8 cosas sorprendentes que aumentan tu probabilidad de un derrame cerebral
Los investigadores están descubriendo que algunos factores menos conocidos presentan un importante riesgo cardiovascular.
(De izquierda a derecha) FREDERIC CIROU/GETTY IMAGES, JOHN PEABODY/GETTY IMAGES, ARIANNA GIUNTINI/GETTY IMAGES
In English | Tomas tus medicamentos para el colesterol, mantienes tu presión arterial bajo control, no fumas y tal vez incluso haces ejercicio algunas veces a la semana. Si ese es el caso, buenas noticias: has neutralizado algunos de los factores principales de riesgo de derrame cerebral y ataque cardíaco.
Pero las investigaciones más recientes indican que hay aún más cosas que puedes hacer.
"Lo que estamos aprendiendo es que existen múltiples fuentes cuando se trata de riesgo cardiovascular", dice el Dr. Mitchell S.V. Elkind, profesor de neurología en la Facultad de Médicos y Cirujanos de Columbia University, y presidente del American Stroke Association Advisory Committee. "Hay muchos procesos fisiológicos y fisiopatológicos diferentes dentro de los vasos sanguíneos, y muchos factores contribuyentes".
Alrededor de 800,000 personas en Estados Unidos sufren un derrame cerebral (en inglés) cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Es la quinta causa de muerte en el país y una de las principales causas de discapacidad entre los adultos mayores, pues causa dificultad para caminar, pérdida de memoria y dificultades del habla. La mayoría de los derrames cerebrales son provocados por un coágulo de sangre en el cerebro; en otros casos, un vaso sanguíneo estalla.
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La presión arterial alta, el colesterol alto, la obesidad, la diabetes y el tabaquismo son los principales factores de riesgo, pero no son los únicos. Estos son algunos factores menos conocidos que se han relacionado con un mayor riesgo de derrame cerebral y ataque cardíaco, y lo que puedes hacer al respecto:
1. No dormir lo suficiente (o demasiado)
La evidencia es cada vez mayor de que limitar la cantidad de sueño aumenta significativamente tu riesgo de derrame cerebral, dice Elkind, quien también es presidente electo para el 2019-20 de la American Heart Association. En un estudio, por ejemplo, investigadores de University of Alabama (en español) descubrieron que tener menos de seis horas de sueño por noche regularmente cuadruplicaba el riesgo de síntomas de derrame cerebral entre las personas de mediana edad y de peso normal. Los investigadores dicen que la falta de sueño puede aumentar la inflamación, las hormonas del estrés, la presión arterial y los niveles de azúcar en la sangre. Pero la siesta sin fin tampoco es la respuesta, porque otros estudios indican que dormir demasiado también aumenta tu riesgo. "Lo ideal es que duermas de siete a ocho horas por noche", dice Elkind.
2. Mala higiene bucal
Cepillarse y usar hilo dental todos los días no solo ayuda a tus dientes; también puede mantener tu sistema cardiovascular saludable. Un estudio del 2018 publicado en la revista Cerebrovascular Diseases Extra (en inglés) descubrió que tener una mala higiene bucal, aumenta las probabilidades de sufrir un derrame cerebral. Los médicos no están seguros de por qué, pero es posible que las bacterias que infectan las encías se filtren en el torrente sanguíneo, causando inflamación de los vasos sanguíneos y otros problemas. Científicos de Tampere University (en inglés), en Finlandia, reforzaron esa teoría cuando analizaron muestras de coágulos de sangre que habían causado derrames cerebrales en mayo del 2019: encontraron ADN de bacterias orales en el 79% de ellos. "La buena noticia es que una vez que las personas se quitan los dientes y la inflamación se calma, el riesgo vuelve a disminuir", dice Elkind.
3. Episodios de arritmia
¿A veces sientes que tu corazón se te sale del pecho? Si es así, es posible que tengas fibrilación auricular o "FA", un problema común del ritmo cardíaco, dice el Dr. Joshua Yamamoto, cardiólogo y autor de You Can Prevent a Stroke. No recibir tratamiento para la FA duplica tu riesgo de muerte relacionada con el corazón y aumenta tu riesgo de derrame cerebral en un 500%; sin embargo, la gran mayoría de las personas que tienen FA no lo saben, dice Yamamoto. (Nota: es más frecuente en personas mayores de 65 años). Si te preocupa, pregúntale a tu médico si puedes usar un monitor para registrar tus latidos cardíacos con el tiempo. Los mejores son pequeños dispositivos implantables del tamaño de un sujetapapeles que pueden registrar tu ritmo cardíaco por hasta 1,000 días, dice Yamamoto. "Puedes tener FA solo una vez al mes, por lo que es difícil de reconocer", explica. “Esta nueva tecnología elimina todas las conjeturas. Una vez que sepamos que lo tienes, hay muchas cosas que podemos hacer para reducir tu riesgo".
