Vida Sana
Un punto de partida
Puedes encontrar mucha información sobre la demencia en internet. También hallarás muchos recursos útiles para los pacientes y sus familias, a menudo en tu propia comunidad.
Pero a pesar de esto, puede ser difícil saber cómo empezar. Por eso, AARP elaboró esta guía sencilla para que les sirva de orientación a ti y a tu familia en el trayecto del cuidado de un ser querido con demencia.
Esperamos que esta guía te ayude a:
- Encontrar el tipo de asistencia que necesitas. Este directorio incluye muchos recursos gubernamentales y de organizaciones sin fines de lucro a los que puedes acceder tanto en persona como en línea.
- Conectarte con otras personas. Te darás cuenta de que formas parte de una comunidad de personas y familias que afrontan muchos de los mismos problemas. No estás solo.
- Fomentar tu autonomía y darte esperanzas. Es posible vivir bien con demencia. La detección y el diagnóstico tempranos pueden marcar una diferencia positiva en la planificación, las opciones de tratamiento, las relaciones familiares y la calidad de vida.
La Guía de recursos para individuos y familias sobre la demencia de AARP explica cómo conectarse con programas y servicios que tu y tu familia pueden encontrar útiles, por ejemplo, para hacer que su casa sea más segura para las personas que viven con demencia y para conectarse con personas que enfrentan los mismos desafíos.
3 formas de obtener la guía gratuita
- Descarga una versión para imprimir aquí (en inglés)
- Solicita una copia impresa llamando a AARP al 877-333-5885 y seleccione la opción 1
- Continúa hacia abajo para leer la guía digital.
No todos los recursos mencionados en esta guía son ofrecidos por AARP. Recuerda que cualquier información que suministres a la organización anfitriona se regirá por su política de privacidad.
¿Qué es la demencia?
Demencia es un término genérico que describe la pérdida de la función cognitiva y conductual en un adulto, y que es lo suficientemente grave como para interferir en la vida y las actividades diarias de la persona.
La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común: representa entre el 60 y el 80% de los casos diagnosticados. El síntoma principal del Alzheimer es la pérdida de la memoria.1
Otros tipos de demencia incluyen la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia frontotemporal, la enfermedad de Huntington, la demencia por la enfermedad de Parkinson, la encefalopatía traumática crónica (ETC) y la demencia mixta.
Dos terceras partes de los adultos de 18 años o más conocen personalmente a alguien con la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia.2
¿Lo sabías?
- La demencia no es una parte normal del envejecimiento. Es consecuencia de enfermedades o daños cerebrales.
- La demencia no se refiere únicamente a la pérdida de memoria. Los síntomas específicos, tanto físicos como mentales, que puede presentar una persona con demencia dependen de las áreas del cerebro que están dañadas y de la enfermedad que está ocasionando la demencia.
- Las personas con demencia son hospitalizadas dos veces más por año que otros adultos mayores. Las caídas son la causa principal de la hospitalización de las personas con demencia.
- La gran mayoría de los adultos mayores no tienen demencia, y la mayoría nunca sufrirá de la enfermedad. Sin embargo, la probabilidad de sufrir de demencia aumenta con la edad.
- Sin importar nuestra edad, podemos tomar medidas que nos ayuden a mitigar el deterioro cognitivo relacionado con la edad y a favorecer la salud cognitiva.
Consulta la sección de notas finales en la última parte de esta guía para encontrar fuentes de lectura adicional sobre cada uno de los puntos de esta página.
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Dónde encontrar servicios y apoyo
Las siguientes son algunas sugerencias que puedes tener en mente a medida que comienzas a buscar recursos y apoyo.
Pide ayuda
A menudo, tus amigos y familiares te preguntarán si pueden hacer algo para ayudar. Usa tu grupo de conocidos y pídeles a otros que te ayuden a buscar recursos e información en tu zona.
Si puedes, usa el internet
El internet es una manera fácil y rápida de obtener información. La información puede variar, por lo que es importante no basarse en un solo sitio web. Y asegúrate de que la información provenga de una fuente seria y confiable.
Habla con una persona
Muchos números telefónicos te llevarán a un buzón de voz. Es importante dejar un mensaje, pero no esperes hasta que alguien te devuelva la llamada. Ten presente que algunos servicios tienen una gran acumulación de llamadas pendientes por devolver. Sigue llamando hasta que te conectes con alguien que te pueda ayudar.
Escribe tus preguntas con anticipación
Antes de llamar, anota preguntas específicas y trata de ser lo más concreto y detallado posible.
Lleva un registro de tus conversaciones
Mantén una lista de las personas con quienes hablaste. Para cada llamada, escribe el nombre, el número de teléfono y tus notas. Nunca sabes cuándo volverás a necesitar la información.
Ninguna persona ni organización tiene todas las respuestas
La persona con quien hablas por teléfono o el sitio web que visitas podría tener conocimientos especializados sobre ciertos temas, pero no otros. Siempre es buena idea estar preparado con otros recursos y organizaciones que ofrezcan ayuda.
Usa tu creatividad
Crea tu propia red de recursos personales. Esto podría incluir comunicarte con agencias comunitarias para averiguar los tipos de servicios de apoyo que están disponibles en tu zona. Quizás puedas preguntarles a amigos o a otros cuidadores qué recursos les parecieron útiles.
Muchos servicios son locales
Los servicios pueden variar mucho según el estado o la comunidad. Asegúrate de buscar recursos que presten servicios en la zona donde vives.
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