En todo el mundo, se crean nuevas soluciones para combatir la pobreza en la vejez

También estoy hablando de evitar la gran fuga que ocurre cada año: la jubilación y el [subsiguiente] abandono del mercado laboral de algunos de los trabajadores con más experiencia y conocimientos. Este es un fenómeno que afecta a los países de ingresos bajos y medios, pero también a los países desarrollados, pero no tanto a Estados Unidos, donde no existe una edad de jubilación obligatoria a nivel federal. Me interesa mucho esta flexibilidad que se ofrece para elegir cuándo jubilarse. Tal vez hay lecciones que aprender de ello.

Además de luchar contra la discriminación y hacer que las reglas del mercado laboral sean más flexibles, también debemos asegurarnos de implementar soluciones digitales en nuestros sistemas [de atención médica y prestación de cuidados] y depender más de la tecnología y la inteligencia artificial, ya que además del envejecimiento de la población, también hay una falta de trabajadores en el sector [de la atención médica y la prestación de cuidados]. Para que esto tenga éxito, tenemos que apoyar a las empresas privadas que ofrecen soluciones adaptadas a las necesidades de los adultos mayores. Esto es cierto también para los países de ingresos bajos y medios, donde las empresas emergentes con conocimiento de las necesidades locales pueden proporcionar soluciones únicas y valiosas.

Las desigualdades a menudo pueden acumularse a lo largo de la vida de una persona. Reducir las desigualdades que experimentan los adultos mayores podría requerir esfuerzos para aliviar las disparidades que las personas enfrentan cuando son jóvenes.

¿Cuáles son algunos ejemplos de intervenciones u otras prácticas que ha visto en su trabajo que muestran cómo las naciones pueden abordar las desigualdades con anticipación para prevenir las desigualdades en la vejez?

Šuica: Suelo decir que todos estamos envejeciendo desde el día en que nacemos, y la reducción de las disparidades de la vejez también debería comenzar lo antes posible. Un buen ejemplo sería garantizar que todos los niños tengan una nutrición adecuada y una alimentación saludable en las escuelas. Otro sería promover el ejercicio y los estilos de vida saludables. Una de las maneras de lograrlo sería haciendo que la participación en los deportes sea accesible y asequible para todos.

En el lugar de trabajo, la brecha de género en las pensiones entre hombres y mujeres persiste en todo el mundo. Las mujeres ganan salarios más bajos y con frecuencia no tienen la posibilidad de trabajar tantas horas como los hombres, por lo que acumulan pensiones más bajas con el paso del tiempo. Esto también se debe a sus responsabilidades como cuidadoras, tanto con respecto al cuidado de los niños como de los miembros mayores de su familia. En la UE (Unión Europea), hay 17 millones de mujeres cuidadoras y solo 450,000 hombres que desempeñan este papel. Esto lleva a desigualdades significativas, ya que las carreras de las mujeres a menudo se ven afectadas negativamente.

La Comisión Europea ha reconocido esta problema y bajo mi liderazgo propuso un paquete de asistencia que tiene como objetivo proporcionar instalaciones [de prestación de cuidados] adecuadas y asequibles. Un resultado importante de esto será que más mujeres que se ven afectadas por las responsabilidades del cuidado informal podrán ingresar o regresar al mercado laboral. Por lo tanto, en este caso, estamos hablando de inversiones en infraestructura e instalaciones a nivel nacional, pero también a nivel local, ya que los jardines de infancia y los centros de cuidado infantil a menudo se financian con los presupuestos locales.

En algunas naciones, la falta de acceso a internet de alta velocidad, atención médica y otros servicios en las zonas rurales del país puede limitar las oportunidades de los adultos mayores para trabajar o vivir una vida plena.

¿Por qué es importante que las naciones garanticen que las comunidades rurales tengan igual acceso a la tecnología y otros servicios disponibles en las comunidades urbanas?

Šuica: Si bien las zonas rurales representan el 80% del territorio de la Unión Europea, solo un tercio de nuestra población vive en zonas rurales. Esto significa que el argumento comercial a favor de brindar servicios a estas áreas es bastante débil cuando se busca atraer inversiones privadas. Es mucho más rentable ofrecer internet de banda ancha en áreas urbanas, donde una línea de fibra óptica puede servir a muchos más clientes que en áreas rurales.

Aquí es donde [el Gobierno y los legisladores] deben intervenir y ofrecer incentivos para garantizar que las áreas rurales estén conectadas. Porque en el mundo de hoy, la conectividad digital es clave. Es necesaria para acceder a servicios financieros, hacer citas, acceder a información e ideas nuevas, así como para la educación. Incluso es necesaria para el cuidado de la salud, ya que se pueden ofrecer varios servicios simples o básicos de manera remota. Sin internet de banda ancha, la brecha entre las zonas rurales y urbanas solo se ampliará.

En la UE, nos hemos comprometido a conectar todas las comunidades rurales y a proporcionar internet de banda ancha a todas nuestras áreas rurales. Estamos proporcionando financiamiento a través de diferentes fondos, incluidos los fondos del desarrollo rural y fondos de la política de cohesión. También estamos apoyando a las empresas emergentes locales para ofrecer soluciones innovadoras para la conectividad que no siempre requieren grandes inversiones en infraestructura.

En última instancia, esto también beneficiará a los miembros mayores de nuestras comunidades, porque cuando las personas más jóvenes abandonan las áreas rurales, ellos son los que permanecen en estas zonas. Su bienestar exige que abordemos estos asuntos de manera integral.