Humberto y Sebastián Zurita: de tal palo, tal astilla

¿Cómo es la vida en una familia de actores?

HZ: Como nuestros hijos tienen vidas tan activas —Emiliano acaba de terminar sus estudios en Praga, Sebastián vive en Los Ángeles, y los dos cada vez que pueden se escapan a Nueva York— nos cuesta reunirnos. Pero siempre que podemos lo hacemos. Ya sabemos que diciembre y las vacaciones del verano son para estar juntos, viajar y platicar de lo que hemos estado haciendo y lo que nos gustaría hacer después. Aparte, siempre estamos en contacto.

SZ: Somos todos artistas y tenemos mucha sensibilidad a ciertas cosas lo que crea una buena dinámica, que se nutre con discusiones muy apasionadas, alegrías también muy pasionales, pero a la vez somos muy respetuosos. Si alguien nos mira hablando desde una ventana fuera de nuestra casa pensará que estamos halándonos los pelos, pero simplemente estamos dando nuestras opiniones. Y después nos damos nuestros espacios.

¿Colaboran juntos con frecuencia? ¿Tienen algún proyecto entre mano?  

HZ: Sí, siempre. Ahora vamos a involucramos todos en una obra de teatro en México. Emiliano va a estar a cargo de la escenografía y el guion, Sebastián y yo vamos a actuar, Christian, Sebastián y mi hermano Gerardo van a ser los productores. Siempre que podemos trabajar juntos lo hacemos, ya sea escribiendo, actuando o como inversionistas. Siempre nos estamos dando consejos los unos a los otros. Nuestro concepto familiar es apoyarnos siempre directa o indirectamente.

SZ: Sí. ¿Quién mejor que la familia para aconsejarnos o darnos una opinión desinteresada?

¿Es cierto que Humberto ha pedido a sus hijos que no lo hagan abuelo hasta que pasen los 30 años?

HZ: Así es. Por la misma razón que decía al principio, que cuando decidí ser padre estaba preparado, lo planifiqué y así y todo sentí mucho temor ante la responsabilidad. Ser padre no es cosa de juego, es algo demasiado serio como para que lo tomes a temprana edad. A mí me preguntan por qué ha durado tanto nuestro matrimonio con Christian, y yo creo que es porque cuando decidimos estar juntos habíamos tenido tiempo para madurar en cada etapa de nuestras vidas. Es algo que me gustaría que pasara con mis dos hijos: que ya hayan vivido cada etapa de sus vidas y estén maduros para cuando les llegue el momento de ser padres.

SZ: Creo que ese es un buen consejo y no es porque mi papá no quiera ser abuelo o porque eso lo vaya a hacer sentir mayor, sino precisamente porque quiere que esté preparado para esa etapa. Aparte, he estado preparándome para mi carrera. Estoy muy ocupado, tengo algunos negocios en México, estoy haciendo audiciones en Los Ángeles… Creo que hay que vivir bien cada etapa y, hasta ahorita, he tenido las manos llenas.