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Cómo vencer tu miedo a la muerte

Dejar este mundo no tiene que ser atemorizante. Te decimos cómo afrontarlo.


Campo con flores iluminado por la luz del sol
Natalia Ganelin/Getty Images

Tenemos muchos eufemismos para la muerte: pasar a una mejor vida, estirar la pata, dejar de existir.

Los términos aportan algo de ligereza a un tema que muchos preferirían... dejar bajo tierra.

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"Si vas a obtener los beneficios de la vida, eso significa tener la desventaja de tener que morir algún día", dice Michael R. Edelstein, de 80 años, un psicólogo clínico en Tiburon, California. "Pero la mayoría de las personas no quieren morir, y algunas personas convierten eso en un miedo".

Te explicamos por qué tantos de nosotros pensamos sobre la muerte de la manera en que lo hacemos, y cómo cambiar nuestro miedo a lo inevitable en algo positivo.

¿Por qué nos cuesta tanto aceptar la muerte?

Generalmente vemos la muerte como algo malo porque nos hace sentir incómodos. Gary Wederspahn, de 84 años, un miembro de la junta directiva de Final Exit Network, una organización sin fines de lucro que educa a las personas sobre formas prácticas y pacíficas de terminar sus vidas, dice que es "casi un bloqueo mental; es [tan] desagradable pensar en la muerte". Wederspahn, quien vive en St. Paul, Minnesota, también es el cofundador del blog Good Death Society, que cubre temas como los desafíos y las elecciones al final de la vida, y nuevas formas de hablar entre nosotros en nuestros últimos días.

Piensa en la muerte como una celebración de la vida

Cuando el miedo se convierte en una fobia

Un miedo intenso a la muerte o al proceso de morir se llama tanatofobia, también conocida como ansiedad por la muerte. Los síntomas incluyen sentimientos intensos de pánico, temor o depresión al pensar en la muerte, y pueden dificultar el funcionamiento en el trabajo o en situaciones sociales, según la Cleveland Clinic. La psicoterapia puede ayudar permitiendo a las personas hablar y procesar su miedo y ansiedad.

Wederspahn, quien prestó servicio en el Cuerpo de Paz y fue consultor de comunicaciones interculturales antes de su jubilación, dice que en muchos otros países, "morir era simplemente una parte natural de la vida, y las personas tenían muy poca, si acaso alguna, inhibición al pensar y hablar sobre ello".

En México, por ejemplo, El Día de los Muertos es una celebración anual y alegre en memoria de los antepasados fallecidos.

Una costumbre como El Día de los Muertos reduce el miedo a morir normalizándolo, celebrando a los seres queridos fallecidos con una celebración alegre; se crea un velo muy delgado entre la vida y la muerte, dice Wederspahn.

Acostúmbrate hablando sobre la muerte

Si no eres parte de una cultura que celebra o discute abiertamente la muerte, ponte en situaciones donde puedas practicar exactamente eso. Wederspahn dice que idealmente, deberías hacerlo "en un ambiente seguro, con personas que se sientan más cómodas con la mortalidad".

Por ejemplo, los cafés de la muerte (death cafes) son lugares donde extraños se encuentran para tomar té y refrigerios y discutir temas relacionados con el final de la vida.

Wederspahn también recomienda los siguientes recursos:

  • El pódcast End-of-Life University, donde los expertos discuten rituales de muerte, cuidados para pacientes terminales y otros temas
  • El libro 7 Lessons for Living from the Dying: How to Nurture What Really Matters de Karen Wyatt, una médica que se especializa en centros para cuidados terminales, que trata sobre lo que ha aprendido de sus pacientes sobre la muerte
  • Los libros y el blog de la tanatóloga certificada (alguien que estudia la muerte, el duelo y la pérdida) Gail Rubin. "Me gusta el enfoque de Gail porque mantiene un sentido del humor al tratar temas potencialmente pesados ​​del fin de la vida", dice Wederspahn. ​

Incluye a las personas que se están muriendo en tu vida cotidiana

Hoy en día, los adultos mayores suelen ser atendidos en espacios con fines de lucro, separados de su familia y comunidad en hospitales, hogares de ancianos y luego, cuando mueren, en funerarias. "Pero necesitamos hacer más espacio para la participación de la familia y la comunidad, ya sea que eso signifique más tiempo con sus [seres queridos], crear rituales significativos o ayudar a proporcionar esos actos finales de cuidado. Necesitamos ayudar a las personas a hablar más abiertamente sobre la muerte y lo que conlleva morir", dice Sarah Chavez, de 53 años, directora ejecutiva y cofundadora del Death Positive Movement, un movimiento que comenzó en el 2011 para ayudar a las personas a hablar más abiertamente sobre la muerte, el morir y los planes para el final de la vida.

