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Guía de AARP para visitar el Parque Nacional Yosemite

Los gigantes secoyas, las enormes cataratas y El Capitán atraen a los naturalistas, los artistas y otros.

Vista del valle en el Parque Nacional Yosemite

Allard Schager/Getty Images

In English | En la Sierra Nevada del este de California, el Parque Nacional Yosemite abarca una superficie de 1,200 millas cuadradas, con colinas y valles tallados por glaciares, ríos y lagos, y acantilados de granito que parecen rozar el cielo. El parque, que reúne algunos de los atractivos naturales más impactantes y emblemáticos de la Tierra, está repleto de puntos de singular importancia: las cataratas de Yosemite, a una altura de 2,425 pies, que figuran entre más altas del mundo; las paredes verticales de El Capitán, de 3,000 pies de altura, que cubren uno de los monolitos más grandes del mundo; y la arboleda Mariposa, cuyas secoyas de 200 pies de altura, con troncos de 25 pies de diámetro, son los seres vivos más gigantes del mundo y datan de hace 3,000 años.

Por su belleza, el parque ha servido de inspiración para destacados naturalistas, fotógrafos y deportistas. El naturalista John Muir escribió extensamente sobre sus viajes por Yosemite, e incluso abogó por su designación como parque nacional, objetivo que, con su ayuda, se logró en 1890. "Ningún templo construido por manos humanas puede compararse con Yosemite. Cada piedra de sus paredes parece resplandecer llena de vida", escribió Muir. Ansel Adams, por su parte, tomó en el parque algunas de sus fotografías más conocidas y escribió lo siguiente: "El valle de Yosemite es, para mí, siempre un amanecer, un brillo de verde y una maravilla dorada en una inmensa estructura de piedra y espacio". Lo que alguna vez fue su estudio fotográfico es, hoy día, una galería y tienda en el parque. En fechas más recientes, los populares documentales The Dawn Wall y Free Solo se inspiraron en las asombrosas hazañas de montañismo realizadas en El Capitán por Tommy Caldwell y Alex Honnold.

Pero no es necesario practicar deportes extremos ni ser un legendario artista para disfrutar lo mejor de Yosemite. Sus famosos lugares de interés pueden apreciarse desde numerosos miradores de fácil acceso. Por medio de visitas guiadas y programas educativos a cargo de los guardaparques, puedes adentrarte en el fascinante mundo natural del parque. Además, se ofrece una gran variedad de actividades, entre ellas el senderismo, el ciclismo, el golf y el esquí.

El parque, que recibe a 4.5 millones de visitantes cada año, no es nada desconocido, y el circuito turístico del valle de Yosemite es bastante concurrido en el verano. No obstante, el 95% del parque lleva la designación de tierra silvestre no desarrollada, así que no faltan las oportunidades de salir de las áreas concurridas y disfrutar de la naturaleza, sobre todo en fechas fuera de temporada.

Mapa de California muestra la ubicación del Parque Nacional Yosemite

Getty/AARP

Ubicación: parte este de California

Superficie: 759,000 acres

Picos más altos: monte Lyell, a 13,114 pies

Punto más bajo: río Merced, a 2,105 pies

Millas de senderos: 800 millas (20 millas pavimentadas)

Atracciones principales: El Capitán, Half Dome, secoyas de la arboleda Mariposa, cataratas de Yosemite

Costo: $35 por vehículo, con vigencia de siete días consecutivos (el pase anual para personas mayores cuesta $20)

Mejor forma de verlo: caminar hasta los miradores desde los autobuses

Cuándo ir para evitar multitudes: en invierno y a principios de primavera

Planea tu visita

Yosemite se encuentra a unas 200 millas por carretera al este de San Francisco y a 300 millas al noreste de Los Ángeles. Algunos visitantes arriban a los aeropuertos de Sacramento (del cual Yosemite queda a 175 millas hacia el sureste) o de Reno (a 150 millas hacia el sur).

