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Poder notarial para asuntos financieros

El poder notarial ofrece la seguridad de que tus finanzas están en buenas manos.

In English | A través de un poder notarial, tu papá—mamá o la persona a quien cuidas— puede designar a alguien para que lo ayude con los asuntos financieros, o lo represente si perdiera la capacidad de hacerlo por sí mismo. Un poder notarial le puede dar a tu ser querido la tranquilidad de saber que alguien de su confianza tendrá la autoridad de tomar decisiones financieras en su cuenta, cuando él —o ella— ya no pueda hacerlo.

Si tu ser querido perdiera la capacidad de decisión sin haber preparado un poder notarial, su familia podría tener que recurrir a procesos legales largos y costosos solamente para designar un tutor o custodio que tome las decisiones.


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¿Qué es un poder notarial?
Un poder notarial es un documento escrito en el que el “principal” (tu ser querido, por ejemplo) designa a un tercero, conocido como “apoderado”, para que lo represente en determinadas circunstancias.

El principal decide el grado de responsabilidad que desea transferir al apoderado. Puede otorgarle una serie de potestades —como, por ejemplo, el acceso a cuentas bancarias, la firma de declaraciones de impuestos, la venta de acciones y la administración de bienes inmuebles, o limitar su autoridad a una única transacción—. La designación del apoderado debería ser en función de sus necesidades previsibles.

El principal también decide desde cuándo podrá ejercer el apoderado las potestades otorgadas y hasta cuándo podrá hacerlo. Dependiendo de las circunstancias, el principal podrá elegir uno de los siguientes poderes: un poder notarial convencional, un poder notarial condicional o uno duradero.

Tipos de poderes notariales

Un poder notarial convencional entra en vigencia cuando el principal lo firma, y caduca cuando esa persona queda mentalmente incapacitada.

Un poder notarial condicional entra en vigencia solamente cuando tiene lugar una situación específica, como que el principal quede incapacitado para decidir por sí mismo. Un poder de este tipo debe ser redactado cuidadosamente, con el fin de evitar cualquier dificultad al  determinar con precisión cuándo ha tenido lugar la situación “condicionante”.

Un poder notarial duradero entra en vigencia al ser firmado, y continúa vigente mientras viva el principal, salvo que él mismo lo cancele. Por lo general, esta es la mejor opción, porque mantiene su vigencia incluso después de que el principal quede incapacitado para tomar sus propias decisiones. Y a diferencia del poder condicional, nadie tiene que preocuparse para determinar cuándo entra en vigencia.

Tu ser querido podrá seguir manejando sus finanzas incluso después de firmar un poder notarial, pero si pierde la capacidad para tomar decisiones, entrará en escena el apoderado.

Todos los poderes notariales caducan al fallecer el principal. A partir de ese momento, el apoderado no podrá tomar decisiones en su nombre.

Cómo elegir a un apoderado
Tu ser querido debería elegir a alguien en quien confíe por completo para administrar sus finanzas, alguien que pueda asumir esa responsabilidad. El apoderado podría ser un cónyuge, un hijo adulto, un hermano o un amigo cercano. Asimismo, tu ser querido debería designar a un apoderado suplente o alternativo para que asuma la función en caso de que el designado no pudiera hacerlo.

Anímalo a reunirse con un abogado que pueda crear el documento en función a los requisitos exigidos en su estado. Una vez que tu ser querido haya firmado un poder notarial, debería entregar una copia a cada institución financiera en la que tenga una cuenta.

Si tu ser querido quiere que el apoderado maneje sus cuentas bancarias, debería conseguir el formulario de autorización y el registro de firmas del banco. Darle acceso a su apoderado a la cuenta bancaria no es lo mismo que hacerlo figurar como cotitular de la cuenta. El apoderado podrá extraer fondos solamente en beneficio del principal, y el dinero que permanezca en la cuenta formará parte del patrimonio del principal.

Recuerda que el apoderado no es dueño de ninguna pertenencia del principal; solamente tiene autoridad para tomar decisiones respecto de esas pertenencias cuando el principal no pueda hacerlo.

Se puede cancelar o revocar un poder notarial en cualquier momento, ya sea rompiéndolo, redactando y firmando uno nuevo o sentando por escrito que desea cancelarlo. En caso de revocarlo, deberá notificar al apoderado.

Si tu ser querido te pide que seas su apoderado, siéntate con él, conoce bien su situación financiera actual: cuentas bancarias, préstamos, cuentas de tarjetas de crédito, inversiones, y pólizas de seguros, entre otros.