El largo camino hacia la recuperación de Randy Travis
Nuevo documental detalla la vida del cantante de música ‘country’ antes y después de su derrame cerebral en el 2013.
En el 2011, Randy Travis filmó un íntimo concierto acústico para marcar el 25.º aniversario de Storms of Life, el álbum de 1986 que vendió 4 millones de copias e impulsó el movimiento neotradicional en la música country moderna. Nadie se habría imaginado que el metraje se convertiría en “la última grabación que hicimos en vivo”, dice Kyle Lehning, productor de Travis por mucho tiempo.
Pero en el 2013, mientras se preparaba la grabación para su lanzamiento —que al final no se realizó en ese entonces— Travis fue internado en un hospital del área de Dallas con complicaciones de miocardiopatía viral. Sufrió un derrame cerebral masivo que requirió una operación del cerebro y le robó la capacidad de tocar la guitarra y hacer presentaciones. También limitó su facultad de hablar. Los médicos le dijeron a su esposa, Mary, que solo tenía el 1 o el 2% de probabilidades de sobrevivir.
Y sin embargo aquí estamos 11 años después, y un nuevo documental creado con base en esa grabación celebra la vida del querido cantante, ahora de 63 años. Randy Travis: More Life (enlace en inglés) combina ese concierto con el resto de la historia: las múltiples emergencias médicas impredecibles de Travis, su larga rehabilitación (con técnicas como la neuroacupuntura, tratamiento de cámara hiperbárica e inyecciones de células madre) y su jubilación en su rancho en Tioga, Texas. (Puedes alquilar el documental en las plataformas de transmisión o verlo gratis en el canal de YouTube de Travis (enlace en inglés) en episodios que se estrenan cada dos semanas hasta el 7 de julio).
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Aunque el siete veces ganador del Grammy comprende todo lo que ocurre a su alrededor, Travis ya no habla en oraciones completas, así que Mary habla por él. (La pareja se casó en el 2015, después de que Randy se divorciara en el 2010 de Elizabeth “Lib” Hatcher, quien negoció su contrato discográfico y dirigió su carrera durante su matrimonio de 19 años).
En nuestra entrevista, Randy asiente con la cabeza, sonríe y puntualiza la conversación con una o dos palabras que ocasionalmente dice. Se le ilumina el rostro especialmente cuando Mary relata las numerosas manifestaciones de apoyo de los fans desde que sucedió el incidente. Los fans de la música country son tal vez los más leales en la industria, y los artistas élite de Nashville siempre han estado accesibles para sus seguidores, lo que crea un vínculo familiar entre los artistas y los fans.
“Cuando todavía estábamos en el hospital, mi cuñada decía: ‘Necesito traerte el correo’”, recuerda Mary. “Llegaba grandes cajas de almacenamiento azules, y estaban llenas. Luego, dos o tres días más tarde, ella traía otra y estaba llena. Yo le leí todas y cada una de esas cartas a Randy cuando estábamos en el hospital, aun cuando muchas veces él estaba en coma. Nos daban fortaleza y ánimo”.
A la pareja también la contactaron Garth Brooks, Jamey Johnson y el ya fallecido Charlie Daniels, quienes llamaron para preguntar sobre Randy y ofrecer apoyo. Varios de los Oak Ridge Boys fueron al hospital. Y Josh Turner, quien había crecido imitando la voz de Travis en Storms of Life y quien canta “T.I.M.E.” con él en el documental, dio un concierto improvisado para Randy en su habitación del hospital mientras la esposa de Turner, Jennifer, se llevó a Mary para que saliera y se tomara un bien merecido descanso.
“No voy a mentir; fue difícil”, recuerda Turner. “Le habían quitado parte del cráneo porque su cerebro se había inflamado y los médicos estaban tratando de mitigar eso. Su cabeza estaba vendada y él estaba en un estado muy crítico. Le canté seis canciones, y él asentía con la cabeza y sonreía, y me di cuenta de que eso lo distrajo de su situación”.
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Turner visitó a Travis otra vez en la unidad de cuidado intensivo después de un revés crítico. “Él era básicamente solo piel y huesos. Podías sentir la pesadez en esa habitación porque todos estaban muertos de miedo de que lo iban a perder. Lloré por todo el pasillo porque pensé que esa sería la última vez que los vería. Solo sabía que no se iba a recuperar”.
Sin embargo, unos meses después, Turner estaba dando un concierto en Texas, y Randy y Mary llegaron a su autobús. “Le había vuelto a crecer el cabello, había subido de peso y se veía como el Randy de antes. Fue impresionante. Es un hombre muy fuerte. Creo que lo conozco mejor ahora que antes de que se enfermara”.
En el 2020, Turner invitó a Randy a que apareciera como invitado en su versión de “Forever and Ever, Amen” de Travis. En su primera grabación desde que sufrió el derrame cerebral, Travis le añadió un emotivo “amén” al final de la canción. Pero ahí es donde Travis trazó la línea. Cuando Turner le preguntó si quería cantar más que eso, “[lo] miró y lo único que dijo fue: ‘No’. Fue un ‘no’ muy rotundo. Lo único que quería decir era el ‘amén’”.
Aunque Travis quizás nunca cante otra vez, existen canciones inéditas que probablemente se desempolvarán, como sucedió con el lanzamiento en el 2020 de “Fool’s Love Affair”, un demo que el nativo de Carolina del Norte grabó en 1984 y que inmediatamente acumuló más de 1 millón de transmisiones de los fans ansiosos por más del barítono, cuya voz The Paris Review describió una vez como un “quejido nasal profundo, una mezcla de registro, grog y lamento”.
“Randy nació para cantar música country real y como Dios manda”, dice Lehning, su productor. “Tiene la voz de un alma vieja, y es una línea directa desde Hank Williams Sr. a Lefty Frizzell a Merle Haggard y a George Jones, los grandes cantantes masculinos de música country que se reconocen al instante. Nunca estuvo tan interesando en buscar la fama como en seguir la autenticidad”.
Con una venta de más de 25 millones de discos, el legado de Travis está intacto. Pero quizás ahora también incluye una lección en perseverancia que se ha ganado con tanto esfuerzo. “Él ha sido la imagen de la salud”, dice Mary. “No vamos al médico para otra cosa que no sean nuestros exámenes de rutina cada seis meses”.
Su único medicamento es para controlar las convulsiones que empezaron después del derrame cerebral. Un fisioterapeuta va a la casa, y la pareja se mantiene ocupada: visitan a amigos y salen a cenar y al cine. Su objetivo estos días es “mantenerse sano y mantener el rumbo”, añade Mary. “La mejor terapia es vivir la vida”.
Alanna Nash ha escrito sobre música y cultura para publicaciones como Vanity Fair, People, Rolling Stone, Entertainment Weekly y The New York Times, y se ha ganado un premio a los medios de comunicación de la Country Music Association.