Se puede acceder a Yosemite por cuatro puntos de ingreso: la entrada Big Oak Flat, en la parte noreste, sobre la carretera CA-120 (por Groveland); la entrada Arch Rock, en el oeste, sobre la carretera CA-140 (por Mariposa); la entrada sur, sobre la ruta 41 (por Oakhurst y Fish Camp); y la entrada Tioga, en la parte este, sobre la carretera CA-120, por Lee Vining (esta última está cerrada entre mediados de noviembre y fines de mayo, aproximadamente). La cuota de ingreso es de $35 por vehículo (el pase anual para personas mayores cuesta $20).

Los visitantes suelen concentrarse en el valle de Yosemite (en inglés), ubicado en la parte central del parque, donde se halla la mayor parte de los alojamientos e instalaciones, así como los miradores a orillas de las carreteras, desde los cuales se pueden apreciar las emblemáticas atracciones, como El Capitán, Half Dome y las cataratas de Yosemite. Por lo tanto, el parque a veces se llena de gente en la temporada pico de verano, con exceso de tráfico, estacionamiento y alojamiento insuficientes, y senderos y miradores abarrotados. Considera visitar el parque fuera de temporada, para evitar las multitudes y para ver el parque con otra perspectiva. En la primavera, las cascadas y ríos de Yosemite alcanzan su caudal máximo. Durante el otoño, el valle se viste de un follaje vibrante y colorido, mientras que el invierno nos trae un paraíso invernal de praderas y picos cubiertos de nieve y cobijados por la tranquilidad. "El mejor momento para visitar el parque, en mi opinión, es entre mediados de septiembre y fines de octubre. En esas fechas los días aún son largos, el tiempo es agradable, y las hojas de los árboles son vistosas... todo ello sin las multitudes del verano", afirma Scott Gediman, funcionario de asuntos públicos de Yosemite, quien ha vivido en el parque desde hace 24 años.

Los autobuses del sistema de transporte gratuito recorren tres rutas: el circuito principal dentro del valle de Yosemite; entre el centro de visitantes sur (South) y la arboleda de secoyas Mariposa; y un enlace entre el valle y las praderas de Tuolumne en el sector norte del parque.

Puedes evitar el tráfico y los problemas de estacionamiento, así como ahorrar dinero, si tomas un autobús del sistema YARTS para llegar al parque. Existen cuatro rutas de YARTS que conducen a los cuatro puntos de ingreso, con salidas programadas desde diversas ciudades y hoteles. El costo del boleto de ida y vuelta varía de $9 a $34 (con un descuento de aproximadamente el 50% para los pasajeros mayores de 62 años), según la distancia recorrida, e incluye el ingreso al parque.

La cobertura celular y GPS es limitada dentro del parque, por lo que se recomienda llevar un mapa impreso (disponible en cada entrada), para que no te pierdas por no tener señal. Se ofrecen conexiones wifi a los huéspedes de los hoteles de Yosemite, así como al público en la cafetería Degnan's Kitchen (ubicada en el valle) y en las dos sucursales de la Biblioteca del Condado de Mariposa que se encuentran en el parque.

Yosemite tiene cuatro estaciones climáticas muy distintas, y a veces coinciden todas ellas en un solo día, conforme cambian las condiciones en las montañas, por lo que se recomienda vestirse con varias capas de ropa. Las temperaturas en verano pueden superar los 100 grados en los puntos bajos del valle y en los alrededores del embalse Hetch Hetchy; en cambio, el invierno trae temperaturas mínimas de menos de 30 grados, a veces con nieve profunda y cierres de carreteras.

Dónde alojarse y comer

Existen muchas opciones de alojamiento en el parque y sus alrededores, pero haz tu reserva mucho antes del verano, cuando la disponibilidad se agota rápidamente.

The Ahwahnee (en inglés), hotel emblemático del parque, ofrece confort y lujo —e impactantes vistas de las cataratas de Yosemite y del valle circundante— por un alto precio: sus 97 habitaciones y 24 cabañas cuestan desde $600 por noche ($495 fuera de temporada). A cambio de ese precio se ofrecen abundantes comodidades, entre ellas un lujoso comedor flanqueado por ventanales y adornado por candelabros —donde se sirve una clásica cena de filete de costilla— y su Great Lounge, cuyos sofás acojinados, junto a las llamas de la chimenea y un pianista clásico, lo hacen el sitio ideal para degustar una copa de coñac después de pasar el día al aire libre. Sus eventos gastronómicos y vinícolas en otoño e invierno son "especialmente populares entre los adultos mayores", dice Lisa Cesaro, directora regional de mercadeo del hotel.

