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Calorías invisibles en la comida rápida o congelada


Consejos claves para la dieta

Unos cuantos cambios sencillos pueden tener un impacto enorme en el consumo de calorías.

  • Reconsidere comer en restaurantes. Lleve su almuerzo al trabajo, planifique las reuniones para evitar la comida e invite a sus amistades a comer en casa.
  • Sáquele el jugo calórico a su dinero. Debe centrar su dieta en el consumo de los alimentos de alta nutrición, tales como las frutas, los vegetales, las nueces, semillas y la proteína sin grasa.
  • Limite las calorías líquidas. Los refrescos azucarados y las bebidas alcohólicas pueden ser enormes fuentes de calorías.
  • Planifique su plato. Mentalmente, divida el plato a la mitad, llene una mitad con frutas y vegetales, una cuarta parte con alimentos integrales o de tipo fécula, y la parte restante con proteína sin grasa. Muchas personas subestiman la cantidad que consumen, por eso debe probar servirse en un plato más pequeño.

Si está contando calorías, no confíe mucho en el recuento de calorías indicado en la etiqueta de la comida envasada o el sitio de internet de su restaurante favorito. Según un estudio realizado recientemente por Tufts University, esos datos pueden ser imprecisos o bastante imprecisos. Es un resultado problemático, dado que las nuevas leyes de salud que entran en vigor el año entrante le exige a un amplio número de restaurantes y empresas publicar el valor calórico de las comidas que venden.

Por lo general, quedaron sin declarar un promedio de 18% de las calorías de los platos servidos en los restaurantes de comida rápida, y un promedio de 8% de las calorías de las comidas envasadas  —aunque según el estudio, un 21, 28 y hasta un 200% de las calorías de algunas otras comidas, incluso las comidas de dieta, quedaron sin declarar—.

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Pero antes de enfadarse con las compañías, considere: según el gobierno federal, un margen de error de hasta un 20% es admisible bajo la legislación vigente para el rótulo nutricional. Por ejemplo, una comida de dieta congelada de 200 calorías puede en realidad tener 240 calorías —una diferencia quizás insignificante, pero en definitiva una cantidad que puede sabotear sus esfuerzos para perder o hasta mantener su peso si come comida congelada varias veces por semana—.

Las calorías invisibles se suman

Susan Roberts, profesora de nutrición de Tufts University e investigadora principal del estudio, afirma que estas “calorías invisibles” representan un verdadero problema para las personas mayores de 50 años que vigilan su peso. “Comer un 10% de calorías de más de lo que se piensa estar comiendo representa un aumento de 10 a 20 libras por año”.

De hecho, Roberts ideó el estudio cuando no podía bajar de peso mientras investigaba su propio libro para perder peso, The Instinct Diet (La dieta del instinto). Las dos trayectorias de menús que presenta el libro permiten a los que están a dieta elegir entre comer en casa o comer la comida envasada o de restaurante. Roberts perdió peso al seguir la trayectoria de comer en casa, pero cuando seguía la de comer fuera, dice “Dejé de perder peso por completo”. Sospechosa de los recuentos de calorías declarados de las comidas preparadas que comía, decidió ponerlos a prueba en el Tufts' Energy Metabolism Laboratory (Laboratorio de Metabolismo Energético de Tufts University).

No puede contar con los recuentos de calorías

Roberts y su equipo investigador encontraron aproximadamente un 18% de más calorías que las declaradas en las comidas servidas por 29 restaurantes tradicionales o de comida rápida, y también un promedio de un 8% de más calorías que las declaradas en 10 comidas congeladas compradas en los supermercados. Algunos de los platos de los restaurantes tenían hasta el doble de las calorías declaradas —otras comidas tenían menos calorías que las declaradas—.

Muchas de las comidas se promocionaban como comidas de dieta. Los investigadores encontraron que los camarones con pasta fina de Lean Cuisine, por ejemplo, tenían un 28% de más calorías que las declaradas en el etiquetado del envase, mientras que el pollo en salsa de limón y hierbas de Weight Watchers tenía un 21% de más calorías que las declaradas. La de mayor abundancia en calorías: la sémola de maíz con mantequilla de Denny's, que según el estudio empacaba un desproporcionado 200% de más calorías que las declaradas.

¿Cómo calculan las calorías?

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Tras el estudio, estas compañías han vuelto a examinar la información nutricional de sus productos y han actualizado los recuentos de calorías que publican. Un comunicado preparado de Denny’s también apuntó que los cocineros preparan la comida fresca y pueden ocurrir variaciones. Añadió la compañía, “A todos los restaurantes se les permite un 20% de flexibilidad en cuanto a los recuentos de calorías que comunican dado que las porciones y los ingredientes de la comida pueden variar… en la preparación del plato”. El representante de Lean Cuisine planteó un punto similar: “Dado a que existe una variabilidad natural en los ingredientes, los datos en nuestras etiquetas pueden variar hasta un 20%”.

El margen de error

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Ese margen de error de un 20% es admisible, según los reglamentos de la U.S. Food and Drug Administration (FDA, Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) para el etiquetado de los alimentos. Un alimento se considera estar incorrectamente etiquetado si el contenido nutricional “es mayor al 20% por encima del valor… en la etiqueta”, dice Siobhan DeLancey de la Oficina de Asuntos Públicos de la FDA.

