Principios para mantener la solidez del Seguro Social
Por casi 60 años, AARP ha luchado por el Seguro Social para asegurarnos de que las personas que trabajen duro y aporten reciban los beneficios que se han ganado.
In English | Es hora de actualizar el Seguro Social para el siglo XXI
Por casi 60 años, AARP ha luchado por el Seguro Social para asegurarnos de que las personas que trabajen duro y aporten reciban los beneficios que se han ganado. Es por eso que AARP lanzó 'Tomen una posición' (Take a Stand, en inglés), una campaña nacional que exige a todo candidato presidencial detallar su plan para actualizar el Seguro Social para el siglo XXI.
Fortalecimiento del Seguro Social
Por casi 80 años, las personas han contribuido al Seguro Social y han recibido al jubilarse los beneficios que se ganaron. Sin embargo, si no se hace nada para asegurar la solvencia económica del programa a largo plazo, los beneficios se recortarán aproximadamente un 25% en el 2034, según los pronósticos del último informe de los administradores del Seguro Social.
Mientras más se demoren nuestros líderes en actuar, más difícil será resolver el problema y menos tiempo tendrán los trabajadores para planificar su futuro. Ahora bien, con actualizaciones sensatas podemos cumplir la promesa que se les hizo a las generaciones futuras.
Nuestros principios del Seguro Social
Al planificar el futuro del Seguro Social, necesitamos mantener lo que funciona, actualizar y mejorar donde sea necesario, así como lograr estabilidad económica y la adecuación de los beneficios durante los siguientes 75 años y más allá. Nuestros principios para mantener la solidez del Seguro Social son:
- Lograr la suficiencia y la solvencia a largo plazo. El Seguro Social debe contar con el financiamiento necesario para garantizar su solvencia a largo plazo. Las propuestas sobre solvencia deben asegurar los beneficios significativos para las generaciones futuras.
- Reafirmar el carácter fundamental del Seguro Social. El programa debe seguir proporcionando una base estable para los ingresos jubilatorios. Debe seguir siendo un esfuerzo conjunto entre individuos, empleadores y el Gobierno federal. Además, debe mantener su papel de brindar protección a trabajadores y familias impactados por un fallecimiento o discapacidad. Todos los trabajadores cubiertos deben aportar equitativamente al programa y recibir beneficios.
- Asegurar las protecciones para quienes más las necesitan. Las reformas deben tomar en cuenta las necesidades de quienes más dependen del Seguro Social y de personas a las que les resulta difícil aplazar la jubilación.
- Reconocer el valor de los elementos esenciales del Seguro Social. El Seguro Social debe seguir recompensando el trabajo. Los elementos clave de la exitosa estructura del programa del Seguro Social deben preservarse: beneficios definidos y progresivos que no se pueden acabar mientras la persona aún vive; protección contra la inflación; y beneficios relacionados con los ingresos.
- Implementar mejoras para reflejar la fuerza laboral actual. Un programa del Seguro Social actualizado debe abordar los cambios demográficos y económicos de los últimos 80 años y responder a las necesidades de los beneficiarios futuros y sus familias.
- Garantizar la ecuanimidad. Los cambios al programa deben implementarse de manera gradual y deben proteger a los jubilados actuales y quienes están a punto de jubilarse.
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