En Half Dome Village se concentran distintas opciones de alojamiento en Curry Village (en inglés), con 403 cabañas de carpa de lona (con baños compartidos), 61 cabañas tradicionales y 18 habitaciones de motel. En su mercado se venden alimentos y otros productos esenciales, y se cuenta con restaurantes cercanos, entre ellos Meadow Grill (burritos de desayuno, hamburguesas, tazones de arroz y ensaladas) y Pizza Patio.

Tuolumne Meadows Lodge (en inglés), ubicado en las tierras altas centrales de Yosemite, ofrece un buen punto de partida para los senderistas en verano, con cabañas de carpa de lona y un comedor, también bajo carpa, donde se sirven sustanciosas comidas al estilo familiar.

Muchas familias y grupos prefieren alojarse en Yosemite Valley Lodge —un extenso complejo de 245 habitaciones cerca de la base de las cataratas de Yosemite— por sus precios asequibles y sus habitaciones más grandes para familias o con literas. En el Mountain Room se sirven bistec y mariscos, y se puede disfrutar de hermosas vistas de las cataratas, mientras que el área de comidas ofrece alimentos económicos estilo cafetería, así como un Starbucks.

A unas cinco millas de la entrada sur de Yosemite, se puede "viajar al pasado", según Cesaro, en Wawona Hotel (en inglés) (construido en 1856), un alojamiento al estilo victoriano con 104 habitaciones a precios razonables, cuyas parrilladas en los fines de semana del verano atraen a mucha gente.

Para alojamientos de autoservicio y estadías prolongadas, Scenic Wonders alquila más de 100 unidades vacacionales, algunas dentro del parque y otras en áreas circundantes. Las opciones varían desde cabañas rústicas y condominios básicos hasta casas de lujo de cinco habitaciones.

Yosemite es una meca para los campistas, con 1,400 lugares individuales en 15 campamentos ubicados en áreas amplias y poco boscosas del valle, así como en sitios más remotos en las tierras altas, a orillas de lagos y arroyos. Pero no esperes: las plazas de los campamentos suelen agotarse en el verano —se recomienda hacer tu reserva en recreation.gov con cinco meses de anticipación—, y los pocos campamentos que reciben a personas que no hayan hecho reserva generalmente quedan sin vacantes antes del mediodía. En nueve campamentos se permite el ingreso de vehículos recreativos, pero ninguno ofrece conexiones de servicios. Las tarifas son de entre $18 y $26 por noche en los campamentos que cuentan con agua corriente y baños, y de entre $6 y $12 en los sitios más básicos. Para acampar en áreas remotas, se requiere un permiso especial para zonas silvestres ($5 por la reserva, más $5 por persona); las reservas pueden hacerse por internet con hasta 24 semanas de anticipación, y se conceden por lotería durante períodos pico.

Nota: ten mucho cuidado a la hora de acampar; siempre guarda bien los alimentos para no atraer a los voraces animales oriundos de Yosemite.

Además de los ya mencionados restaurantes en los alojamientos de Yosemite, se puede ir a Degnan's Kitchen en Yosemite Village, donde se sirven comidas de cafetería y refrigerios, o a The Loft, en el segundo piso del mismo edificio, donde se sirven carnes a la parrilla y cerveza. Se venden suministros para pícnics y para acampar en las tiendas Village Store y Wawona Store, ubicadas en la parte sur del parque, así como en Tuolumne Meadows Store en el sector norte.

