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Cuando Hollywood aprendió a hablar español

En los años en que no existían ni el doblaje ni los subtítulos, los estudios filmaron versiones hispanas de sus películas.


spinner image Versión en español de Drácula, Carlos Villarías - Actores hispanos en películas de Hollywood
El actor Carlos Villarías fue el protagonista de la versión en español de Drácula.
Jerry Tavin/Everett Collection

En 1920, el cine mudo dominaba Hollywood. No importaban ni la nacionalidad de los actores ni sus voces. Un bello rostro y cierta calidad actoral eran más que suficiente.

Los estudios quisieron ampliar su mercado al extranjero e incorporaron rostros familiares en nuestros países. Para el mercado hispano, reclutaron a jóvenes en México por el solo hecho de retratar bien frente a una cámara. Les firmaron un contrato, los llevaron a Los Ángeles, les dieron un aspecto más glamuroso y repartieron sus fotografías a los medios con las mismas poses de las grandes estrellas (claro, con un salario menor).

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A muchos hasta les cambiaron el nombre por uno con más caché. Por ejemplo, no era creíble que un rubio fuera lanzado como Alfredo Carlos Birabén, que el próximo Rodolfo Valentino se llamara Juan Ramón Gil Samaniego, o que otro latin lover de la época triunfara como Ernesto Avila Guillén. Así que los llamaron Barry Norton, Ramón Novarro y Donald Reed, respectivamente.

Todo iba bien hasta 1927, cuando la Warner Brothers estrenó The Jazz Singer, la primera película sonora de la historia. Con ello quedaron al descubierto muchas chicas que sólo hacían muecas y expresiones silentes, pero no convencían al hablar en inglés porque sus voces eran gruesas o chillonas. De los hombres, ¡oh, decepción!, unos tenían voces demasiado delgaditas para exudar testosterona en sus personajes.

Entonces vino otro problema: ¿Cómo hacer películas para el creciente mercado en español si las grandes estrellas sólo hablaban inglés? Como aún no existían ni el doblaje ni los subtítulos, la única pero costosa solución fue filmar simultáneamente versiones de sus mejores cintas, con actores latinos traídos principalmente de México y España, y en algunos casos, de Argentina y Cuba.

Mientras tanto, para no perder la audiencia en países latinos, los estudios pusieron a hablar español a grandes figuras como El Gordo y El Flaco, apoyados por unos cuantos actores latinos para distraer la incomprensible pronunciación de Stan Laurel y Oliver Hardy.

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Un Hollywood hispano

Entre 1929 y 1939 se realizó un gran número de producciones con doble versión idiomática. Hay quienes hablan de más de 175 títulos, entre grandes compañías y algunas independientes, pero no hay un registro exacto.

El cine estaba experimentando. Incluso antes que hicieran dos versiones de una misma cinta, un estudio independiente filmó en 1929, Sombras Habaneras, dirigida y actuada por el cubano René Cardona. Era la primera película original hecha en Hollywood hablada totalmente en español.

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Pero antes que el gasto de filmar una película dos veces terminara resultando incosteable para los estudios, muchos latinos recién llegados, sobre todo mexicanos, conocieron el éxito. Ramón Novarro, por ejemplo, se convirtió en un popular galán hispano; Lupe Vélez llegó a trabajar en 45 películas y fue esposa de Johnny Weissmuller, el legendario Tarzán; en tanto la oaxaqueña Lupita Tovar actuó en Drácula (1931), rodada en forma simultánea al clásico filme protagonizado por Bela Lugosi y la primera película de horror con sonido filmada en español. Un año después, trabajó en Santa, también la primera cinta sonora hecha en México.

Tovar fue descubierta a sus 18 años en la escuela donde estudiaba en México por un buscador de talentos enviado por la entonces Fox Film Corporation. Él le pidió que imaginara que su madre había fallecido y Lupita inmediatamente comenzó a llorar. “Se levantó y lo único que me dijo fue ‘Nos vemos en Hollywood’”, recuerda Lupita, entrevistada en el 2008 por Renée Montagne, presentadora del programa de noticias Morning Edition, de National Public Radio.

En esa charla Lupita contó cómo se filmó la versión en español de Drácula. “Trabajábamos por las noches, de las 7 de la noche a las 7 de la mañana. La versión en inglés se rodaba de día en el mismo set”.

Tovar aseguró que la principal diferencia entre ambas versiones era su vestuario. “El mío era, sin duda, más sexy. Me dieron negligés que eran transparentes, tú sabes. Era un vestuario diferente al utilizado en la versión americana”, dijo la mexicana, que se apresta a cumplir 105 años de edad y vive en Los Ángeles.

Así que si pensabas que los primeros latinos que llegaron a Hollywood fueron Anthony Quinn, Ricardo Montalbán o el latin lover Rodolfo Valentino (que ni era hispano, sino italiano), ya sabes que la historia es muy distinta.

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