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7 motivos por los cuales los cónyuges y las parejas mienten sobre el dinero

Además: señales de advertencia y consejos para enfrentar el problema.

Ilustración de una pareja. La mujer duerme mientras el hombre tiene un grillete a una bola que dice deuda.

Ilustraciones de Adam Simpson

In English | Ya pasó una década, y Lisa*, que ahora tiene 60 años, todavía se pregunta, ¿por qué no me di cuenta?

En ese momento, llevaba una buena vida con su esposo, Andrew: un hogar espacioso en un barrio de Chicago, viajes al exterior y un hijo en una escuela privada.

Durante más de 15 años, Lisa, una doctora exitosa, le había confiado las finanzas de la familia a Andrew. El dinero era territorio de su esposo, así le dejó en claro a su asesor financiero.

Tal vez por eso el asesor esperó hasta que sus finanzas fueran un desastre total antes de llamar: “Lisa, ¿sabes lo que está haciendo tu esposo?” Andrew había gastado sumas enormes de sus ahorros en autos, guitarras y donaciones caritativas. Había tomado dinero prestado sobre el capital de su vivienda y su deuda de tarjetas de crédito ascendía a $250,000. Con mucho sigilo, casi acabó con el capital de ambos.

Lisa se divorció de él. Ambos tenían un trato amable. Sin embargo, el año pasado Andrew visitó a Lisa para pedirle algo. Debía $60,000 en tarjetas de crédito y tal vez tendría que vender una de sus preciadas guitarras. ¿Le podría ella prestar algo de dinero para sacarlo del apuro?

“Quedé boquiabierta”, dice Lisa. “Pensé, ¿puedo volver a divorciarme?

Cuando pensamos en la infidelidad, la mente va directo al dormitorio. Sin embargo, la infidelidad también puede afectar el bolsillo y la billetera cuando uno de los cónyuges gasta, toma prestado, retiene o esconde dinero sin decirle a su pareja. Ese tipo de infidelidad financiera puede dañar un matrimonio tanto como la infidelidad sexual, o incluso más. Una mujer de 70 años recuerda que se enfureció con su esposo porque había tomado prestadas decenas de miles de dólares en secreto: “Me dijo ‘¿No recibo crédito por serte fiel?’ y yo dije ‘¡No!’ Habría preferido que tuvieras relaciones con una pasante. Eso, por lo menos lo habría entendido”.

Tal vez pienses que cuanto mayores somos y más tiempo estamos casados, más difícil es esconder un gran secreto financiero. Pero no es así: un importante estudio reciente que se publicó en el Journal of Consumer Research (en inglés) encuestó a personas de 19 a 83 años, y encontró índices de infidelidad financiera similares entre los extremos. (La infidelidad también fue uniforme entre los distintos géneros y situaciones económicas). “Acabo de hablar con una clienta de 61 años que estuvo casada 28 años. Su esposo renunció a su trabajo y viajó con fondos que había transferido de sus inversiones conjuntas a una cuenta de PayPal que abrió a su nombre”, dice Jan G. Valecka, planificadora financiera de Dallas. “Él también heredó dinero de su madre en el 2015 y mi clienta nunca se enteró”.

La tecnología ha facilitado la infidelidad financiera, señala Jenny Olson, profesora de comercialización de Indiana University y coautora del nuevo estudio. El servicio de banca móvil se puede utilizar sin que haya pruebas documentales de estados de cuenta, y por las compras en internet se envían recibos por correo electrónico y no impresos. “Hay miles de ejemplos”, advierte.

En Estados Unidos, las personas mayores son especialmente vulnerables si su pareja es deshonesta con el dinero. “Hay menos tiempo para recuperar los ahorros”, indica Lili Vasileff, planificadora financiera de Greenwich, Connecticut, quien se especializa en finanzas relacionadas con divorcios. “Además, sin duda tal vez estés más cerca de jubilarte”.

