¿Dónde se encuentran los médicos que necesitarás?
La escasez de geriatras se ha convertido en un problema importante de salud pública.
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Un geriatra es un médico capacitado para tratar los problemas especiales de salud de los adultos mayores.
In English | A medida que los problemas de salud de su esposo se multiplicaban, Joan Thayer Yazmir intentó mantenerse al tanto de todos los detalles —citas médicas, medicamentos recetados, asuntos que se deben tener en cuenta—.
Yazmir, de 76 años, era una consumidora cuidadosa de la atención de salud, pero tenía que manejar demasiados detalles. “Son todos médicos excelentes”, dijo sobre los especialistas que trataban a su esposo de 83 años. “El cardiólogo examina el corazón. El oncólogo y el urólogo se ocupan de la próstata. El neumólogo se encarga de sus pulmones. El hematólogo se ocupa de la anemia”.
Pero ninguno estaba en posición para captar todos los problemas que enfrentaba su cónyuge. Por eso es que ella buscó un médico que se especializa en atender a los pacientes de mayor edad; el geriatra que había tratado a su madre hacía años. Demoró cuatro meses conseguir una cita, pero Yazmir dijo que se alegra de haberlo hecho. Ahora el geriatra ayuda a controlarlo todo, y consulta con otros médicos si surgen preguntas.
“Necesitas un capitán de equipo”, dijo Yazmir, “alguien que entienda todo el proceso”.
Un geriatra es un médico capacitado para tratar los problemas especiales de salud de los adultos mayores. A medida que las personas envejecen, se vuelve más común que tengan varios problemas de salud al mismo tiempo y que tomen varios medicamentos para tratarlos. Y las enfermedades y medicamentos pueden tener un impacto distinto en los adultos mayores. Los geriatras abordan todos los problemas de salud de un paciente mayor, y diseñan planes de cuidados para un tratamiento integral.
Son médicos con un certificado de especialidad en medicina general o medicina interna, que han completado la capacitación adicional necesaria para obtener su certificado en geriatría. A menudo los geriatras forman parte de un equipo que puede incluir enfermeros titulados, farmacéuticos y fisioterapeutas.
La escasez se está volviendo grave
Los geriatras tienen un papel fundamental cuya importancia aumenta cada vez más a medida que Estados Unidos envejece. Sin embargo, no hay muchos de estos especialistas, y la escasez se está volviendo más grave. Estados Unidos necesitará más de 23,000 nuevos geriatras para el 2030, según la American Geriatrics Society (Sociedad Estadounidense de Geriatría).
Una de las razones por las cuales la brecha no se está eliminando es que los geriatras están entre los especialistas médicos peor remunerados, lo cual puede plantear un gran problema para los estudiantes que se gradúan con deudas enormes. A muchos médicos nuevos quizás les atraigan los pacientes más jóvenes, pues tienen mayores probabilidades de curarse. A otros les llaman la atención las especialidades que les permitirán trabajar con llamativas tecnologías nuevas.
Otros más tal vez no deseen que sus consultorios dependan tanto de Medicare y de los trámites burocráticos que eso conlleva.
El acceso limitado a los cuidados geriátricos “será el problema más importante de salud pública de los próximos 50 años”, predice Heather E. Whitson, geriatra de la Facultad de Medicina de la Duke University.
Cuidados compasivos
Kim Batcheller, un abogado jubilado que vive en Portland, Oregón, recuerda cómo se le debilitó la pierna derecha a medida que envejecía. Le empezó a doler cuando caminaba. La cojera se le empeoró. Temía que algún día ya no podría movilizarse por sí mismo. Era debido a una lesión deportiva antigua, y los médicos le dieron pocas esperanzas de mejorarse. Por último, a medida que su preocupación aumentaba, buscó a un geriatra. El nuevo médico le mandó un tratamiento completo, que incluía ejercicios de fortalecimiento y electricidad para estimular los nervios de la pierna más débil.
Y sorprendentemente, funcionó. “Hace seis años, me hubiera costado trabajo caminar una cuadra”, dijo Batcheller, quien ahora tiene 76 años. “La espalda me dolía. No tenía energía. No quería salir. Ahora puedo caminar tres millas”. Una cuidadora dijo que después de que la memoria de su madre se deterioró, el cuidado más compasivo provino de un geriatra. “Muchos médicos simplemente la ignoraban y hablaban como si ella no estuviese ahí, y eso me molestó”, recordó Deanne Groves.
Un especialista en envejecimiento de una universidad local la envió al único geriatra que ejercía en ese momento en Monroe, su pueblo en el noreste de Luisiana. “Me emocioné mucho al saber que de hecho teníamos uno”, dijo. “No hay muchas personas con quienes me tropiezo que están familiarizadas con ese término”.
El geriatra no pudo resolver los problemas de memoria de su madre, pero la trató con respeto. “Él se sentaba a su lado y le preguntaba cómo estaba hoy. Decía: ‘Quiero tratar de hacerte sentir mejor. Quiero intentar que tengas días buenos lo más que se pueda’”.
Jane Potter, jefa de geriatría en el Centro Médico de la University of Nebraska, dijo que cuando una nueva persona llega a su consultorio, ella busca respuestas para ciertas preguntas: “¿Quién es este paciente? ¿Qué es lo que le interesa? ¿Qué es lo que le molesta? ¿Cuáles son sus metas?”.
Cómo encontrar a un geriatra
Incluso con la escasez, hay más de 7,000 geriatras certificados en Estados Unidos. ¿Pero cómo encuentras uno?
Internet es un buen lugar para comenzar. La Sociedad Estadounidense de Geriatría (en inglés) ofrece información en línea. Y puedes obtener conocimientos generales sobre este campo al visitar el sitio web de esta sociedad.
También puedes buscar en línea a un geriatra local (en inglés).
Y si todavía te cuesta trabajo encontrar alguno, comunícate con el hospital o centro médico universitario más cercano, que podría tener geriatras entre su personal. O puedes llamar a una sociedad médica local.
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