Para transformar la vejez, céntrate en la salud, la riqueza y en ti mismo

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Hoy en día la gente vive más y con más salud.

In English | En la actualidad no es socialmente aceptable ignorar, ridiculizar o estereotipar a las personas por razón de sexo, raza, religión u orientación sexual. ¿No es increíble que las personas no dudan en hacer cualquiera de estas cosas por razón de edad?

Especialmente en una época en la que vivimos vidas más dinámicas por más tiempo, ¿cómo podemos dejar pasar la discriminación por edad sin protesta?

No podemos, por eso estoy en una misión para “transformar el envejecimiento” (en inglés). Deseo desafiar las creencias y los estereotipos obsoletos e inspirar nuevas soluciones para que un mayor número de personas puedan elegir cómo desean vivir y envejecer. Necesitamos luchar contra las actitudes y percepciones de discriminación por edad que están presentes en nuestra sociedad, dan forma a nuestra cultura y algunas veces contaminan nuestra autopercepción.

No pretendo que el proceso de envejecimiento no nos afecta, porque sí lo hace. Pero es hora de poner al envejecimiento en su debida perspectiva. Las personas y la sociedad necesitan efectuar cambios principalmente en tres áreas: la salud, la riqueza y en sí mismos.

Salud

La atención médica necesita reparación. Necesitamos una estrategia integrada que se centre en el bienestar como lo más importante en nuestras vidas. En mi opinión, necesitamos cuatro cambios principales:

1. Debemos centrarnos en mantenernos saludables mental y físicamente, no en el deterioro físico y mental
2. Debemos centrarnos en la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y el bienestar, y no principalmente en tratamientos
3. Debemos ser usuarios empoderados, no pacientes dependientes, del sistema de atención médica
4. Debemos tener un acceso fiable, no un acceso incierto, a la atención médica

A medida que nos esforzamos por tomar control de nuestra propia salud, comenzamos a responsabilizarnos por ella. Buscamos mejores datos para hacer mejores elecciones y buscamos recursos que nos ayuden a efectuar cambios que aumenten nuestro bienestar físico y mental, y no solo traten nuestras enfermedades. Así es como se transforma el envejecimiento.

Riqueza

En la actualidad vivimos vidas más activas y ocupadas durante 20 a 30 años más que nuestros abuelos. Esto requiere más recursos financieros. Por eso no es sorprendente que una de las cosas que más tememos es quedarnos sin dinero.

Escandaliza pensar que más de la mitad de todos los hogares que se aproximan a la jubilación no tienen ahorros jubilatorios en absoluto, y que el Seguro Social es la fuente de la mayoría de los ingresos jubilatorios de aproximadamente la mitad de todos los hogares encabezados por personas de 65 años o más.

Ha llegado la hora de cambiar la conversación —o en muchos casos, comenzar una— sobre cómo prepararnos económicamente para nuestra vejez.

Una nueva visión holística de cómo financiar nuestro futuro se expande de ahorrar para la jubilación a mejorar nuestra adaptabilidad económica a lo largo de nuestras vidas. La meta no es solamente no pasar dificultades económicas o solo subsistir, es tener los medios para lograr cumplir las metas y el propósito de nuestras vidas.

Nosotros mismos

Debemos cambiar la forma en que nos vemos cuando envejecemos; es decir, ir del envejecimiento como deterioro al envejecimiento como un crecimiento continuo.

Muchas personas mayores se sienten echadas a un lado. Es importante que desarrollen un sentido de propósito y una autoimagen positiva. La meta es desarrollar confianza en cómo navegar las transiciones de la vida —y considerarnos como una parte integral de la sociedad— en vez de sentirnos aislados de la sociedad. A medida que diseñamos nuestras vidas, necesitamos una nueva actitud, nuevas habilidades y, quizás lo más importante, valor. Demasiadas personas resisten las transiciones que llegan con la edad y nunca se permiten disfrutar quiénes son. Te insto a aceptar tu edad y ser valiente. Una vez lo hagas, te liberarás y podrás aprovechar toda tu experiencia y sabiduría para diseñar la vida que deseas vivir.

En realidad pienso que la edad y la experiencia pueden expandir las posibilidades de la vida para cada miembro de nuestra sociedad. Cuando aceptamos la vejez como algo que esperamos en lugar de algo que tememos, podemos comenzar a descubrir las posibilidades a nuestro alcance para convertirnos en la persona que siempre quisimos ser. Comenzamos a construir una sociedad donde se aprecia a las personas por quienes son y no se les juzga por su edad.

Espero que te unas a mí en esta labor para transformar el envejecimiento.

Jo Ann Jenkins es la directora ejecutiva de AARP.

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