5 estrategias para afrontar el regreso a la oficina
Consejos expertos para combatir la ansiedad y revitalizar tu rutina laboral.
In English | Con el avance de la administración de la vacuna contra el coronavirus y a medida que se van levantando las restricciones impuestas por la pandemia en todo el país, muchas oficinas y centros de trabajo que estuvieron cerrados durante más de un año están reabriendo, lo que significa que muchas empresas empiezan a llamar de vuelta a sus edificios a empleados que llevan meses trabajando a distancia.
Según los expertos, esta transición puede generar estrés y temor en las personas que han estado trabajando desde casa durante el último año, la mayoría de las cuales aseguran que estarían interesadas en seguir trabajando a distancia incluso después de la pandemia, según una encuesta reciente de YouGov.
Si la vuelta a la oficina te produce ansiedad, considera estas 5 estrategias para facilitar la transición al trabajo presencial.
Haz un ensayo general
Ensayar tu rutina diaria es un buen método para combatir los nervios del primer día, afirma Holly Schiff, psicóloga clínica de Connecticut.
Schiff recomienda a los clientes preocupados que preparen un "ensayo general" de su jornada laboral: elige un día y levántate, desayuna, vístete y desplázate como lo harías habitualmente. Si tienes acceso a tu lugar de trabajo, Schiff propone que consideres la posibilidad de entrar en el vestíbulo o pedir permiso para pasar un rato en tu escritorio. (Una opción para quien no pueda hacerlo es visualizar o poner por escrito los detalles del reencuentro con su espacio de trabajo).
Esta estrategia no solo te da la oportunidad de anticiparte a posibles contratiempos (por ejemplo, ¿ha cambiado el horario del autobús desde el año pasado?; ¿te has acordado de llevar la tarjeta de acceso a la oficina?), sino que también te prepara física y mentalmente para tu nueva rutina.
Y no te olvides de la ropa, dice la consejera personal Stefania Baita, especialista en las transiciones de vuelta al trabajo. Antes del primer día, repasa tu vestuario y pruébate varias prendas. No te amargues por el peso que hayas podido ganar durante la pandemia, dice. Al contrario, aprovecha la oportunidad para invertir en algunas prendas nuevas que te ayuden a superar la transición.
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Perfecciona las rutinas y cuida de ti mismo
Regresar a la oficina supone un cambio no solo en tu jornada laboral, sino también en rutinas domésticas como la organización del cuidado de los niños o tu horario de sueño, cosas que pueden haber cambiado durante la pandemia.
"Haz todo lo que puedas para simplificar las cosas en tu entorno doméstico", aconseja Annie McKee, profesora de la Facultad de Educación de University of Pennsylvania y autora de How to Be Happy at Work. "Si tus hijos hacían diez actividades antes de la pandemia, quizá ahora les baste con siete. Si tú eres el encargado de hacer las compras, sigue usando un servicio a domicilio".
Baita, consejera personal, recomienda programar un momento semanal para sentarte con los miembros de tu hogar y hablar abiertamente de la transición, en particular durante el primer mes, cuando las rutinas familiares pueden sufrir más cambios.
Y no descuides los aspectos básicos del cuidado personal, dice la psicóloga Schiff. Asegúrate de dormir lo suficiente (sobre todo si tienes que levantarte antes para ir al trabajo), hacer ejercicio y comer bien. También es importante dedicar tiempo a las actividades que te relajen, como escribir en un diario o meditar.
Mejorar tu jornada laboral
Volver a la oficina también supone una "oportunidad única para recalibrar" tus decisiones laborales, dice McKee, que recomienda aprovechar el periodo de adaptación y dar prioridad a aquellas tareas y actividades que eran difíciles o imposibles de realizar a distancia, como las reuniones en persona o ponerse al día con los compañeros durante la comida, interacciones que también te ayudarán a recuperar el ritmo social de la oficina.
Para los trabajadores que temen el trayecto de ida y regreso del trabajo, McKee recomienda encontrar formas de aprovechar el tiempo de forma productiva (por ejemplo, ¿puedes hacer llamadas telefónicas durante el trayecto sin que eso suponga ningún riesgo?) o de desconectarte, ya sea poniendo buena música, escuchando audiolibros o simplemente reflexionando sobre tu día.
¿Y una vez en casa en la noche? "Es importante saber cuándo cerrar la computadora", dice Schiff. La vuelta a la oficina ofrece una valiosa oportunidad para recuperar algunos de los límites entre la vida laboral y la vida personal que pueden haberse disipado durante el tiempo que has pasado trabajando a distancia, dice.
Busca (y brinda) apoyo según sea necesario
Si bien es normal que la vuelta al trabajo genere algunos sentimientos de ansiedad, Schiff señala que todo aquel que experimente un nivel de angustia que interfiera en su funcionamiento diario debe plantearse acudir a un profesional de salud mental para recibir ayuda.
Y que no se te olvide tu red personal, comenta Baita. Saber a qué amigos puedes acudir en busca de apoyo es una parte crucial de lo que ella llama "añadir personas a tu caja de herramientas".
McKee también señala que durante este tiempo la propia oficina puede ser una buena fuente de conexiones personales, y que se ha demostrado que los vínculos personales entre compañeros hacen que seamos más productivos y eficientes en el trabajo.
¿Conclusión? "Todos hemos cambiado por la pandemia", dice McKee. "Vuelve a familiarizarte con la gente y date permiso para... interesarte por los demás".
Tu actitud
En última instancia, los expertos subrayan que la transición de vuelta al trabajo es solo eso: un período de adaptación que es mejor abordar con una mentalidad abierta.
Para ello, Schiff recomienda a sus clientes que practiquen lo que se conoce como “aceptación radical”: tomar conciencia de que, aunque no puedes controlar si te llaman para que vuelvas a la oficina (o el comportamiento de los demás una vez estés allí), sí puedes hacerte cargo de tus sentimientos y tu comportamiento ante unas circunstancias cambiantes.
Del mismo modo, Baita señala que las expectativas demasiado rígidas o las ideas preconcebidas sobre la transición de dicha vuelta al trabajo pueden causar frustración y estrés innecesarios. En lugar de eso, recomienda cultivar una mentalidad abierta (en lugar de pensar que deberías anticiparlo todo a la perfección, piensa "no sé cómo será"). Luego, durante tus primeras semanas en la oficina, observa sin juzgar y ve tomando nota de cómo te sientes para así ajustar tu comportamiento en consecuencia, sugiere.
Otra forma útil de replantear esta transición es pensar en la vuelta al trabajo no en términos de regresión, sino de impulso hacia futuro. En sus propias palabras: "No estás retrocediendo; estás avanzando".
Sarah Elizabeth Adler se unió a aarp.org como escritora en el 2018. Sus artículos sobre ciencia, arte y cultura se han publicado en The Atlantic —revista en la cual fue miembro de la redacción—, en la revista California y en muchos otros medios.