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¿Deberían hacerse la prueba de COVID-19 tus invitados en estas fiestas?

Las pruebas no son completamente infalibles, pero dan tranquilidad a algunas familias.


spinner image Dos mujeres se saludan en la entrada de una casa, con una mesa decorada de Navidad para cenar
Getty Images

Todos anhelamos reunirnos con nuestros amigos y familiares en estas fiestas. En algunos casos, las personas buscan hacerse la prueba de COVID-19 para que los demás se sientan cómodos cuando se vean en persona. 

El consejo de los CDC, sin embargo, es evitar los viajes y las reuniones con las personas que no pertenecen al mismo hogar. Por otro lado, las pruebas no son un método infalible de protección y propagación del coronavirus. Si bien las pruebas pueden ser útiles cuando se realizan correctamente, no son una garantía de seguridad, por lo que cada familia tiene que analizar el nivel de riesgo.

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Para Andrea Redican y su madre ha sido una tradición constante preparar la cena de Acción de Gracias para más de veinte familiares en la casa de sus padres en Garden City, Nueva York, e inaugurar la temporada de fiestas de fin de año cada año.

Por ese motivo, madre e hija redujeron la lista de invitados y pidieron a los asistentes hacerse la prueba de COVID-19 y entrar en cuarentena desde el día de la prueba hasta el día del festín.

“Mi madre no celebra el Día de Acción de Gracias sin sus nietos”, dice Redican, de 51 años.

Un resultado negativo no garantiza la seguridad

Con la recomendación de expertos como el Dr. Anthony Fauci —el principal médico y asesor sobre enfermedades infecciosas y COVID-19 del Gobierno federal— de evitar las reuniones en las fiestas de fin de año y con las pautas de los CDC, que clasifican las reuniones grandes como de alto riesgo para la transmisión del virus, las pruebas son una opción para las familias que quieran reunirse en las fiestas.

Aunque las pruebas pueden ser útiles si se realizan correctamente, no son una garantía de seguridad, por lo que cada familia debe evaluar su tolerancia al riesgo. Y a pesar de que en la actualidad hay muchos tipos de pruebas de detección del coronavirus disponibles, “todas son relativamente nuevas”, indica Neel Shah, un especialista en enfermedades infecciosas y profesor de la Facultad de Medicina de University of Pittsburgh. Las pruebas “ayudan a detectar la presencia del coronavirus”, dice Shah, pero “el grado de sensibilidad y especificidad de estas pruebas todavía no está bien establecido”.

Esto significa que un resultado positivo puede proporcionar información útil porque “sugiere la probabilidad de la presencia del coronavirus”, dice, pero un resultado negativo no garantiza que una persona no tenga coronavirus. Se han reportado casos de resultados negativos falsos, y, dependiendo de cuándo haya sido la exposición al virus, es posible que las pruebas no lo detecten si no ha transcurrido suficiente tiempo para que se manifieste.

Es esencial “entender la relevancia de la prueba y lo que significan los resultados”, advierte Shah.

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Incluso en el caso de resultados negativos, las personas deben tomar las precauciones estándar recomendadas por los CDC, como usar mascarillas, lavarse las manos con frecuencia, practicar el distanciamiento social y reunirse al aire libre, siempre que sea posible.

Es difícil pedir a los invitados hacerse la prueba

Todos los familiares de Redican acordaron hacerse la prueba de COVID-19, dice. Pero navegar este nuevo panorama social puede causar fricción.

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Laura Miranda-Browne empezó a enfrentar este problema al principio de la pandemia, cuando sus suegros planeaban un viaje en verano desde su hogar en Iowa hasta la casa de ella en Plainfield, Nueva Jersey. Cuando les pidió que se sometieran a una cuarentena y se hicieran la prueba, explica, “las primeras conversaciones no fueron nada buenas”.

A través de llamadas telefónicas, conversaciones por FaceTime y correos electrónicos, la pareja explicó sus inquietudes. Miranda-Browne, su esposo y sus hijos gemelos de 3 años han formado una “burbuja de protección de COVID” con su niñera y la familia de esta. Su niñera tiene más de 60 años y tiene problemas de salud, por lo que Miranda-Browne se ha comprometido a tomar precauciones para proteger la salud de todos. “Estamos en esto todos juntos”, observa.

