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El Institute of Lifetime Learning (Instituto de aprendizaje de por vida) de AARP prueba que la educación no tiene límite de edad

Los cursos ofrecen la oportunidad de explorar nuevas habilidades e intereses.

Gente mayor practicando mecanografía en un aula

AARP

El Institute of Lifetime Learning (Instituto de aprendizaje de por vida) de AARP lideró una revolución de actitudes y oportunidades en la educación para adultos.

In English | La idea de que “la vida es un viaje, no un destino” inspiró la creación del Institute of Lifetime Learning de AARP.

La fundadora de AARP, la doctora Ethel Percy Andrus, anunció la creación del Instituto el 24 de mayo de 1963, mientras testificaba ante el Comité de Educación y Trabajo de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a favor de la Adult Education Act (Ley de educación para adultos) de 1963. Al llamarlo un “gran experimento”, afirmó que el nuevo servicio sería “una escuela informal en la que se ofrecerían cursos a nuestros socios para satisfacer sus necesidades intelectuales, y afianzar sus habilidades y talentos”.

El Institute of Lifetime Learning de AARP abrió sus puertas el 1 de septiembre de 1963 en un edificio contiguo a la sede principal de AARP en Dupont Circle en Washington D.C. Se estableció como un proyecto de demostración para documentar el interés de las personas mayores en la educación y su deseo de mantenerse al corriente de los cambios que afectan toda la sociedad. La idea era crear programas que se pudieran duplicar donde quiera que las personas mayores quisieran seguir sus intereses y adquirir nuevas habilidades. 

El Instituto ofrecía tres tipos de actividades:

  • Lecciones públicas que integraban presentaciones de hechos e ideas con la participación de la audiencia. Los temas incluían arte, salud mental, política, negocios, filosofía y religión.
  • Seminarios de intereses especiales, dictados por expertos académicos, que forjaban la comprensión y la apreciación más amplias de algún tema o conjunto de ideas.
  • Capacitación en “habilidades prácticas y pasatiempos” para ayudar a los estudiantes a “continuar el estímulo personal y extender el servicio útil a la comunidad”. Estos incluían apreciación musical, fotografía y floristería.

Con base en el éxito del piloto, el Instituto abrió una segunda sede en Long Beach (California) en 1965 y una tercera en St. Petersburg (Florida). Para aumentar su alcance más allá de estos salones de clase, el Instituto lanzó “Let’s Listen to Lifetime Learning” (Escuchemos el aprendizaje de por vida), en el que las grabaciones de las clases estaban disponibles en estaciones de radio para que se transmitieran en todo el país.

El Instituto desempeñó una función importante en una revolución nacional de actitudes y oportunidades relacionadas  con la educación y las personas mayores de Estados Unidos. La educación ya no sería vista como un beneficio y una responsabilidad solo para los jóvenes. La educación formal ya no sería vista como una experiencia de 12 a 16 años, sino como una experiencia de toda la vida.

“Los deseos de aprender (para ser pioneros en la adquisición de nuevas habilidades y capacidades, para ampliar los límites personales de la comprensión, para refrescar la mente con nuevas ideas y conceptos, y para lograr nuevas metas de conocimiento) no tienen restricción de edad”.

—Dra. Ethel Percy Andrus, fundadora de AARP

En 1968, el Instituto amplió su alcance para ofrecer servicios de consultoría a los capítulos de AARP y a unidades de la Retired Teachers Association (RTA, Asociación de Maestros Jubilados) que querían formar sus propios Institutes of Lifetime Learning. El capítulo de AARP en San Antonio (Texas) fue el primero; en 1973 (el décimo aniversario del Instituto) había 23 Institutos de “extensión”.

El siguiente paso fue un acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos para que AARP asumiera la responsabilidad de programas subvencionados del Institute for Lifetime Learning en parques, escuelas, centros de recreación y otras organizaciones locales en todo el país. En su punto máximo, había aproximadamente 140 Institutes of Lifetime Learning afiliados a AARP.

A finales de la década de los 70, las comunidades de toda la nación comenzaron a promocionar programas de educación para adultos por medio de los sistemas escolares y las escuelas comunitarias de formación técnica locales. Las universidades de cuatro años invitaban a los adultos mayores a asistir a sus cursos como oyentes con tarifas reducidas. El “gran experimento” de la doctora Andrus fue exitoso. En 1977, el Institute of Lifetime Learning de AARP cerró sus escuelas y comenzó a darles toda la responsabilidad a los patrocinadores locales de sus Institutos de extensión subvencionados.

En los siguientes 10 años, el Instituto adoptó métodos menos tradicionales. Lanzó un programa de minicursos apropiados para el hogar, los centros comunitarios y en cualquier lugar donde las personas quisieran aprender. En cada edición de Modern Maturity (la revista bimensual de AARP en esa época) aparecía un artículo del minicurso sobre un tema particular. Las personas interesadas podían pedir folletos de estudio al Instituto sin ningún costo. Cada folleto incluía una copia del artículo, una bibliografía, autoexámenes y sugerencias para estudiar. El programa también ofrecía un paquete de actividades para los moderadores de la discusión. En 1984, los socios de AARP ordenaban 60,000 folletos de minicursos al año.

Además de ofrecer los minicursos, el Instituto les dio becas a personas que deseaban participar en el programa Elderhostel, y trabajó conjuntamente con el Smithsonian Institution para ofrecer seminarios y talleres a los adultos mayores.

Hoy en día, se pueden encontrar talleres, seminarios por internet, eventos y habilidades de vida en la página de aarp.org/academy (en inglés).