Señales de advertencia

Abogados especialistas en divorcio y un experto en fraude comparten consejos para identificar la infidelidad financiera

William Beslow, abogado (Sus clientes incluyen a Nicole Kidman)

“De pronto ves que los estados de las cuentas bancarias ya no se envían a tu casa. O que tu cónyuge ha abierto una casilla de correo a donde se envían los estados de cuenta de las tarjetas de crédito”.

Raoul Felder, abogado (Sus clientes incluyen a Rudy Giuliani)

“Si los estados de cuenta financieros llegan y él dice ‘Yo me ocupo’. Puedo entender que el esposo no quiere que la esposa sienta ansiedad por motivos de dinero… pero tienes que dejar que todo [se vea]”.

Laura Wasser, abogada (Sus clientes incluyen a Angelina Jolie)

“Tu cónyuge no te permite tener contacto con tu contador. Te sorprendería mucho saber a cuántas personas he visto de entre 50 y 60 años que nunca han firmado una declaración de impuestos, a pesar de haber estado presentando declaraciones de impuestos conjuntas durante todo su matrimonio”.

Pamela Meyer, examinadora de fraudes (Autora de Liespotting)

“Cambian las contraseñas de tus cuentas en línea y tu cónyuge no te avisa”.

Donald Schiller, abogado (Sus clientes incluyen a Robert Pritzker)

“Cosas fuera de lo común. Transacciones inusuales que no esperarías, como retiro de grandes cantidades de dinero en efectivo, o si tu cónyuge abre nuevas cuentas solo a su nombre”.

— por Emily Paulin


Engaños que las parejas admiten cometer

El 24% ocultan compras o recibos

El 23% mienten sobre un precio que pagaron

El 22% gastan dinero en los hijos sin decirles al cónyuge

El 19% dicen que compraron en oferta aunque pagaron el precio regular

El 11% retiran dinero de los ahorros en secreto

El 11% obtienen una tarjeta de crédito nueva en secreto

El 7% ocultan deudas 

El 4% ocultan un aumento o una bonificación

Fuente: “Financial Infidelity in Couple Relationships,” Journal of Financial Therapy, 2018. Los participantes fueron 414 parejas en Estados Unidos.

La infidelidad financiera parece estar muy extendida. Una encuesta del 2018 a cargo de Harris Poll (en inglés) descubrió que el 41% de las personas en Estados Unidos que combinan sus finanzas con las de un cónyuge o pareja admiten alguna forma de mal comportamiento. Una proporción incluso mayor de personas en relación de pareja —alrededor del 75%— indica que la relación se ha afectado a causa de un engaño financiero. 

Ciertos gastos ocultos pueden no llegar a ser una infidelidad financiera, por ejemplo, el Frappuccino cotidiano del que no le cuentas a tu cónyuge. Otras indulgencias ocasionales tal vez sean simplemente delitos menores. “Definitivamente, saqué los zapatos de la caja antes de que mi esposo llegara para que no supiera que había estado de compras”, admite Moira Lawson, de 60 años, ejecutiva en política de salud de Baltimore.

En el otro extremo del continuo están las ofensas más importantes; acciones que, cuando detonan, amenazan la seguridad financiera de la pareja. Podría tratarse de tomar prestados o gastar miles de dólares, o hacer trampa en los impuestos sin que el cónyuge se entere. Podría incluso significar conspirar para perjudicar las finanzas futuras del cónyuge actual, señala un asesor financiero. Algunos de los esposos de sus clientas establecieron su residencia en secreto en estados que no disponen una cantidad mínima para la manutención de hijos o conyugal, de modo que no tendrían que pagar si el matrimonio se acaba.

Los expertos en finanzas, los terapeutas y los abogados especialistas en divorcio concuerdan: los motivos de la infidelidad financiera tienden a ubicarse en varias categorías básicas. Aquí incluimos siete de ellas.

1. Adicción

El desencadenante pueden ser las drogas, las compras, las apuestas y casi cualquier tipo de compulsión para la que hace falta dinero. “La adicción, y la vergüenza que la acompaña, es uno de los motivos más comunes de infidelidad financiera”, señala Jane Greer, psicoterapeuta de la ciudad de Nueva York y autora de How Could You Do This to Me?: Learning to Trust After Betrayal.

