¿Debería esta pareja cancelar su hipoteca antes de tiempo?
No están de acuerdo en llevar su préstamo hipotecario a la jubilación.
El problema
In English | ¿Tener la hipoteca saldada es la clave para una jubilación segura? Esa fue la pregunta que Dawn Anderson, una tutora de matemáticas de Charlottesville, Virginia, y su pareja, el constructor Stuart Squire, tuvieron para mí. Sus ingresos combinados de $200,000 hacen que el pago mensual de $2,367 de su nueva casa sea fácil de cubrir. Pero Dawn está preocupada por el saldo de $363,000 de la hipoteca y quiere pagar $1,400 adicionales cada mes.
Esta es una cuestión de matemáticas, pero también un problema de pareja. Entonces, ¿cuál es la solución?
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El consejo
Para aconsejar a la pareja, busqué la ayuda de profesionales de confianza: el asesor financiero Gary Schatsky, de la ciudad de Nueva York, y las terapeutas financieras Amanda Clayman, de Los Ángeles, y Maggie Baker, de Filadelfia.
Les dije a Dawn y Stuart que, en base a los números, acelerar los pagos de la hipoteca no debería ser una prioridad. Esta es la razón: gracias en parte a la deducción impositiva de los intereses hipotecarios, su tasa real de interés es de aproximadamente el 3%. Eso significa que saldar la hipoteca les otorga un 3% de rendimiento garantizado sobre su dinero.
Por el contrario, una inversión en una cartera diversificada —por ejemplo, un fondo mutuo equilibrado con un 60% en acciones y un 40% en bonos—, si bien no está garantizada, es razonable esperar que con el tiempo crezca un 6%. Pagar esos $1,400 adicionales de hipoteca al mes le ahorraría a la pareja casi $140,000 en intereses. Por otro lado, invertir ese dinero les daría la oportunidad de acumular $280,000 en sus cuentas para la jubilación. Una vez que se jubilen, cuando tengan que retirar el dinero para la hipoteca, es probable que paguen una tasa impositiva más baja.
"Tenemos que cancelar esto para tener un techo sobre nuestras cabezas", dice ella. Stuart no está de acuerdo. "Tengo 60 años", dice. "Obviamente, saqué el préstamo sin esperar saldarlo".
Pero las matemáticas no resuelven las preocupaciones de Dawn. Así que le sugiero que piense en qué es lo que realmente le asusta. ¿Es el sentirse impotente porque no entrará dinero? ¿Es la posibilidad de perder dinero si lo invierten? Les dije a ambos que pasaran un tiempo juntos repasando los números.
También verifiqué que hubiera un plan establecido en caso de que se separaran o que muriera alguno de ellos. Lo hay. Dawn se aseguró de preparar testamentos y otros documentos pertinentes cuando compraron la casa. "Si algo le sucede a Stuart, todo me queda a mí, y viceversa", dice.
El resultado
Cuando hice seguimiento con la pareja por primera vez, Dawn todavía prefería saldar la hipoteca primero. ¿Por qué? No le gustaban los retornos inciertos de una inversión. Al ver reducirse el saldo de su hipoteca cuando hicieron un pago adicional un mes, se sintió muy bien. Además, la casa es el único activo que tienen en común. "Todo lo demás es por separado", dice ella. "Esto es como si fuera un proyecto en equipo". Stuart, sin embargo, todavía no estaba dispuesto a apresurarse para cancelar la deuda.
Al final, Dawn y Stuart acordaron no acelerar los pagos. Los números ganaron. Pero también lo hizo la relación de pareja. "Nuestro proceso y lo que Stuart y yo hemos podido examinar y estudiar juntos ha sido extremadamente esclarecedor y nos ha empoderado", dice Dawn. "Esa ha sido la mayor ganancia para mí".
¿Quieres que Jean Chatzky te ayude a resolver un problema financiero? Envía un correo electrónico a rescue@aarp.org