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'The Book of Life'

Espectaculares animaciones dan vida al Día de los Muertos.

Manolo, Diego Luna, Carmen Sanchez, Ana de la Reguera, The Book of Life

20TH CENTURY FOX/EVERETT COLLECTION

Diego Luna y Ana de la Reguera son parte del talento de voz en 'The Book of Life'.

DIRECTOR: Jorge R. Gutiérrez
GUIÓN
: Jorge R. Gutiérrez y Douglas Langdale
ELENCO: Channing Tatum (Joaquin), Diego Luna (Manolo), Zoe Saldaña (María), Christina Applegate (Mary Beth), Ice Cube (fabricante de velas), Ron Perlman (Xibalba), Kate del Castillo (La Muerte), Cheech Marin (Pancho Rodriguez), Héctor Elizondo (papá de Manolo), Plácido Domingo (tatarabuelo de Manolo), Ana de la Reguera (mamá de Manolo) y Danny Trejo (abuelo de Manolo)
DURACIÓN
: 85 minutos

Que The Book of Life tiene la intención de educar a las audiencias no familiarizadas con la tradición mexicana del Día de los Muertos, no cabe la menor duda. La trama está enmarcada con una visita al museo de un grupo escolar. Ahí la guía (Christina Applegate), dirige a los niños hacia una sala designada a la tierra azteca, donde los instruye en lo que supuestamente son los mitos y tradiciones de herencia precolombina. La idea sería buena de no ser porque las concesiones que se tienen que hacer para un público no “especializado” acaban siendo irreconocibles también para los que tienen mayor familiaridad con las tradiciones. Ello es así, entre otros motivos, porque la mezcla combina no solo elementos reales de la tradición mexicana, sino otros provenientes de la mitología clásica y de la literatura universal.

Producida por el realizador mexicano Guillermo del Toro, la historia, una vez salida del museo, nos lleva al pintoresco pueblo de San Ángel en México (el centro del universo para sus habitantes, nos explica la guía).  Ahí, el niño Manolo es llevado a visitar la tumba de su madre. Como es la tradición en el Día de los Muertos, él y su padre le llevan comida y ofrendas a la difunta. El cementerio es el centro de reunión del pueblo en esa fecha y los visitantes pasan la jornada cantando y encendiendo velas a sus seres queridos.

La película nos ubica desde el principio en un mundo de fantasía, ya que durante el Día de los Muertos desciende la Muerte, una bella y generosa reina que proviene de La Tierra de los Recordados. También se aparece en esa fecha el siniestro Xibalba, rey del inframundo al que aquí se le llama La Tierra de los Olvidados. Xilalba y la Muerte alguna vez fueron amantes, pero ahora se encuentran enemistados.

Por su parte, Manolo tiene un entrañable amigo, Joaquín, y ambos están enamorados de María. Tanto Xibalba como la Muerte observan el potencial conflicto que va a surgir cuando los niños crezcan y se disputen la mano de María. Xilalba y la Muerte hacen una apuesta para ver quién  ganará el corazón de la niña. La Muerte se inclina por Manolo y Xilalba se dispone a que Joaquín gane utilizando malas artes. Con este argumento, The Book of Life nos transporta más bien al mundo de la mitología griega en la que los dioses se inclinaban a favor del triunfo de sus mortales favoritos.

La película sigue el desarrollo de los “tres amigos” hasta que se convierten en atractivos jóvenes. Manolo es un romántico soñador que canta y toca la guitarra. El problema es que su padre espera que siga la tradición familiar de varias generaciones de toreros. Joaquín es el guapo del pueblo y María, una encantadora muchacha. Como Xilalba y la Muerte lo habían anticipado, Joaquín y Manolo se enfrentarán por el amor de María. Las posibilidades de esta línea argumental eran suficientes para tener una buena historia, pero The Book of Life es demasiado ambiciosa. Además de estar enmarcada con la visita escolar al museo, sigue la fortuna de los tres protagonistas de la infancia a la juventud y lo adereza con un conflicto generacional y diferentes planos de fantasía. Como en el mito griego de Orfeo, Manolo tiene que viajar al inframundo a buscar a María, a quien le han dado una poción que la hace parecer muerta (al estilo de Romeo y Julieta). No conforme con esto, la cinta agrega la lucha entre generaciones, la amenaza de unos forajidos al pueblo y una condena a la crueldad contra los toros en la llamada “fiesta brava”.

Visualmente, The Book of Life reproduce con éxito el colorido de los tonos pastel propio de las ofrendas de muertos e incluso a la artesanía alusiva al festejo. El problema es que ni la música ni el contenido van acorde al folklore mexicano. La banda sonora a cargo de Gustavo Santaolalla es de música contemporánea en inglés, con lo cual se crea cierta disonancia (por ejemplo, Manolo le lleva serenata a María y canta “Creep” de Radiohead).

Dicho esto, The Book of Life es un gran espectáculo de colorido y si le sobran ingredientes como a un buen mole, o le falta sabor, hay que entender que se estaba tratando de satisfacer a todos los paladares y no solo aquellos a quienes les gusta el picante.

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