Mark Barden

El momento que despertó mi pasión por este proyecto

La muerte de mi hijo Daniel. Aunque mis tres hijos —James, Natalie y Daniel— eran excepcionales en cuanto a proteger a otros niños, Daniel realmente se destacaba. Tenía una capacidad muy natural de compasión y de percatarse de los otros niños. Sus maestros siempre comentaban que, infaltablemente, era el primero en ayudar a otros estudiantes que, por ejemplo, estaban pasando por malos momentos emocionales o que no podían ponerse la chaqueta. El dolor de su muerte es casi insuperable. Si no iba a poder lograr que se sancionara la verificación universal de antecedentes a nivel federal, quería honrar la personalidad singular de mi pequeño Daniel y, a la vez, proteger a otros niños y a sus familias de una tragedia tan espantosa. ¿Qué mejor manera de hacerlo que empoderar a otros niños a reconocer el aislamiento social crónico y otras señales de advertencia de que sus compañeros estaban en problemas.

Consejos para los que desean marcar la diferencia

No dejes que la falta de experiencia te detenga. Antes del tiroteo masivo en Sandy Hook, mi trabajo como padre era encargarme de la casa y ser músico profesional. Cuando lancé Sandy Hook Promise, no tenía ninguna capacitación especial para guiarme. Pero pensé que no tenía nada que perder al hablar con los legisladores para asegurarme de que hicieran lo correcto al momento de votar sobre el proyecto de ley relacionado con la verificación universal de antecedentes y otras políticas de seguridad de armas. La organización creció a partir de allí. Si tienes pasión, puedes lograr un cambio. ¿Qué es lo más importante? Comienza a ejercer tu derecho y tu responsabilidad de votar. Cualquier contribución pequeña que hagas —como donar dinero a una organización sin fines de lucro o crear conciencia dentro de tu red de contactos— será útil.

Lo que desearía que otras personas supieran 

Nuestro objetivo no es confiscarle las armas a la gente. Nuestra misión es fomentar una cultura interconectada y positiva en nuestras escuelas. Lo que estamos haciendo surte efecto. Esta es una de las numerosas intervenciones de la vida real que hemos realizado: hace poco nos avisaron de un estudiante que decía sentirse desesperanzado y con tendencias suicidas durante la cuarentena. Resultó que el estudiante, en efecto, ya había preparado un plan de suicidio y tenía acceso a un arma. Pudimos intervenir a tiempo para que llevaran al estudiante a un hospital donde lo sometieron al tratamiento de salud mental.

Además, Sandy Hook Promise se asocia con los investigadores de University of Michigan Youth Violence Prevention Center (MI-YVPC). En el 2017, llevamos a cabo conjuntamente un estudio piloto que reveló que nuestro programa "Know the Signs" tuvo un impacto positivo considerable en el distrito escolar unificado de Los Ángeles, que es el segundo más grande de todo el país. Ahora contamos con fondos de la National Collaborative on Gun Violence Research para emprender un estudio de seguimiento de tres años.

Cada vez que podemos identificar a un niño que demuestra un comportamiento alarmante y nos conectamos con él, hemos logrado que nuestras escuelas sean más seguras.  Y, más que eso, enseñar a los niños a reconocer las señales de violencia o de autolesión en sus compañeros o en ellos mismos también ayuda a prevenir el abuso, el acoso cibernético y el suicidio. Esas son lecciones de vida que, en última instancia, generan más empatía y compasión.

Por qué mi estrategia es única

Históricamente, las gestiones de prevención de la violencia con armas se han centrado en "el arma", en vez de la persona que la sostiene. El énfasis ha sido en cambiar la política y no en remontarse al proceso previo a la violencia con armas. Sandy Hook Promise es la única organización nacional que investiga, desarrolla e imparte formación y apoyo adecuados según la edad para estudiantes y educadores a fin de que reconozcan las señales de la posible violencia. Hemos dedicado mucho tiempo a investigar las causas principales de los tiroteos masivos en las escuelas del país, a través de entrevistas con expertos que incluyen desde agentes policiales, activistas en derechos civiles, padres, educadores, profesionales médicos, clérigos y hasta la National Rifle Association, y aprovechamos esas perspectivas en nuestras gestiones locales de concientización y educación.

Nuestra convicción es que, si podemos empoderar a los jóvenes y a los adultos con el conocimiento y las herramientas necesarias para prevenir la violencia y la autolesión antes de que ocurran, seremos capaces de ofrecer una solución no partidaria para mejorar la seguridad en las escuelas y fomentar una cultura más inclusiva para esta generación y las futuras.