Vida Sana

Un pincel ancho se mueve por una hoja de papel de dibujo, y lentamente comienza a emerger una imagen. A medida que se transforma la página, también lo hace la pintora; ahora parece mucho menos agitada. La artista en ciernes, que padece demencia, está participando en Memories in the Making, un programa nacional de arte de la Alzheimer's Association, patrocinado por capítulos de todo el país. El programa ayuda a las personas a expresar sus pensamientos y emociones y a compartir recuerdos a través de la pintura, el dibujo y otros proyectos creativos.

"Tal vez no parezca que quieran —o puedan— hablar, pero pueden pintar algo que te deja sin palabras", explica Ruth Drew, directora de servicios familiares y de información de la Alzheimer's Association. "En ambientes acogedores, tranquilos y de apoyo, a veces tienen momentos de claridad y expresan cosas que nos asombran a todos".

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Estos programas de arte estructurados ayudan a darles a las personas con demencia "buenos momentos, buenas horas y buenos días", agrega. "Cuando las personas se involucran y se sienten apoyadas, probablemente duerman mejor, estén menos ansiosas y menos deprimidas. La experiencia dura el resto del día". Y, según Drew, la meta es "seres humanos felices".

Susie Frey, una consultora de arte del área de Denver, encabeza uno de estos grupos. "Jarras y caras hoy", dice. Cada persona decide en qué inspirarse. Cuando terminan sus pinturas, Frey les pide detalles: "¿Cuál es el color preferido en tu obra?" "Cuéntame sobre el lugar donde se pueden pescar truchas arcoíris como esta". Respuesta: "Es un secreto".

Pérdida del lenguaje, ganancia en creatividad
La creación del arte involucra una parte diferente del cerebro que la que usamos para el lenguaje. Se cree que este centro de creatividad puede deteriorarse más lentamente que otras partes del cerebro afectadas por la demencia.
El Dr. Bruce L. Miller, profesor de neurología en University of California, San Francisco, ha concluido de su investigación que la creatividad es una función cerebral que se puede salvar en medio de la demencia.
Cuando la demencia se aísla al lado izquierdo del cerebro, explica Miller, los pacientes sufren una pérdida progresiva del lenguaje, "pero puede surgir una gran creatividad visual, a veces a través de la pintura o la escultura y, en ocasiones, se obsesionan por el jardín. Es hermoso y triste". Mientras el cerebro se sigue degenerando con el tiempo, agrega, la habilidad artística recién descubierta alcanza un pico y luego disminuye.
"Creemos que, en pacientes con pérdida del lenguaje, el lado visual del cerebro deja de estar inhibido por el lado verbal, lo que permite que se suelte la creatividad visual", concluye Miller. "Ahora contamos con muchas pruebas de imágenes funcionales de que está sucediendo".
Incluso aquellas personas que nunca habían demostrado ninguna habilidad artística en el pasado pueden encontrar una salida, con la ayuda de facilitadores capacitados. Y aquellas que sí eran artísticas pueden encontrar consuelo al regresar a una habilidad conocida. Cualquiera que sea el origen de la persona creativa, es probable que el arte represente recuerdos de la vida antes de la demencia.
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