Cómo ayudar a alguien que bebe demasiado
Consejos de expertos sobre la manera de confrontar y ayudar a un amigo o familiar que consume alcohol en exceso.
In English | La dificultad para hablar, las botellas de vodka escondidas en los cajones de la cómoda y la depresión que empaña un hogar. “Cuando ella tomaba alcohol, simplemente no era la misma”, dice James Robinson sobre Karen, su exesposa, quien luchó mucho contra el consumo de alcohol durante los 20 años que estuvieron casados.
Con el pasar del tiempo, las mismas escenas se repetían una y otra vez. Las peleas. Cuando Karen se encerraba en el dormitorio de ambos, bebía durante días y James tenía que atender solo a sus dos hijos. Ella prometía que dejaría de beber y las cosas mejoraban —por un tiempo—. Pero siempre volvía a consumir alcohol. “Llegó al punto en el que me resultaba difícil concentrarme en el trabajo, porque constantemente me preguntaba qué estaría pasando en mi casa”, recuerda James.
Aproximadamente un 53% de las personas en Estados Unidos dicen que uno o más de sus parientes cercanos tienen problemas con la bebida, que pueden clasificarse en cualquier parte de un espectro “que va desde el consumo de bajo riesgo hasta el consumo excesivo grave, con niveles intermedios”, dice Joseph Nowinski, un psicólogo clínico con sede en Connecticut y coautor de Almost Alcoholic: Is My (or My Loved One's) Drinking a Problem?
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Tener una relación poco saludable con el alcohol podría incluir beber demasiado a menudo, o emborracharse con frecuencia y comportarse mal —como por ejemplo, hacer el ridículo en una fiesta, faltar al trabajo por tener resaca o tomar decisiones poco sensatas, como conducir bajo la influencia del alcohol—. Al otro extremo del espectro se encuentra el alcoholismo, es decir, el consumo excesivo a largo plazo por adicción crónica al alcohol.
Algunos bebedores problemáticos no creen que su consumo de alcohol es un problema; otros están conscientes de que tienen una relación inestable con la bebida. De cualquier manera, en el mejor de los casos es difícil confrontar a alguien sobre su problema con el alcohol.
Los especialistas ofrecen sugerencias acerca de la manera de acercarte a esa persona para compartir tus preocupaciones y persuadirla a fin de que obtenga la ayuda que necesita.
Obtén asesoramiento
“No puedes resolver el problema sin ser creativo”, afirma Carrie Wilkens, cofundadora y directora clínica del Center for Motivation and Change en la ciudad de Nueva York. “Deja que otros te ayuden a generar ideas”.
Aprende lo más que puedas sobre los efectos del alcohol y las señales de abuso para poder entender el comportamiento de tu ser querido. Participa en reuniones locales de Al-Anon —grupos de apoyo para quienes se preocupan por un ser querido que tiene un problema con la bebida— o únete a un grupo de apoyo en internet. Si conoces a alguien que ha podido dejar de beber, pídele consejos.
“Habla con un terapeuta que tenga experiencia con trastornos de consumo de alcohol o drogadicción”, aconseja Tom Harrison, coautor de The Complete Family Guide to Addiction. “Puedes hacerte una idea de ‘¿Cuánto me debo preocupar?’ y ‘¿Cómo puedo enfrentar este problema?’. Eso es útil cuando te preparas para tener una conversación y aclarar tus preocupaciones”.
Libros y recursos para familiares
- Almost Alcoholic: Is My (or My Loved One's) Drinking a Problem? por Joseph Nowinski y Robert Doyle (2012)
- The Complete Family Guide to Addiction por Thomas F. Harrison y Hilary S. Connery (2019)
- Opciones de tratamiento: samhsa.gov (en inglés)
- Apoyo e información: Al-Anon (al-anon.org/es/)
Crea un guion
“Muchos comienzan la conversación y después no saben qué decir”, señala Harrison. “Pregúntate: ¿Qué quiero lograr con esta conversación? y ¿Qué resultado sería una victoria? ¿Quieres que la otra persona diga ‘Beberé menos’, ‘Nunca volveré a beber’ o ‘Iré a Alcohólicos Anónimos’? Ten en mente un plan específico, como por ejemplo: ‘¿Podemos ponernos de acuerdo en que te limitarás a dos bebidas cuando salgamos?’”.
A algunos les resulta útil practicar lo que van a decir. Si tienes un familiar en quien puedes confiar, practiquen. “Pídele a la otra persona que desempeñe el papel de tu ser querido y te responda de manera difícil”, aconseja Harrison. “Después, cuando sostengas la conversación, te sentirás más seguro de ti mismo”.
Expresa lo que sientes
Habla a solas con tu ser querido en un lugar privado en el que esa persona se sienta cómoda. Hazlo cuando él o ella esté sobrio, y mantén la calma. No lo amenaces ni lo avergüences, y no lo juzgues. “Alguien que tiene problemas con la bebida ya se siente culpable”, dice Robert Meyers, profesor adjunto emérito de investigación en psicología en el Center on Alcoholism, Substance Abuse and Addiction de University of New Mexico, y coautor de Get Your Loved One Sober: Alternatives to Nagging, Pleading, and Threatening. “Si le causas vergüenza, podría volver a consumir alcohol porque esos sentimientos a menudo son una motivación oculta para beber”. El entorno debería ser de preocupación, no de confrontación ni de crítica.
