El exembajador de las Naciones Unidas Bill Richardson convirtió en su misión liberar a los rehenes

Bill Richardson, gobernador, diplomático y activista político, probablemente sea mejor recordado como el estadista que dedicó sus últimos años a liberar a los rehenes y a los prisioneros políticos en todo el mundo. Fue uno de los líderes latinos más populares y carismáticos del Partido Demócrata.

Richardson, a menudo, intervenía cuando el oficialismo no podía cerrar el acuerdo para lograr que las personas fueran liberadas de las prisiones en países que abarcaban desde Corea del Norte hasta Myanmar y Rusia. Y la mayoría de las veces, lo lograba. En la década de 1990, también fue instrumental en conseguir un acuerdo para poner fin a los enfrentamientos en Darfur, en Sudán, y ayudó a defender las conversaciones nucleares con Corea del Norte. Sus esfuerzos le dieron múltiples nominaciones al Premio Nobel de la Paz.

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En una de sus últimas misiones, en diciembre del 2022, Richardson ayudó a negociar la libertad de la estrella de baloncesto de la WNBA Brittney Griner, quien fue encarcelada en Rusia. Hizo un trato en el 2020 para liberar al veterano de la Marina de EE.UU. Michael White de Irán; en el 2021, para liberar al periodista estadounidense Danny Fenster de una prisión de Myanmar, y el año pasado negoció con éxito un intercambio de prisioneros en Rusia por el veterano de la Marina Trevor Reed.

Después de servir durante 14 años como miembro de la Cámara de Representantes de EE.UU. y como secretario de Energía y embajador de EE.UU. ante las Naciones Unidas bajo el presidente Bill Clinton, Richardson fue elegido gobernador de Nuevo México en el 2002 y reelegido en el 2006 por un segundo mandato. Describió ser gobernador como “el mejor trabajo que he tenido”.

En el 2007, Richardson compitió por la nominación demócrata a la presidencia. El Washington Post usó la cita “Estaba hablando con mi madre, y dije: 'Mamá, me estoy postulando para presidente'”, que Richardson dijo durante una parada de campaña en Phoenix en el 2007. “¿Presidente de qué?”, se acordaba él que ella le preguntó en español. Después de abandonar la carrera, Richardson lanzó su apoyo a Barack Obama.