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Intoxicación alimentaria o virus estomacal: descifra tus síntomas

Cómo difieren y cuándo consultar a un médico.


spinner image Una mujer sosteniendo su barriga con dolor mientras está sentada en un sofá.

¿Tienes náuseas y calambres estomacales, y te repugna la comida que usualmente te reconforta? La causa de la molestia podría ser una intoxicación alimentaria o el igualmente desagradable virus estomacal. Encontrar el culpable de tus problemas estomacales puede ser desconcertante y preocupante.

Si bien un diagnóstico definitivo requiere una evaluación médica, aquí tienes todo lo que necesitas saber, desde la aparición inicial de los síntomas hasta tratamientos eficaces y medidas preventivas para evitar que otros se enfermen.

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¿Qué causa la intoxicación alimentaria?

Ciertos alimentos tienen más probabilidades de contener gérmenes que te enferman. Estos incluyen productos de animales (carne, pollo, aves, huevos) semicrudos, leche sin procesar, mariscos, verduras crudas, granos, frutas y harina.

Consumir alimentos contaminados —como los que tienen E. coli, salmonela u otras bacterias—, puede causar una variedad de síntomas y enfermedades de diferente gravedad.

Entre quienes tienen mayor riesgo de contraer una enfermedad grave se encuentran los adultos de 65 años o más, los niños menores de cinco años, las personas con el sistema inmunitario debilitado y las mujeres embarazadas.

Aunque la mayoría tienen infecciones leves, algunos casos pueden volverse graves o incluso potencialmente mortales. Pueden causar otros problemas de salud como meningitis, daño renal, síndrome urémico hemolítico, artritis y daño en el cerebro o en los nervios.

Cada año, aproximadamente una de cada seis personas en el país se enferma por intoxicación alimentaria, lo que resulta en aproximadamente 128,000 hospitalizaciones y 3,000 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

¿Qué es el virus estomacal?

Es un virus que se propaga de persona a persona, generalmente porque no se lavan las manos. Aunque a menudo se conoce como gripe estomacal, es diferente de la gripe, que ataca el sistema respiratorio.

Los dos virus estomacales más comunes —también conocidos como gastroenteritis viral— son:

  • El norovirus o el virus de los cruceros. Puede propagarse con mucha rapidez, especialmente en entornos aislados.
  • El rotavirus, que comúnmente infecta a niños de 3 meses a 35 meses, en particular a los que están en entornos de cuidado infantil. Pero los adultos mayores y quienes cuidan de niños pequeños también corren riesgo. Las infecciones son más comunes en invierno y primavera.  

Los virus estomacales pueden propagarse al entrar en contacto con superficies, alimentos o aire que una persona infectada ha contaminado, por lo general en espacios estrechos.

La mayoría de los brotes de norovirus ocurren de noviembre a abril y en promedio causan entre 19 y 21 millones de enfermedades al año, incluidas 109,000 hospitalizaciones, 465,000 visitas a la sala de emergencias y 900 muertes, en su mayoría entre personas de 65 años o más, según los CDC.

Aparición de los síntomas de la intoxicación alimentaria y el virus estomacal

Determinar si tienes intoxicación alimentaria o un virus estomacal a menudo depende de la rapidez con la que los síntomas comienzan después de la exposición y cuánto duran.  

Los síntomas de la intoxicación alimentaria pueden surgir en un par de horas hasta alrededor de una semana y durar menos tiempo que el virus estomacal, dependiendo de la rapidez con la que el cuerpo puede eliminar las toxinas. Pero recuerda: el período de incubación (en inglés) antes de que surjan los síntomas puede variar según el germen específico al que estés expuesto.

Cuando se ingiere una toxina, se reproduce en el tracto gastrointestinal, y el cuerpo responde al tratar de deshacerse de ella a través del vómito o la diarrea.

“Patógenos como E. coli, salmonela, listeria... esos son los que pueden causar complicaciones graves si no se detectan temprano para algunas personas”, dice Mitzi Baum, directora ejecutiva de Stop Foodborne Illness, una organización sin fines de lucro dedicada a la prevención de enfermedades y muertes por patógenos transmitidos por alimentos.

Por el contrario, los síntomas de los virus estomacales suelen aparecer uno o dos días después de la exposición y pueden durar desde unos días hasta aproximadamente una semana.

Cómo prevenir la intoxicación alimentaria

Si tienes intoxicación alimentaria, es probable que tus familiares también estén enfermos si comieron la misma comida. Para prevenir infecciones, es más importante seguir los consejos estándar de seguridad alimentaria, como lavarse las manos, limpiar las superficies con frecuencia, evitar la contaminación cruzada con ingredientes crudos, cocinar los alimentos a la temperatura interna recomendada y refrigerar los alimentos con rapidez.

Si puedes identificar qué comida de tu hogar te enfermó, asegúrate de desecharla para evitar infecciones adicionales.

La infección también puede transmitirse de una persona a otra a través del contacto con el vómito o las heces de una persona infectada que permanecen en las superficies o en los dedos y luego se transfieren a la comida o la boca de otra persona, según Cleveland Clinic.

Si crees que tú o alguien que conoces se enfermó por intoxicación alimentaria, repórtalo a tu departamento de salud local, incluso si no estás seguro de qué comida te infectó. Hacerlo puede ayudar a los funcionarios de salud pública a identificar un brote transmitido por alimentos y evitar que otros se enfermen.

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¿Es contagioso el virus estomacal?

Si alguien está enfermo con un virus estomacal, debe priorizar el lavado frecuente de manos, aislarse en una habitación específica en la casa, evitar preparar alimentos para otros, usar lejía para limpiar superficies contaminadas y lavar a fondo la ropa potencialmente contaminada.

