportamiento. Se necesita esa capacidad para pasar sin problemas de un idioma al otro.
"Este mecanismo, en el contexto de las enfermedades neurodegenerativas, podría servir para compensar los síntomas", dijo Calabria. "Así, cuando algo no funciona bien a causa de la enfermedad, el cerebro cuenta con mecanismos alternativos para resolver la situación, gracias al bilingüismo".