"Estamos tan alejados de saber cómo se ve la muerte ahora. Creo que fomenta que nuestras imaginaciones se vayan a volar", dice Chavez, quien reside en Los Ángeles.

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Comparte tus deseos para el final de tu vida, y anima a tus seres queridos a hacer lo mismo

Chavez señala que tendemos a planear muchos eventos importantes de la vida, como casarnos, comprar una casa, mudarnos después de la jubilación, pero descuidamos hablar con la familia y los amigos sobre cómo queremos recibir cuidados al final de la vida.

Ten esa conversación. Puede traer algo de consuelo, dice Chavez, quien dice que experimentar dolor mientras muere es uno de sus mayores miedos. Por ejemplo, la calidad de vida es más importante para ella que las intervenciones para mantener la vida, y se ha asegurado de que sus seres queridos lo sepan.

"Siempre digo que la planificación del final de la vida no debería ocurrir en el lecho de muerte", dice ella.

Planificar tu muerte es una forma de preservar tu autonomía personal, dice Wederspahn: "Si haces lo necesario para estar preparado de manera que tengas más opciones al final de la vida, pierdes algo de miedo [a que] otras personas se hagan cargo y tomen decisiones por ti y te traten de una manera que agrave el dolor de morir".

Encuentra una manera de mantener tu legado vivo

Cuando pensamos en cómo las personas que han muerto han impactado nuestras vidas, a menudo comenzamos a preguntarnos sobre la marca que podríamos dejar en los demás, dice Erin E. Emery-Tiburcio, una geropsicóloga (una psicóloga que se especializa en el envejecimiento y los adultos mayores), profesora y codirectora del Rush Center for Excellence in Aging en Chicago. "No podemos necesariamente controlar cómo impactamos el mundo o a otras personas, pero al menos podemos esforzarnos para que sea más probable que podamos dejar los legados que deseamos", dice Emery-Tiburcio.

Ya creas o no que estás cerca de la muerte, puede ser significativo compartir con tu familia los objetos y recuerdos que quieres que ellos aprecien y pasen a las siguientes generaciones después de que hayas fallecido. Si un sello distintivo de las fiestas para la familia es el pastel de la abuela, dice Chavez, asegúrate de que ella escriba esa receta para las generaciones más jóvenes. (Dependiendo de las circunstancias, incluso puede ser especial que la abuela hornee el pastel una última vez para que los pedazos puedan ir al congelador, señala).

Tener cartas escritas a mano de seres queridos que han fallecido para ser abiertas en cumpleaños y días de boda son otros tesoros que pueden mantener viva una conexión, dice Chavez.

Vive en el presente

Cheri Huber, autora de 81 años de The Fear Book: Facing Fear Once and for All, dice que las personas mayores de 50 años tienden a pasar demasiado tiempo pensando en cómo probablemente han vivido más de lo que les queda, solo para llegar a la conclusión de que no están felices, a pesar de haber pasado mucho tiempo en lo que pensaban que los iba a hacer felices.

Varios estudios de investigación han demostrado que cuanto más vivimos en el momento presente, menos sufrimos, dice Emery-Tiburcio.

"Resulta que los dos días en los que no podemos hacer nada son ayer y mañana", dice ella. "¿Cómo podemos disfrutar al máximo, o sacar el máximo significado, de hoy?".

Huber, que vive en Squim, Washington, sugiere ponerse en contacto con el momento presente redirigiendo la atención cuando el miedo se apodera. A veces, ella se enfoca en la naturaleza y señala, "Es un hermoso día soleado, el cielo está azul y despejado, los árboles son magníficos, el aire es fresco y dulce", dice. "Eso es lo que realmente está pasando".

Si todo lo demás falla, intenta afrontarlo con humor, dice Edelstein, quien sugiere recordar una cita a menudo atribuida al actor y director Woody Allen: "No tengo miedo a morir. Simplemente no quiero estar allí cuando suceda".

Acepta que parte de la muerte es lo desconocido

A los humanos les gusta saber qué esperar, y la vida después de la muerte, sin importar las creencias, sigue siendo un misterio. Eso significa que los pensamientos sobre la vida después de la muerte pueden provocar sentimientos de pánico o terror si tu religión amenaza con la condena eterna como castigo por hacer algo malo.

Emery-Tiburcio dice que las personas que no pueden dejar de pensar constantemente sobre la vida después de la muerte probablemente no encontrarán paz.

"Están intentando descifrar la respuesta a una pregunta que no tiene respuesta", dice Emery-Tiburcio. "¿Quién sabe cuánto tiempo nos podría quedar? Y si eliges pasar ese tiempo dándole vueltas al asunto, es probable que sufras". En cambio, Huber sugiere, "Pregúntate, '¿Es esto algo que querría que un niño de 4 años escuchara y creyera?' Y si no, si puedes ver la inocencia de ese niño, acabas de ver la tuya".

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