Vida Sana
A sus 55 años, Luis Enrique, uno de los cantantes que más glorias le ha dado a su Nicaragua natal, ha hecho casi de todo: cantar salsa con grandes leyendas de la música como Celia Cruz; llevarse a casa cuatro premios Grammy; poner a medio mundo a cantar con sus éxitos como “Yo no sé mañana”; e incluso incursionar en Broadway. Pero todavía llevaba un gusanito por dentro: quería debutar como escritor.
El sueño se hizo realidad este septiembre, gracias a la publicación de Autobiografía (HarperCollins Español), un testimonio de que los sueños, por lejanos que parezcan, se pueden vestir de realidad si quien los tiene se entrega a conquistarlos con pasión y constancia.
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¿Por qué escribir una biografía ahora, cuando apenas anda en los 50 años?
Yo venía hace mucho jugando con la idea de hacerlo, pero lo que impulsa a hacerlo ahora es la canción “Autobiografía”, porque ese tema abre la historia a mi vida personal. Fue la primera vez que hice una especie de sinopsis en tres minutos y medio de una canción de mi vida como inmigrante a Estados Unidos. Y por allí se abrió esa posibilidad de contar la historia completa, que data desde mi niñez hasta ese momento en 1978, cuando emigré a Estados Unidos, y todo lo que se vino después. Hablar de mi vida personal no es algo que he hecho en mi carrera. Nunca quise basar mi música ni nada en mi vida personal. Hay muchas cosas de las que nunca he hablado. Creo que para eso se requería madurez y estar seguro de lo que quería decir, como lo estoy ahora.
¿Cómo fue el proceso de escribir el libro y cuánto se tardó?
¡Me tomó mucho tiempo! El asunto de esto es que yo estaba acostumbrado a contar las cosas de una forma condensada, en canciones que duran minutos; además, eso me ayudaba a ser bastante discreto con lo que decía. Pero un libro, y sobre todo algo tan personal, resultó bien complejo y mucho más largo.
¿Cuál de esos recuerdos fue más difícil compartir?
Sobre todo la primera parte de mi niñez; es algo que muy poca gente sabe hasta ahora. Mi niñez fue muy difícil: mis padres estaban divorciados, no pude tener una buena relación con ellos en ese entonces; viví una guerra que se avecinaba a mi país y por allí se comienza a escribir la historia personal de un chiquillo que tiene que comenzar a escribir solo su vida, cuando otros a esa edad tienen quien la escriba con ellos.
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