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Cuidar de un ser querido es una labor costosa

Para los cuidadores familiares es alto el precio que sale de su bolsillo.

Cuidar de un ser querido es una labor costosa - Mujer joven abraza a una mujer mayor

Getty Images

Los cuidadores familiares pagan un promedio de $6,954 de su bolsillo en gastos relacionados con la prestación de cuidados.

In English | Las recompensas de cuidar a un ser querido que necesita nuestra ayuda pueden ser considerables. Es una oportunidad de retribuir, de ofrecer cierta forma de rentabilidad de la inversión cariñosa que alguien alguna vez hizo en nosotros. Es una oportunidad de ayudar a preservar la calidad de vida de una persona a la que le cuesta completar las tareas cotidianas de la vida. Es la felicidad de saber que estamos facilitando la vida de otra persona, aligerando sus cargas y asegurando que no esté sola.


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Los cuidadores familiares ofrecen su ayuda gratuita con cariño y contribuyen su tiempo, su energía y con frecuencia, su propio bienestar. Lo que hacen tiene un valor emocional incalculable y un mérito social enorme.

En el pasado, AARP ha calculado lo que la sociedad pagaría por la labor que los cuidadores familiares con tanto gusto donan: en el 2013, aproximadamente 40 millones de cuidadores familiares prestaron 37,000 millones (37 billion) de horas de cuidados con un valor estimado de unos $470,000 millones ($470 billion) (en inglés) a sus padres, esposos, parejas y otros seres queridos adultos.

El valor económico estimado total del cuidado no remunerado prestado por cuidadores familiares en el 2013 superó el gasto total de Medicaid ($449,000 millones [$449 billion]) y casi igualó las ventas anuales ($469,000 millones [$469 billion]) de las cuatro empresas estadounidenses más grandes de tecnología combinadas (Apple, Hewlett-Packard, IBM y Microsoft).

Lo que no hemos incluido en los cálculos anteriormente es la cantidad significativa de dinero que los cuidadores familiares frecuentemente gastan de su propio bolsillo como parte de su contribución. Un estudio nuevo de AARP, “Family Caregiving and Out-of-Pocket Costs: 2016 Report, estima que los cuidadores familiares pagan un promedio de $6,954 de su propio bolsillo en gastos relacionados con la prestación de cuidados, casi el 20% de sus ingresos anuales.

Los gastos de bolsillo son aún mayores entre los cuidadores hispanos o latinos ($9,022 al año, que representa el 44% de sus ingresos). Los cuidadores afroamericanos informan tener gastos parecidos a los de los cuidadores blancos, pero eso representa un porcentaje mucho más alto de sus ingresos: el 34% en comparación con el 14%. 

Para cubrir esos gastos adicionales, muchos cuidadores familiares se ven obligados a recortar sus propios gastos. Reducen lo que ahorran para la jubilación, lo que gastan en el ocio, salir a cenar y vacaciones, y muchos han utilizado sus ahorros personales y jubilatorios. El informe completo se puede ver en www.aarp.org/caregivercosts (en inglés).

Está claro, los cuidadores familiares se merecen un poco de ayuda. La ley bipartidista Credit for Caring Act (ley de crédito tributario para los cuidadores familiares, en inglés) ayudaría a darles parte del respaldo financiero que necesitan, con un crédito tributario federal de hasta $3,000 para los que cumplen con los requisitos. AARP y otras organizaciones nacionales apoyan este proyecto de ley.

Cada uno de nosotros tiene la oportunidad de prestarles a los cuidadores otras formas de ayuda: preparar una comida, lavar la ropa, hacer diligencias, rastrillar las hojas... cualquier ayuda cariñosa y amistosa que reduzca sus listas interminables de cosas por hacer.

Ellos se merecen —y aprecian— todo lo que les podamos dar.