“Intenta no ponerlo a la defensiva, porque si lo haces, la conversación se cierra”, aconseja Harrison. “Expresa todo en términos de oraciones de ‘yo’, en vez de oraciones acusatorias de ‘tú’. En vez de, ‘Te comportaste de manera muy grosera en la fiesta de anoche’, di, ‘Cuando insultaste en voz muy alta a Jim en la fiesta de anoche, me sentí avergonzado’. No estás hablando sobre lo que esa persona hizo, sino sobre lo que tú sentiste. Eso le quita la oportunidad de negar lo que estás diciendo”.
Ofrece opciones
Conversen sobre ideas o preséntale opciones (en plural) sobre cómo podría abordarse el problema, tales como un profesional a quien puede consultar para obtener ayuda, un recurso en internet que puede usar o un programa de tratamiento de 12 pasos, como Alcohólicos Anónimos. “Dale un menú de opciones para escoger; darle una sola opción tiende a arrinconar a la persona”, señala Wilkens. Para encontrar opciones de tratamiento, visita el sitio web de la Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y la Salud Mental (en inglés), samhsa.gov (en inglés), y selecciona “Find Treatment” (Encontrar tratamiento). Tu médico de cabecera también puede ayudar.
Piensa en enfoques distintos para diferentes personas
Si tu ser querido vive contigo, tienes ventaja, dice Harrison. Pero si el bebedor problemático es un hijo o una hija que vive con su cónyuge o pareja, tal vez te convenga mencionarle tus preocupaciones a la otra persona. “Di: ‘Esto es lo que me preocupa. ¿Qué piensas al respecto?’”, dice Harrison. Si a la pareja de tu hijo adulto también le preocupa, ustedes dos pueden hablar sobre la mejor manera de abordar los problemas con la bebida.
A veces quien tiene problemas es un padre o madre de mayor edad. “Algunos adultos mayores tienen movilidad limitada y se la pasan encerrados en su hogar con muy pocas interacciones sociales”, afirma Nowinski. “La soledad y el aislamiento social, que pueden causar depresión, son factores que desencadenan el consumo de alcohol. Y lamentablemente, a la larga, consumir alcohol tiende a empeorar la depresión”.
Nowinski sugiere que si vives lejos de tu ser querido, pienses en tener a un cuidador que lo visite varios días por semana para que lo acompañe y le avise a la familia sobre cambios preocupantes en su comportamiento. Muchas congregaciones religiosas tienen voluntarios que se ofrecen a visitar a otras personas.
Ten cuidado durante los festejos
Si un ser querido se está rehabilitando e intenta evitar una recaída, entonces en definitiva no deberías tener bebidas alcohólicas en la casa. Si él o ella tiende a excederse en las reuniones familiares, es conveniente excluir el alcohol para evitar situaciones incómodas. Pero quizás te convenga hacerlo en colaboración con tu ser querido. “Podrían sentirse incómodos y destacados negativamente si tomas ese tipo de decisión sin preguntar”, señala Wilkens. “Sencillamente di: ‘¿Sería bueno si no sirviéramos alcohol?’”.
Nowinski además aconseja que si el alcohol por lo general se ha incluido en las reuniones familiares, podrías limitar la cantidad que se brinda y tal vez servir una sola copa de vino con la cena. “Si estás en un lugar donde no puedes controlar la situación, como en una boda, acompaña al familiar que está intentando no beber y pónganse de acuerdo sobre una ‘palabra clave’ que puede usar si siente tentación”, recomienda Harrison. “Algo que signifique, oye, necesito irme dentro de poco tiempo”.
Cuídate a ti mismo
Apoya mucho a tu ser querido durante su rehabilitación y llévalo en tu automóvil a las reuniones de su grupo de apoyo. Sugiere que salgan a caminar dos veces por semana para ayudarlo a distraerse y no pensar en beber, y dile que estás orgulloso de lo que está haciendo. Pero no permitas que su problema se adueñe de tu vida. De vez en cuando, haz una pausa y cuídate a ti mismo: duerme lo suficiente, haz ejercicio y come bien. Y no te aísles. Wilkens dice que “Los problemas de alcoholismo y drogadicción causan mucha vergüenza. La gente piensa: ‘Nadie puede enterarse de lo que está pasando en mi hogar’. Acepta el apoyo emocional de los demás”.
Si te sientes estresado o deprimido, busca ayuda de un amigo de confianza, un terapeuta o alguien del clero. También puedes participar en un programa de apoyo diseñado para los amigos y los familiares cuyas vidas han sido impactadas por el consumo de alcohol de otra persona, como Al-Anon.
“Protegí tanto a mi familia que no le conté a nadie sobre el problema de consumo de alcohol de mi esposa”, dice James. Pero agrega que cuando por fin lo hizo, fue un alivio:
“Desprenderme de esa carga, todo lo que mantuve guardado por dentro —las preocupaciones, el miedo, la vergüenza—, fue como si me hubiera quitado un peso enorme de los hombros. Lo que les diría a quienes están en la misma situación es: ‘No intentes aguantar todo tú mismo. Recurre a tus seres queridos o a un profesional y habla del tema. Están listos para ayudarte’”.