Carol, una maestra de 61 años de Nueva Jersey, dice que una vez que su esposo, Steve, superó su adicción a las drogas, la reemplazó con el hábito de hacer compras: “Teníamos más de $30,000 en deudas y yo vendía libros para juntar para la tarifa del tren y poder ir a trabajar, y en el fondo del clóset encontraba etiquetas con precios de la ropa de diseñadores famosos que Steve compraba en secreto. Era como encontrar botellas vacías si tu esposo es alcohólico”.

2. Venganza 

La infidelidad financiera puede constituir una venganza cuando un cónyuge se siente traicionado. Tom, un ejecutivo de ventas de 63 años de Miami, dice que su esposa se enfureció cuando él tuvo un revés financiero. “Cuando le pedí que economizáramos un poco, actuó como si yo estuviera quebrando mis votos matrimoniales”, recuerda. Ella comenzó a gastar sobremanera e incluso alquiló un BMW sin decirle nada, hasta que Tom decidió que la única posibilidad de mantener la solvencia era el divorcio. “Detuvo la hemorragia”, señala.

3. Presión social

En este mundo enloquecido por Instagram, donde parece que todos tienen una vida mejor que la tuya, la escasez de dinero puede sentirse como una desgracia que hay que ocultar. Robin lo aprendió cuando ella y Mark, ambos de entre 50 y 60 años, habían salido algunos años y luego comenzaron a compartir el departamento que Robin tenía en Nueva Jersey. “Él era un hombre de negocios encantador, muy bien vestido”, recuerda Robin. “La casa que había tenido con su primera esposa era fantástica”. Sin embargo, luego cayó la máscara de Mark. Estaba en la bancarrota. Su trabajo en ese momento era prácticamente ilegal. “No creo que estuviera intentando estafarme”, dice Robin. “Pero me engañó por completo”.

4. Valores diferentes

Las parejas mayores con frecuencia no están de acuerdo sobre el apoyo a los hijos adultos. “Todos sabemos que es muy difícil ver luchar a nuestros hijos”, advierte la abogada Jacqueline Newman, de la ciudad de Nueva York, autora de The New Rules of Divorce: Twelve Secrets to Protecting Your Wealth, Health, and Happiness. “Entonces, uno de los cónyuges mantiene al hijo en secreto”. Hace poco trabajó en el divorcio de una pareja que tenía un hijo adulto desempleado, a quien la esposa había estado dando dinero en secreto. Cuando el esposo se enteró, él suspendió los pagos al hijo —incluso cuando el hijo tuvo que dormir en el auto— hasta que consiguió un empleo. “Sin duda, era un auto muy bueno”, agrega Newman. “Pero el tema es que durante el matrimonio, el hijo había sido una gran causa de secretismo y mentiras entre los padres”.

5. Ansiedad

El acaparamiento compulsivo o el gasto en secreto pueden satisfacer una necesidad emocional profunda, indica Ed Coambs, terapeuta de matrimonios y familias de Matthews, Carolina del Norte, quien trabaja con parejas que tienen crisis financieras. Explica que con frecuencia, esta conducta no es solo una cuestión de engaños sino un mecanismo de adaptación que viene de la infancia. Por ejemplo, las personas que ocultan dinero pueden provenir de familias que tienen finanzas de auge y de ruina, sin saber nunca si se darían la gran vida o escatimarían. Señala que de adultos tal vez vuelvan a tener la mentalidad emocional de la infancia.

6. Relaciones extramatrimoniales 

La infidelidad sexual y la financiera pueden darse juntas con facilidad, en parte porque el dinero de los gastos incidentales tiene que venir de algún lado, y en secreto. Sin embargo, incluso si el dinero para pagar el sexo extramatrimonial no proviene de un mal comportamiento financiero, Vasileff señala que con frecuencia se vinculan. “Es más fácil ser infiel en general”, señala, “porque las mentiras crean un aislamiento en la relación”.