Se permite un 20% porque las muestras de comida no son siempre iguales. Por ejemplo, miremos a una galleta con trocitos de chocolate y nueces. “Una galleta puede tener más trocitos de chocolate o nueces que otra, y por eso el perfil nutricional de esa galleta en particular puede cambiar”, informa DeLancey en un mensaje de correo electrónico. Aún más importante, añade, la metodología de pruebas “no tiene necesariamente un 100% de sensibilidad”.

Reaccionan Lean Cuisine y Weight Watchers

Ambos Lean Cuisine y Weight Watchers también comentaron que basan la información nutricional de sus productos en “el valor medio de un muestreo de acuerdo con los reglamentos gubernamentales”, según escribió la representante de Weight Watchers, Tracey Parsons, en un mensaje de correo electrónico. El estudio de la Tufts University puso a prueba solamente una muestra de comida de cada compañía o restaurante.

Para comprobar el valor calórico de las muestras de comida, Roberts y su equipo investigador midieron el calor producido al licuar la comida, liofilizarla y luego quemar el polvo resultante —de tal modo logrando obtener una medida del contenido energético, o calorías, de éstas—.

Lo que descubrieron, dice, es que muchas comidas “mixtas” —tales como las comidas envasadas de pollo con pasta o de carne con vegetales— tenían más calorías que las declaradas por los fabricantes. Según Roberts, esta inexactitud se puede atribuir al hecho que los fabricantes carecen del equipo necesario para medir las calorías; en su lugar, cuentan con los valores calóricos publicados en la base de datos del gobierno federal para cada ingrediente utilizado en la comida.

En las comidas mixtas, dice, las cantidades de cada uno de los ingredientes pueden ser imprecisas, por lo tanto los recuentos de calorías también lo pueden ser. Por ejemplo, Roberts y su equipo pusieron a prueba varias comidas congeladas de Lean Cuisine, Healthy Choice y Weight Watchers y encontraron que algunas tenían más calorías que las declaradas por los fabricantes en el rótulo nutricional. Se subestimaron algunas de las comidas. Según los investigadores, el pollo con ajo asado de Lean Cuisine, por ejemplo, tenía un 4% de menos calorías.

Roberts reconoce que al analizar una sola muestra, los investigadores no pueden concluir que están sistemáticamente erradas estas comidas. Aunque las diferencias en el número de calorías eran insignificantes en la mayoría de los casos, para las personas que tienen una meta calórica diaria con el fin de mantener o perder peso, incluso las diferencias ligeras pueden surtir un gran efecto.

Cuidado —si es mayor de los 50 años—

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¿La conclusión? Si usted tiene más de 50 años y vigila sus calorías, debe suponer que los recuentos de calorías de las comidas de los restaurantes y las comidas envasadas son mayores a los que están declarados en el menú o en la etiqueta, dice Roberts.

Disminuir el consumo de calorías no se trata sólo de mantenerse delgado —las investigaciones han demostrado que comer menos puede ayudar a las personas a vivir por más tiempo y hasta puede ayudar a prevenir enfermedades relacionadas con la edad—.

Otras trampas para los hombres y las mujeres mayores de 50 años

Las calorías invisibles se introducen furtivamente en la dieta de otras formas también, informa Dee Sandquist, representante de la American Dietetic Association (Asociación Estadounidense de Dietética). Las porciones de gran tamaño son la fuente principal de las calorías que consumimos sin darnos cuenta, nos dice.

“Después de los 40 años, necesitamos menos calorías cada década”, explica Sandquist. “Pero muchas personas, especialmente aquellas pasadas de los cincuenta, todavía no han disminuido el tamaño de las porciones”. A medida que envejecemos, dice Sandquist, se nos permiten menos calorías discrecionales —las calorías que podemos consumir además del número de calorías que necesitamos simplemente para mantener nuestro peso actual—. Para la mayoría de las personas, éstas representan aproximadamente un promedio de 100 calorías por día, dependiendo del nivel de actividad y otros factores, tal como la masa muscular que tenemos. Esas 100 calorías se pueden equiparar a esa galletita que acostumbramos a comer después de la comida o a la salchicha adicional que comemos en el desayuno.

Es esencial controlar nuestro peso a medida que envejecemos, dice Roberts, añadiendo que su laboratorio está realizando uno de los tres estudios fundados por los National Institutes of Health (Institutos Nacionales de la Salud) para investigar si la restricción calórica en los seres humanos aumenta la longevidad. Aunque los resultados todavía no se saben, Roberts sostiene que no hay duda que evitar el aumento de peso a medida que envejecemos es “sumamente útil” en la prevención de las enfermedades relacionadas con la edad tales como las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2, la presión arterial y otras.

Para bajar de peso, la vejez triunfa sobre la juventud

Y, nos dice, las personas mayores suelen ser más exitosas con las dietas.

“Para bajar de peso con éxito se necesita poder planificar y organizar”, dice Roberts —cosas que los adultos mayores han experimentado durante la vida—. Sus vidas suelen ser más ordenadas, añade, de tal modo que facilita la preparación de las comidas y el almacenamiento de los alimentos saludables en la casa.

Dara Chadwick escribe a menudo acerca de la salud y el bienestar.

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