“La bacteria estomacal es muy muy contagiosa”, dice la Dra. Heather Viola, D.O., médica de atención primaria de Mount Sinai Doctors-Ansonia en la ciudad de Nueva York.

Solo se necesitan 18 partículas virales para enfermar a una persona. Aunque el norovirus es más contagioso cuando alguien tiene síntomas, todavía puede propagarse a través de pequeñas cantidades de heces o vómito de una persona infectada. Sin embargo, existe la posibilidad de que la infección se pueda propagar incluso si una persona no presenta síntomas antes o después del pico de su enfermedad, dicen los CDC.

Ten en cuenta que el virus puede sobrevivir en los alimentos a temperaturas de congelación y hasta 140 °F. También tiene el potencial de permanecer en las encimeras y los utensilios de servir hasta dos semanas, y puede ser resistente a desinfectantes comunes y desinfectantes de manos.

Síntomas de intoxicación alimentaria y los del virus estomacal

Si bien los síntomas de ambas enfermedades se superponen, por lo general la intoxicación alimentaria presenta vómitos primero.

“Aunque quizás no nos demos cuenta de que es una toxina, el cuerpo sí lo nota”, dice la Dra. Lisa Ganjhu, D.O., gastroenteróloga de NYU Langone Health en la ciudad de Nueva York. “El cuerpo entiende que algo está mal, ya sea una intolerancia alimentaria o una toxina verdadera”.

Una vez que ocurre la diarrea, eso significa que una toxina ha entrado en el tracto gastrointestinal.

“Esa expulsión en ambos extremos causa los retortijones y esa eliminación volátil de tu cuerpo”, agrega Ganjhu. “El tracto gastrointestinal se contrae y todo este líquido entra allí para permitir que salga la toxina”.

Síntomas de intoxicación alimentaria

  • Diarrea
  • Dolor de estómago o retortijones
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Fiebre
  • Los síntomas graves pueden incluir vómitos con tanta frecuencia que no puedes mantener líquidos en el estómago, diarrea con sangre, deshidratación, fiebre por encima de 102 °F. o diarrea por más de tres días.  

Síntomas del virus estomacal

  • Diarrea
  • Vómitos
  • Náuseas
  • Dolor de estómago
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Dolores corporales

Cómo tratar la intoxicación alimentaria o el virus estomacal

Si puedes manejar tus síntomas en casa, lo más importante es mantenerte hidratado.

“Por lo general, tanto el virus estomacal como la intoxicación alimentaria se pueden tratar en casa. La mayoría de las personas pueden mejorar solo al descansar e hidratarse con mucho líquido”, dice Viola.

Toma bebidas como Pedialyte, bebidas deportivas diluidas o jugo.

Otra bebida que puede ayudar a prevenir la deshidratación consiste en combinar un poco de azúcar, un poco de sal y una pizca de fruta cítrica en un vaso de agua, sugiere Ganjhu.

“Cada vez que defeques, intenta mantener algún tipo de hidratación”, dice Ganjhu. “Cuando digo hidratación, no solo quiero decir agua. Ten algún tipo de agua con electrolitos”.

Sin embargo, querrás evitar tomar un antidiarreico que contenga ingredientes como la loperamida, ya que retrasará la salida de las toxinas del cuerpo. Otros medicamentos de venta libre, como el subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol y medicamentos similares), pueden ayudar con las náuseas y la acidez en el estómago, agrega Ganjhu.

Cuándo acudir al médico

Con cualquiera de estas enfermedades, si tienes diarrea, náuseas o vómitos que duran más de dos a tres días, fiebre por encima de 102 °F, sangre en las heces o signos de deshidratación, debes llamar a tu médico.

Los síntomas de deshidratación incluyen una disminución en la micción, mareos al pararse, sequedad en la boca y la garganta, debilidad, confusión, visión borrosa e incluso desmayos.  

“Las personas tienen que ser sus mejores defensoras. Si has estado vomitando y tienes diarrea durante más de 72 horas, debes hacerte pruebas de enfermedades transmitidas por los alimentos”, dice Baum. “Muchos profesionales médicos no las administran, y debes saber si consumiste algo que se retiró del mercado debido a algún tipo de contaminante bacteriano”.

Por lo general, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios comprometidos a menudo requieren líquidos intravenosos como el curso de acción inicial durante una visita al hospital. Posteriormente, se recomienda un estudio de heces para identificar la causa subyacente de los síntomas. En casos de intoxicación alimentaria, se puede administrar un tratamiento antibiótico o antiparasitario. Otra opción es que te receten un medicamento para los retortijones o que te aconsejen que te hagas una tomografía computarizada (CT o CAT) para evaluar el nivel de inflamación en el tracto gastrointestinal.

Para aquellos que no pueden llegar a una sala de emergencias, algunas unidades de atención de urgencia pueden administrar una aguja intravenosa para tratar la deshidratación y pueden proporcionar un panel de patógenos gastrointestinales.

Después de recuperarse de una intoxicación alimentaria

Algunas personas que se recuperan de una intoxicación alimentaria, en particular en casos graves, pueden encontrar obstáculos mentales cuando vuelven a sus hábitos alimenticios normales.

“A pesar de que los síntomas han desaparecido y es posible que te hayas recuperado físicamente de una enfermedad grave transmitida por alimentos, hay muchas cicatrices emocionales que persisten, porque tienes que comer todos los días”, dice Baum. “Pero si algo que comiste casi te mató, es muy muy difícil volver a estar despreocupado”. 

La organización sin fines de lucro Stop Foodborne Illness ofrece un centro de recursos (en inglés) para ayudar a aquellos que tienen dificultades para readaptarse a sus hábitos alimentarios regulares, y proporciona información adicional para ayudar a las personas a navegar un diagnóstico de intoxicación alimentaria.

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