4. Una sola noche de borracheras
Tal vez hayas escuchado sobre estudios que muestran que beber vino tinto o cerveza puede ayudar a protegerte contra las enfermedades del corazón. Eso puede ser cierto, dice Yamamoto, pero demasiado alcohol tiene el efecto contrario. Un análisis publicado en la revista Circulation (en inglés) descubrió que si tomas seis o más cócteles en una noche, tienes un 30% más de riesgo de tener un derrame cerebral dentro de 24 horas. Y los hombres de mediana edad que tenían solo una resaca por año casi triplicaron sus posibilidades de derrame cerebral, según otro estudio. La American Heart Association recomienda no más de dos bebidas al día para hombres y una bebida al día para mujeres.
5. Uso prolongado de antibióticos
Según un estudio de 36,429 mujeres publicado en la revista European Heart Journal, tomar antibióticos durante dos meses o más se correlacionaba con un mayor riesgo de experimentar un accidente cardiovascular, incluido un derrame cerebral. Los antibióticos destruyen las bacterias probióticas "buenas" en el intestino, lo que aumenta la prevalencia de microbios que pueden causar enfermedades. Los científicos creen que el cambio en el microbioma intestinal puede causar inflamación, estrechamiento de los vasos sanguíneos y enfermedades cardíacas. Cuando tomas antibióticos, puedes fortalecer tu intestino y ayudar a restaurar las bacterias buenas al comer alimentos fermentados como yogur, kombucha y vinagre de manzana, dice Elkind.
6. Enfermedad similar a la gripe
Si recientemente tuviste gripe o una infección de las vías respiratorias superiores, debes estar atento a los síntomas de un derrame cerebral. Un estudio de Columbia University presentado a la American Stroke Association en el 2019 descubrió que tener una enfermedad similar a la gripe aumenta las probabilidades de sufrir un derrame cerebral en casi un 40% durante los siguientes 15 días, y que el riesgo elevado se mantuvo por hasta un año. Tener una enfermedad aumenta la inflamación en el torrente sanguíneo, explica Elkind, y eso puede conducir a una coagulación que hace que sea más probable un derrame cerebral. Protégete lavándote las manos con frecuencia y vacunándote contra la gripe todos los años.
7. Demasiado tiempo sentado
Estar sentado por períodos prolongados, ya sea en un escritorio o frente a un televisor, está relacionado con un aumento significativo en tu riesgo de enfermedad cardíaca y derrame cerebral. En un estudio, aquellos que permanecieron sentados durante 10 horas o más al día tenían un 18% más de posibilidades de sufrir un derrame cerebral que quienes se sentaron durante cinco horas o menos, independientemente de cuánto ejercicio hicieran. Otro análisis encontró que seis o más horas de estar sentado al día aumenta el riesgo de muerte prematura por todas las causas. "Puedes correr de tres a cinco millas por día, pero si pasas el resto del día sentado, puedes olvidarte de cualquier ventaja que la actividad física te haya dado", dice Elkind.
8. Una dieta rica en carnes rojas
Piénsalo dos veces antes de comer esa rebanada extra de tocino. Estudio tras estudio indica que comer carne roja y procesada afecta el bombeo de tu corazón. En un estudio del 2019 (en inglés), por ejemplo, investigadores europeos que dieron seguimiento a más de 400,000 adultos durante un promedio de 13 años descubrieron que por cada 100 gramos de carne roja o procesada que consumían por día, su riesgo de enfermedad cardíaca aumentaba en un 19%. En otro análisis reciente, los investigadores de la Cleveland Clinic descubrieron que los consumidores de carne roja tienen niveles más altos de un subproducto de bacterias intestinales llamado N-óxido de trimetilamina (TMAO), el cual se ha relacionado con ataques cardíacos, derrames cerebrales y riesgo de muerte. ¿Cuál es la buena noticia? Según una investigación de Harvard, puedes reducir significativamente tu riesgo al reemplazar las carnes rojas con opciones saludables de proteínas vegetales como nueces y frijoles.