Dos ciclistas observan la cima de una montaña

Ezra Shaw/Getty Images

Qué hacer

Turismo: ningún visitante debe perderse "los grandes éxitos de Yosemite", según los llama Gediman: las emblemáticas atracciones de madera, agua y piedra por las que se conoce el parque. Desde miradores de fácil acceso a orillas de las carreteras, así como desde senderos pavimentados cortos y planos (en su mayoría accesibles para sillas de ruedas), se puede apreciar Half Dome —un enorme peñasco del tamaño de una ciudad—, mirar con nerviosismo a los alpinistas colgados de los acantilados verticales de El Capitán —los cuales miden 3,000 pies de altura—, y maravillarse ante el salto de las aguas frías de las cataratas de Yosemite y Bridalveil. En el límite sur del parque, se puede tomar un autobús para llegar a un paseo entablado, de superficie lisa, por entre 500 secoyas gigantes de la arboleda Mariposa. Si buscas el mejor mirador a orillas de la carretera para apreciar las vistas del valle, dirígete al estacionamiento Tunnel View, sobre la ruta 41 al norte de Wawona. Desde aquí se pueden observar las cataratas, Half Dome y El Capitán, con una perspectiva tan impresionante que hasta los habitantes urbanos más insensibles podrán identificarse con Ansel Adams.

Si te animas a pasear más allá del valle, te esperan paisajes aún más espectaculares. En la parte norte de Yosemite, se pueden apreciar las aguas resplandecientes del embalse Hetch Hetchy y caminar por encima de su presa de gran altura. Y las praderas de Tuolumne, en las tierras altas centrales de Yosemite, ofrecen campos de flores silvestres y el lago Tenaya, de carácter alpino, con playas de arena blanca frente a sus gélidas aguas azules. En la zona de Crane Flat, cerca del límite oeste del parque, puedes escapar de las multitudes y conocer las arboledas de secoyas y los senderos boscosos de Merced y Tuolumne, que son menos concurridos. Nota: la muy transitada ruta hacia las atracciones de Glacier Point se encuentra cerrada hasta el fin del 2021, mientras se realizan reparaciones.

Senderismo y otras opciones para personas activas: con 800 millas de senderos, el parque ofrece un sinfín de opciones para los senderistas. Ya sea que acampes en el inhóspito paisaje alpino de zonas silvestres remotas, o pases media hora caminando por unas praderas planas, vale la pena salir de los senderos pavimentados del valle de Yosemite, pero ten en cuenta tus limitaciones y pon atención a los cambios en el estado del tiempo. Las excursiones diurnas de senderismo en el valle de Yosemite y en las praderas de Tuolumne, si bien son moderadamente difíciles, ofrecen una manera gratificante de escapar de las multitudes.

En el valle de Yosemite, el sendero Mist Trail parte de Curry Village y asciende unos 400 pies, a lo largo de una milla, hasta llegar a la pasarela de la cascada Vernal. Este ascenso exige cierto esfuerzo a la altura de 4,000 pies, pero el sendero ancho y pavimentado es accesible para cualquier persona que tenga un nivel razonable de condición física. La recompensa de este esfuerzo serán las privilegiadas vistas de las aguas turbulentas del río Merced y la cascada Vernal. En la misma pasarela se cuenta con baños y agua potable. Los senderistas más motivados pueden continuar otros tres cuartos de milla hasta llegar a la cima de las cataratas, y luego otras seis millas hasta Half Dome.

En las praderas de Tuolumne, se puede recorrer fácilmente el sendero Soda Springs/Parsons Lodge —plano, de grava y de 1.5 millas de largo— para apreciar las praderas alpinas llenas de flores. Si cruzas el puente sobre el río Tuolumne, puedes ver el agua burbujeante que proviene de un manantial subterráneo. Diversos artistas y naturalistas presentan seminarios durante el verano en Parsons Memorial Lodge, un alojamiento de piedra ubicado al final del sendero.

Más allá del senderismo, se pueden recorrer en bicicleta las 12 millas de senderos pavimentados planos que circundan el valle de Yosemite, lo cual es probablemente la mejor manera de llegar, a tu propio ritmo, a los miradores e instalaciones más vistosos. En quioscos ubicados al lado de Yosemite Valley Lodge y Curry Village se alquilan bicicletas —incluidas las de accionamiento manual (que cumplen lo dispuesto por la ley ADA), así como las bicicletas dobles— entre marzo y noviembre, siempre que lo permitan las condiciones del tiempo. Desde Wawona Stables, se puede montar a caballo o mula en una excursión guiada de dos horas. Raras veces se presenta la posibilidad de jugar golf en un parque nacional, pero se puede hacerlo en Wawona Golf Course, un campo de nueve hoyos (abierto de mayo a octubre) cercano a Wawona Hotel, o bien se puede jugar tenis en las canchas del mismo recinto. En el área de esquí Badger Pass, durante el invierno, se puede practicar el esquí de fondo o alpino, o bien caminar con raquetas de nieve. Además, se ofrecen excursiones de esquí en zonas silvestres, a cargo de guías.

