Exijamos precios más bajos en los medicamentos recetados
In English | AARP le pide al Congreso que proteja a los adultos mayores y a todos los contribuyentes de la manipulación de precios de las grandes compañías farmacéuticas. No existe ninguna razón por la cual las personas en Estados Unidos deban pagar los precios más elevados del mundo por los medicamentos recetados.
El año pasado, AARP logró evitar que los cabilderos de las compañías farmacéuticas rompieran un acuerdo para terminar con el período sin cobertura (o "doughnut hole") de Medicare Parte D un año antes, lo que reduciría los costos de los medicamentos para los adultos mayores. AARP también apoya la Creating and Restoring Equal Access to Equivalent Samples (CREATES, Ley de creación y restablecimiento del acceso igualitario a muestras equivalentes), la cual evitaría que las compañías farmacéuticas retrasen la entrada al mercado de medicamentos genéricos asequibles.
Desafíos futuros
La sencilla razón por la que los precios de los medicamentos son tan caros es porque nadie evita que las compañías farmacéuticas cobren esos precios elevados. En Estados Unidos se permite que los fabricantes de medicamentos establezcan sus propios precios, sin existir transparencia en el proceso. Y las compañías farmacéuticas, que gastan miles de millones de dólares en mercadeo y cabildeo, son empresas públicas que se preocupan por sus propias ganancias. A menudo se centran en los medicamentos que generarán más ganancias, y por eso se encuentran entre las empresas públicas más rentables del país.
Otros factores que contribuyen a ello: las compañías farmacéuticas extienden las patentes para tener monopolios más largos; los médicos recetan medicamentos con los que están familiarizados —gracias al mercadeo dirigido a los profesionales de la salud por parte de los fabricantes de medicamentos— y la incapacidad de Medicare para negociar los precios.
Los precios desmedidos hacen que los medicamentos recetados importantes estén fuera del alcance de los adultos mayores que los necesitan. Las personas con cáncer, asma y diabetes tienen problemas para pagar los medicamentos que les salvan la vida.
Además, los costosos medicamentos recetados podrían llevar al alza en las primas del seguro médico, los deducibles y los costos compartidos para todos en el país. Los precios altos también aumentan los costos de los programas financiados por los contribuyentes, como Medicare y Medicaid. Esto se traduce en impuestos más altos y recortes a los programas públicos que afectan a las personas en Estados Unidos.
Principios rectores de AARP
Al considerar a un candidato, mantén en mente los principios rectores de AARP sobre los precios de los medicamentos recetados:
- Se debería permitir que Medicare negociara los precios de los medicamentos recetados, lo cual ahora está prohibido por ley. Se debe autorizar al secretario de Salud y Servicios Humanos a permitir que Medicare utilice el poder de negociación de sus 60 millones de beneficiarios para negociar precios más bajos, en particular para los medicamentos de marca de precios altos.
- Permitir la importación de medicamentos. Las personas en EE.UU. pagan los precios más altos del mundo por los medicamentos recetados. Deberíamos aumentar la competencia al permitir la importación segura de medicamentos menos costosos pero igual de seguros.
- Aumentar la transparencia de precios. Los fabricantes de medicamentos pueden cobrar lo que quieran por sus productos sin tener que dar explicaciones. Esto tiene que parar.
- Acelerar la comercialización de medicamentos genéricos. Los fabricantes de medicamentos de marca juegan con el sistema para extender sus patentes o aprovechar las lagunas jurídicas para evitar que los medicamentos genéricos salgan al mercado. Tenemos que poner fin a esas prácticas.