7. Autopreservación

“A veces, si tu pareja es muy controladora, no puedes razonar con ella”, observa Greer. “Al desviar dinero, no solo te ocupas de ti mismo sino que también te separas emocionalmente de una situación difícil. Varios pacientes con los que trabajo han filtrado dinero que recibieron para los gastos de la casa en secreto para pagar las sesiones de terapia”.


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Una pareja que engaña con el dinero te puede hacer sentir traicionado y tonto. “Si estás casado, piensas que tú y tu pareja son un equipo”, indica una mujer que a los 60 años se enteró de que su esposo había tomado prestados más de $100,000 en secreto. “Pero cuando hay infidelidad financiera, es como si los dos estuvieran en un bote agujereado, y tú remas desesperadamente mientras tu pareja está sentada detrás de ti, haciendo hoyos”.

Además, puede que te toque pagar por los pecados de tu cónyuge. Con pocas excepciones, ¿esa deuda que tu esposo acumuló apostando a los caballos? La mitad es tuya, indica el abogado especialista en divorcio James Sexton, de la ciudad de Nueva York. (Si el IRS te busca porque tu esposo mintió en su declaración de impuestos sin que tú supieras o tuvieras motivo para saberlo, tal vez te puedas librar del problema).

Si sospechas que tu cónyuge ha sido infiel con las finanzas, Greer recomienda que el primer paso es hablarle a tu pareja sobre tu preocupación de un modo afectuoso, lo más humanamente posible. “No se empieza con un ‘tú’ acusatorio”, señala. “En cambio, con ‘He estado pensando X. Me preocupa Y. Así es como me he estado sintiendo’”. Greer añade que “Puedes estar furioso. Sin embargo, aunque esté justificado, tu enojo probablemente solo siente la base para que haya más mentiras”.

William Beslow, abogado especialista en divorcios de Nueva York, recomienda pedir ver los documentos financieros, tales como registros bancarios, facturas de tarjetas de crédito o estados de inversiones. “Tal vez solo haga falta un análisis más práctico de los documentos y la información”, señala, para confirmar o calmar tus temores.

Obtén informes de crédito tuyos y de tu pareja. Si sospechas que está mintiendo, estos informes son herramientas eficaces para saber si se ha sacado algún préstamo que no reconoces en cualquiera de sus nombres. Si tienes un asesor financiero con quien nunca hablas porque es responsabilidad de tu cónyuge, ustedes tres deben tener una conversación que podría ser dolorosa.

Si bien las infracciones financieras graves pueden terminar en divorcio, las parejas pueden sobrevivirlas y lo logran. Este fue el caso de Sharon, una antigua ejecutiva de Los Ángeles que ahora tiene 60 años. Al principio de su matrimonio, ella tuvo un romance extramatrimonial, pero ella y su esposo Travis permanecieron juntos. Años después, cuando ninguno de los dos tenía trabajo, Travis fue responsable de que perdieran casi todas sus pertenencias, que estaban guardadas en un depósito, porque no había pagado las cuotas mensuales. Luego, intentó ponerse al día, pero no se atrevió a decirle a Sharon hasta que fue demasiado tarde. Si bien todavía tienen problemas con las finanzas, permanecen casados. “Debo perdonarlo”, dice ella, “como él me perdonó años atrás”.

Después de todo, una relación no se trata solo de dinero, aunque el dinero puede decir mucho de una relación. Después de que Carol se divorció de su esposo adicto a las compras, se enamoró de Alex, quien hoy es su esposo. Dice que una de las cosas que la atrajo a Alex fue el respeto que él tenía por los puntos de vista de ella, incluso, y fundamentalmente, sus puntos de vista sobre el gasto y el ahorro de dinero. “Fue entonces que me di cuenta de lo poco que me habían cuidado en mi primer matrimonio”, revela Carol. “Alguien que no considera el modo en que su comportamiento financiero afecta a su pareja no se comporta con amor”.

*Se han modificado algunos de los nombres y detalles identificativos de este artículo.

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