Aprendizaje: los centros de visitantes ofrecen excursiones programadas gratuitas de una hora (algunas de ellas accesibles para sillas de ruedas), dirigidas por guardaparques (llamadas "Yosemite Ranger Walk & Talks"), donde se puede aprender sobre geología, historia y vida silvestre. Para quienes tengan problemas de movilidad, las excursiones guiadas en autobús (de 2 a 8 horas de duración) que parten de Yosemite Lodge son una buena manera de lograr una perspectiva general del parque, con fácil acceso a los destinos principales. O bien, puedes adquirir una nueva destreza tomando una clase de pintura o fotografía, para lo cual el entorno es inigualable. Estos talleres, ofrecidos por Yosemite Conservancy y Ansel Adams Gallery, "han tenido muy buena acogida entre las personas mayores de 50 años", dice Gediman. Y en cuanto a las familias, los programas Yosemite Junior Ranger y Wee Wild Ones despiertan en los hijos y nietos el entusiasmo por la naturaleza.


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Ciudades aledañas

A 15 millas de la entrada sur de Yosemite, en Oakhurst (en inglés), encontrarás tiendas de regalos y curiosidades relacionados con las montañas, una franja de moteles de cadena y, a poca distancia de ahí, la posibilidad de navegar o pescar en el lago Bass. Consiéntete en el lujoso Chateau du Sureau, cuyas villas y suites, ubicados en una hacienda de montaña al suroeste de la ciudad, son dignos de reyes. Date gusto con una cena en su restaurante Elderberry House, donde se sirven entremeses de caviar y, como platos principales, pechuga de pato y solomillo Wellington. Y en la ciudad, se sirven comidas típicas de pub y cervezas en South Gate Brewing Company.

A solo tres millas de la entrada sur de Yosemite, el extenso Tenaya Lodge es otro alojamiento en el área, con nuevas cabañas y villas, así como un hotel con múltiples piscinas y restaurantes, rodeado por un bosque de pinos. Los huéspedes pueden acceder a excursiones personalizadas en autobús por Yosemite.

Entre Oakhurst y la entrada sur del parque, las excursiones de Sugar Pine Railroad permiten viajar al pasado y aprender sobre las actividades madereras y mineras que marcaron la historia de la Sierra Nevada. Un antiguo tren a vapor recorre una vía férrea, ahora rehabilitada, por donde la Madera Sugar Pine Lumber Company transportaba madera hace más de 100 años.

En Mariposa, a 32 millas de la entrada Arch Rock, en la parte suroeste de Yosemite, encontrarás alojamientos económicos, una calle principal llena de tiendas, un buen museo de historia regional y, a poca distancia, opciones recreativas al aire libre, entre ellas unas fáciles caminatas bajo la sombra y actividades en el río. En Woodys Indoor Outdoor Grub se sirven costillas ahumadas al estilo casero en un ambiente divertido, con juegos al aire libre y música en vivo. Para una cena de lujo, dirígete a Charles Street Dinner House para probar las costillas de cordero o las especialidades de pollo relleno. Mariposa Hotel Inn (establecido en 1901) te hará sentir como en una película del viejo Oeste, con sus seis pintorescas habitaciones, adornadas con volantes y llenas de fotos históricas, artefactos indígenas y una clásica decoración al estilo "victoriano del Oeste".

Justo al norte de Mariposa, AutoCamp (en inglés) inauguró recientemente una nueva opción de lujo que se ha puesto de moda: el llamado glampin (acampar de lujo), en 102 remolques Airstream, carpas y cabañas hechos a la medida, todos ellos con fogones y patios distribuidos en una zona boscosa en torno a una lujosa casa club con piscina.