Finalmente, sus suegros vieron aumentar los casos de COVID-19 en su propio estado, dice. “Eso ayudó a convencerlos”. Pero fue un proceso difícil.

Incluso cuando estás convencido de que estas precauciones son necesarias, “es muy difícil pedirle a tu familia que haga esto. Es realmente duro cuando se enojan”, admite Miranda-Browne, de 37 años. Ella ha descubierto que los padres mayores no siempre se sienten cómodos cuando sus hijos adultos imponen reglas que ellos deben seguir.

Gracias a que la pareja se mantuvo firme, los familiares de Miranda-Browne no se opusieron a hacerse la prueba con antelación a la cena de Acción de Gracias de este año.

Los viajes y la cuarentena pueden socavar la confiabilidad de la prueba

Uno de los problemas es la necesidad de hacerse la prueba pocos días antes de una reunión familiar y además hacer cuarentena desde el momento de la prueba hasta el día del evento para evitar una exposición al virus que no sería detectada con la prueba del hisopo nasal.

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Kelly Ubinger, de 45 años, consideró pedirle a su familia que se realizará la prueba del coronavirus para poder celebrar la cena de Acción de Gracias con sus padres y su suegra de edad avanzada. Pero ella y su esposo trabajaban fuera del hogar en Pittsburgh y sus cuatro hijos iban a la escuela en persona. 

Por lo tanto, no podrían permanecer en cuarentena para eliminar la posibilidad de contraer el virus desde el momento de hacerse la prueba hasta el Día de Acción de Gracias. “El problema con la prueba de COVID es que solo captura un breve espacio de tiempo”, dice Ubinger. “Te dice que no tienes COVID en ese momento específico... No es muy útil”.

Para quienes vayan a dejar su hogar para el Día de Acción de Gracias, hacer cuarentena después de la prueba será especialmente complicado porque los viajeros se exponen al coronavirus.

La disponibilidad de la prueba también varía de estado a estado: algunos ofrecen pruebas solo a quienes tienen síntomas o estuvieron expuestos recientemente en forma directa a una persona con diagnóstico confirmado de coronavirus. “La disponibilidad ha mejorado desde marzo”, destaca Shah. “Así que es posible hacerse la prueba, pero por lo general solo se hace a las personas con síntomas”.

Si quieres hacerte la prueba, él sugiere que te comuniques con tu médico de atención primaria o consultes con los CDC o con tu departamento de salud local para encontrar los centros locales. CVS ahora ofrece pruebas en casi 4,000 ubicaciones en todo el país. El tiempo de procesamiento para obtener los resultados también varía mucho entre los distintos estados.

Redican se alegró de poder hacerse la prueba cerca de su casa y se aseguró de que su hermano y hermana hicieran citas para hacerse la prueba mucho antes del día de la fiesta.

“La condición fue que solo podrían venir si se hacían la prueba, y todo el mundo estaba de acuerdo sin poner trabas”, dice. Hacerse la prueba era una precaución más que podía ayudar y no hacer daño.

Pero como Redican sabía que era posible obtener resultados negativos falsos, no confiaba plenamente en las pruebas, y por eso cambió los planes de la reunión familiar. Además de reducir la lista de invitados de 26 a 11 personas, la familia tenía previsto abrir las ventanas del comedor y colocar a los comensales a una mayor distancia de lo habitual. También usaron platos y utensilios desechables en vez de la vajilla de porcelana y los cubiertos que tendrían que lavar.

Sin embargo, una cosa no cambió, el hecho de que su madre se negara a usar copas de vino desechables. “Mi familia solo toma vino si se sirve en copa”, dijo Redican. “Pero las lavé yo para que mi madre no tenga que hacerlo”.

Nota de redacción: este artículo se publicó originalmente el 28 de octubre, 2020. Se ha actualizado con lo último de información de los CDC y los viajes.

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