¿Se pueden practicar artes marciales después de los 50 años?
¿Qué beneficios —y riesgos— conlleva? Artes antiguas para personas siempre jóvenes.
En el Japón de la posguerra se reúne un grupo de hombres jóvenes en uniformes blancos en una escuela de artes marciales. Hacen calistenia. Entra un anciano calvo; su barba parece la cola de un caballo blanco. No mide más de 5 pies 2 pulgadas, pero al enfrentarlo, cada joven es derribado.
Esta escena se repitió más de una vez en el famoso dojo de Morihei Ueshiba. Nacido en 1883, falleció a los 86 años, y fue uno de los más grandes artistas marciales, capaz de vencer a hombres de la edad de sus nietos. Lo hacía periódicamente en sus clases de aikido —“el camino de la energía y la armonía” en japonés— arte marcial creado por él luego de haberse entrenado desde la adolescencia en numerosas formas de lucha.
El brasileño Hélio Gracie, uno de los creadores del jiujitsu brasileño, hacía prácticas diarias cuando ya era nonagenario. Tanto Ueshiba como Gracie fueron artistas marciales desde la infancia. Pero, ¿es posible comenzar a practicar artes marciales después de los 50 años? ¿Será beneficioso?
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“Para el ejercicio no hay limitación a ninguna edad siempre que la persona esté saludable”, asevera el Dr. Carlos F. Rodríguez, médico familiar y de emergencias que ejerce en Springdale, Arkansas. Aunque, en el caso de quienes padecen de condiciones más serias, como una enfermedad cardiaca, Rodríguez recomienda consultar con un médico. O, por ejemplo, si padeces osteoporosis, él recomienda hacerte la prueba de densitometría ósea antes de comenzar a practicar cualquier deporte.
Un estudio (en inglés) hecho por la publicación British Journal of Sports Medicine (BJSM) en el 2004, basado en adultos de entre 40 y 60 años de edad que practicaban el arte marcial coreano de soo bahk do, similar al karate, encontró que sus practicantes “demostraban mayor capacidad aeróbica, balance, flexibilidad, resistencia muscular y fuerza, y menos grasa muscular que la gente sedentaria observada de la misma edad y género”. Otro estudio (en inglés) del 2011 publicado en el American Journal of Geriatric Psychiatry, mostró que practicar el tai chi puede ayudar a combatir la depresión en adultos mayores.
Elegir la disciplina y el lugar apropiados
¿Qué arte marcial es mejor para alguien de 50 años o más? ¿Acaso las artes marciales de contacto como el karate, kempo, o el tae kwon do, todas las cuales exigen trabajo a las articulaciones? ¿O las artes marciales basadas en la lucha, como el judo y jiujitsu?
“Cualquier área de las artes marciales que te motiva a comenzar es la correcta”, dice Stephen Whittier, quien enseña jiujitsu brasileño y boxeo tailandés en su escuela en Wareham, Massachusetts. “Siempre y cuando tengas entrenadores inteligentes y compañeros de entrenamiento que respeten y se acomoden a tus objetivos personales”.
Lily Pagle, de 64 años de edad, comenzó a practicar judo a los 41 años, en 1991, al igual que su esposo y sus tres hijos. Diez años después ella era cinturón negro en segundo grado y decidió comenzar a practicar BJJ, disciplina en que obtuvo un cinturón negro a los 61 años. Actualmente ella y su esposo dirigen su propia escuela de artes marciales en Berkeley, California.
Pagle recomienda comenzar despacio. “Rétate y empújate poco a poco, pero debes de conocer tus límites. Descansa bastante y recuerda que el dolor muscular puede demorarse un día en aparecer por lo que debes asegurarte de alimentarte bien y darte tiempo para recuperarte”, dice.
A su vez, Whittier enfatiza que el arte marcial debe practicarse en un ambiente auténtico para conocer cuáles técnicas funcionan y cuáles no, y lo que cada persona es o no capaz de hacer.
“Si tu objetivo es diversión, aprendizaje y ejercicio, debes evitar entrenar con alguien a quien sólo le interese pelear competitivamente”, advierte Whittier.
Entonces, ¿cómo se elige un gimnasio o dojo que se ajuste a tus necesidades?
Mucho depende del instructor, dice Whittier, que indica que las credenciales de cada instructor se pueden verificar en línea. Whittier sugiere que te hagas preguntas como: ¿Hay un ambiente acogedor? ¿El instructor se toma tiempo para entender tus necesidades individuales?
El instructor de judo Jeremy Bushong, quien tiene máster en ciencias del ejercicio de la University of Arkansas, en Fayetteville, recomienda visitar varias escuelas antes de decidirte por un arte marcial. “Habla con el instructor y pide permiso para mirar (o participar) en una clase. La mayoría de las escuelas ofrece una clase introductoria gratuita y todas deben permitirte al menos mirar. Busca una atmósfera que te haga sentir cómodo”.
Otro factor es tu propia actitud. Olvídate del orgullo, preocúpate más de aprender que de ganar, aconseja Whittier. Relájate y confía en la técnica más que en la fuerza. Así evitarás lesiones y avanzarás con más rapidez, agrega.
Pasos a seguir
- Consulta con un médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicios.
- Las artes marciales pueden ayudar a desarrollar resistencia, balance, flexibilidad, reducir la masa corporal y combatir la depresión.
- Visita varias escuelas antes de decidirte por una. Conversa con los instructores y fíjate si el ambiente es amigable, higiénico, seguro y divertido.
- El instructor debe saber crear un plan según tus necesidades y limitaciones. Tu crecimiento dentro de las artes marciales debe ser gradual.
- Siempre confía en la técnica más que en la fuerza.
- ¡Diviértete!
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