A 24 millas de la entrada Big Oak Flat, sobre una ruta sinuosa se llega a Groveland (en inglés), un antiguo poblado de la época de la fiebre del oro. Las excursiones a pie por su colorida Main Street (que atrae a artistas callejeros en verano) permiten conocer su historia como parte del Lejano Oeste, con anécdotas sobre la antigua cárcel, las históricas cantinas, los alojamientos de mineros y las tiendas y burdeles que los atendían. Detrás de sus históricas fachadas, Groveland Hotel (construido en 1849) y Hotel Charlotte (en 1921) ofrecen alojamiento al estilo Yosemite, con muebles de madera recuperada y decoraciones rústicas, además de comodidades como red wifi gratuita e incluso una estación de carga para autos Tesla. Antes de partir de la ciudad para una caminata, puedes alimentarte de los sustanciales burritos que se sirven en Cocina Michoacana, un auténtico restaurante familiar.

Tan solo a unas cuantas millas de la entrada Oak Flat, encontrarás dos alojamientos afiliados: el recién inaugurado Rush Creek Lodge (con hotel, villas, piscina y spa) y el clásico Evergreen Lodge (con históricas cabañas y un hotel que data de 1921). Así, puedes escoger el que refleje tu preferencia de estilo en un lugar de retiro pintoresco en medio del bosque. El comedor de Evergreen Lodge te hará sentir como pionero de montaña con sus platillos hechos con ingredientes regionales, como el pastel de carne de alce y la trucha arcoíris. Para una divertida comida compartida, puedes acudir al área de la piscina de Rush Creek Lodge para sus bufés temáticos, como la noche de tacos.

Ubicado cerca de la entrada Tioga, en la parte este del parque, el pequeño poblado de Lee Vining —que ofrece vistas del lago Mono, de agua salada— es conocido principalmente por ser un buen lugar para echar gasolina al auto y comprar refrigerios antes de ingresar al parque. (Ten en cuenta que este punto de ingreso está cerrado durante el invierno). En agosto y septiembre, los aficionados de aves se dan cita en el lago para observar las masivas migraciones de algunas de las 325 especies avícolas cuya presencia se ha detectado en la región.

De camino

Si viajas desde Los Ángeles por las carreteras I-5 y CA-41, puedes tomar una excursión por los parques nacionales Kings Canyon y Sequoia, ubicados a poca distancia del camino, donde los paisajes se comparan bien con los de Yosemite. Quedarás maravillado ante la masiva formación granítica Moro Rock y el árbol más grande del mundo (por volumen) —conocido como General Sherman— de 275 pies de altura; además, puedes recorrer la ruta escénica hasta llegar al espectacular cañón Kings para apreciar sus vistas panorámicas. Por la carretera 395, en el sector este, se puede llegar a la zona de Mammoth Lakes, con su pueblo vacacional de montaña de servicio completo, sus aguas termales naturales, el senderismo escénico en verano y el esquí de primera categoría en invierno. Para una excursión que te pondrá los pelos de punta, puedes salir de Yosemite hacia el noreste hasta llegar a Bodie, un pueblo fantasma donde la pradera abierta queda bajo el encanto de los abandonados restos de sus antiguas estructuras de tabla de chilla, construidas en el siglo XIX.

Hacia el norte y oeste del parque, la región de California conocida por sus yacimientos de oro se extiende por la ladera de la Sierra Nevada, salpicada de numerosos pueblos construidos durante la fiebre del oro de 1849. Por la carretera 49 se pueden visitar estaciones de cribado de oro, museos y las conservadas calles principales de pueblos como Angels Camp, Murphys y Sutter Creek (donde se descubrió el oro por primera vez). Se trata también de una zona vinícola emergente, con viñedos (así como huertos de frutales) y salas de degustación que acogen a visitantes, entre ellos Butterfly Creek Winery y Murphys, cerca de Mariposa.

Nota de redacción: este artículo se publicó originalmente el 4 de septiembre del 2020. Ha sido actualizado con información de la situación actual respecto a la COVID-19.


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