Por qué es importante Medicare

La difusión de la noticia acerca de las revisiones de Medicare propuestas por Ryan despertó temor entre los 57 millones de beneficiarios que cuentan con el programa para cubrir los gastos de sus medicamentos recetados, consultas médicas y hospitalizaciones. Los demócratas hicieron frente común en su contra. También motivó las protestas de organizaciones defensoras de los derechos de los consumidores, entre ellas AARP.

Lo que todavía está por verse en enero, cuando el Congreso se reúna de nuevo y el presidente electo asuma su cargo, es cómo se cumplirán las promesas de proteger Medicare hechas por Trump durante su campaña dado que los legisladores de la Cámara de Representantes están resueltos a reformar el popular programa de atención médica. Trump contribuyó a la incertidumbre al postular como jefe del Departamento de Salud y Servicios Humanos al presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, Tom Price (republicano por Georgia). Price ha sido defensor de la estrategia de Ryan respecto a Medicare, denominada por sus partidarios como un "subsidio de primas" y censurada por sus críticos como un "sistema de cupones". El sitio web de Trump plantea más preguntas sobre sus planes para Medicare. Declara que desea "modernizar Medicare", una frase que se considera frecuentemente una clave en Washington para el tipo de cambios que  Ryan quisiera llevar a cabo.

Al cierre de la edición, Trump todavía no había hecho ningún comentario posterior a las elecciones sobre Medicare. Pero en una entrevista con ABC News el 4 de diciembre, el vicepresidente electo Mike Pence señaló que Trump "dejó claro durante la campaña que vamos a cumplir nuestras promesas respecto al Seguro Social y Medicare".

La estrategia de Ryan  

Las revisiones del programa Medicare propuestas por Ryan, una versión de las cuales fue aprobada por la Cámara de Representantes, que está controlada por republicanos, cambiarían fundamentalmente cómo funciona Medicare.

Desde su creación en 1965, Medicare ha sido un programa de "beneficios definidos", que garantizan cierto nivel de cobertura médica. En la actualidad el programa paga un 80% de los costos asociados con las consultas médicas y las hospitalizaciones. Los beneficiarios son responsables de pagar la prima mensual, los copagos y los deducibles anuales.

Ryan transformaría Medicare de un programa de "beneficios definidos" a uno de "contribuciones definidas". En vez de un nivel de cobertura garantizado, se establecería una cantidad fija en dólares para pagar las primas de seguros que comprarían los beneficiarios de Medicare de compañías del sector privado (por eso es que Ryan lo denomina un "subsidio de primas"). El plan de Ryan también aumentaría la edad en que se tendría derecho al programa, de 65 a 67 años.

Ryan, expresidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, desea limitar lo que gasta el Gobierno en Medicare. En el 2015, el 15% del presupuesto federal fue destinado a Medicare, una proporción que se supone incrementaría a medida que aumente el número de beneficiarios. "Las reformas que estamos considerando no afectan los beneficios de aquellas personas ya jubiladas o a punto de jubilarse", dijo Ryan el mes pasado. "Pero para los que formamos parte de las generaciones más jóvenes, si nos mantenemos en el camino actual, no estará allí para nosotros".

Una creciente oposición

Los defensores de los consumidores también desean abordar los crecientes costos del sistema de atención médica, como Medicare. Pero sostienen que la estrategia de Ryan reduciría bastante la cobertura que necesitan tantos y cargaría con los costos a muchos que viven con ingresos fijos y siguen luchando en la sombra de la Gran Recesión.

Aunque Ryan afirma que el subsidio anual sería mayor para las personas de bajos ingresos, los críticos dudan que dicho subsidio pueda mantenerse a la par de los crecientes costos de los seguros. El resultado, dicen los críticos, es que los beneficiarios se responsabilizarían de una mayor parte de la carga financiera —o dejarían de obtener la atención médica que necesitan—. Aunque Ryan también dice que a los participantes se les permitiría seguir en el programa tradicional de Medicare, los críticos sostienen que su estrategia está diseñada para aumentar gradualmente los gastos de bolsillo del programa y llevar a que los beneficiarios se cambien a planes privados sin un nivel garantizado de cobertura.

Los oponentes también afirman que hay mejores opciones para ahorrar. Una de las más populares es permitir que Medicare negocie los precios de los medicamentos recetados directamente con los fabricantes de medicamentos. El cambio ayudaría al Gobierno federal a controlar un gasto que representa $1 de cada $6 que gasta Medicare. Según una encuesta realizada por la Kaiser Family Foundation en el 2015, más del 80% de los encuestados apoyaban dicha idea. Como candidato, Trump también respaldó la idea, otro posible punto de fricción con los republicanos de la Cámara de Representantes, que en general se oponen a esta, al igual que la industria farmacéutica.

El impacto de la revocación de Obamacare

Trump y los líderes republicanos coinciden incondicionalmente en que lo primero que harán será revocar la Ley del Cuidado de la Salud a Bajo Precio, conocida también como Obamacare. Los líderes republicanos del Congreso desean realizar el voto de revocación en enero, para poder tener una propuesta de ley sobre el escritorio del presidente tan pronto asuma el cargo.

Aunque no ha recibido mucha atención, una revocación completa de Obamacare eliminaría los beneficios de Medicare creados por la ley. Entre otras cosas, la ley mejoró el pronóstico económico de Medicare al disminuir el aumento de los gastos y tomar medidas para controlar el fraude, el desperdicio y los pagos excesivos. También permitió que millones de beneficiarios de Medicare recibieran servicios preventivos gratuitos, como vacunas contra la gripe y pruebas para la detección del cáncer y la diabetes. Y entre los años 2010 y 2015, casi 11 millones de beneficiarios de Medicare ahorraron $20,800 millones ($20.8 billion) en medicamentos recetados —un promedio de $1,945 por persona— dada la reducción gradual del período sin cobertura conocido en inglés como el "doughnut hole".

Aunque Obamacare sigue siendo una ley polémica —en parte porque exige la compra de seguros médicos y porque han aumentado las primas de algunos planes—, las estipulaciones detalladas para Medicare han resultado populares con los beneficiarios.

La popularidad de Medicare  

A pesar de la época hostil que enfrenta el Gobierno federal, ciertos programas siguen gozando de un fuerte apoyo. Según una encuesta de Kaiser, el 77% de las personas afirman que Medicare es un programa "muy importante", justo menos que el nivel de apoyo del 83% para el Seguro Social.

Las garantías expresadas por la campaña de Trump para la protección de Medicare y el Seguro Social sin duda desempeñaron un papel en su victoria electoral, especialmente entre los votantes mayores. Según el Pew Research Center, aquellos de 65 años o más lo apoyaron con un 53% del voto, en comparación con el 45% para la demócrata Hillary Clinton. Habrá mucho en juego para ellos cuando el Congreso se reúna de nuevo.

Siguiente: Nuestro plan »