Vida Sana
Nota de redacción: este artículo, que originalmente fue publicado el 17 de junio del 2021, ha sido actualizado.
La temporada turística de verano ya está en pleno apogeo, y no faltarán los viajeros que quieran usar el jacuzzi del hotel, del centro turístico o de la casa de alquiler vacacional. Pero antes de sumergir tus pies, especialmente si eres un adulto mayor, considera los riesgos para la salud de bañarse en una bañera de hidromasaje pública.
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Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se confirmaron 208 brotes de enfermedades asociadas con "aguas recreativas tratadas" —principalmente de piscinas, jacuzzis y parques acuáticos públicos— entre el 2015 y el 2019. Estos brotes tuvieron como resultado 3,646 casos de enfermedad, 286 hospitalizaciones y 13 muertes. La mayoría de los brotes se produjeron en los meses de junio, julio o agosto. Los expertos en salud sospechan que las cifras reales son aún más altas, ya que muchas enfermedades nunca se reportan.
Los jacuzzis pueden ser motivo especial de preocupación para los turistas. Durante el período de cinco años mencionado, uno de cada tres brotes relacionados con el agua estuvo vinculado a un hotel o un centro turístico, según los CDC. De estos brotes ocurridos en hoteles y centros turísticos, la mayoría —el 70%— estuvieron asociados con el uso de jacuzzis.
A continuación se indican cuatro razones por las que los adultos mayores tal vez deberían evitar los jacuzzis con el fin de proteger su salud.
1. El agua te puede enfermar
Los CDC advierten que no se debe tragar el agua del jacuzzi ni permitir siquiera que entre a la boca. ¿Por qué? Porque los gérmenes presentes en el agua pueden causar enfermedades desagradables e incluso mortales.
Empecemos por el Cryptosporidium (o "cripto", en su forma abreviada): este parásito, que vive en las heces, puede provocar enfermedades gastrointestinales, entre ellas la diarrea. El cripto puede propagarse cuando una persona infectada usa un jacuzzi. Los adultos mayores, los niños pequeños, las mujeres embarazadas y las personas con el sistema inmunitario comprometido son particularmente susceptibles. Toda persona que tenga diarrea debe abstenerse de usar el jacuzzi para evitar la propagación del cripto.
En los jacuzzis es aún más común la presencia de una bacteria llamada Legionella pneumophila, la cual puede causar la enfermedad del legionario, una infección pulmonar parecida a la neumonía que puede ser grave, sobre todo para las personas mayores de 50 años. Los síntomas de esta enfermedad incluyen:
- tos
- dificultad para respirar
- fiebre
- dolores musculares
- dolores de cabeza
Tan solo en el 2018, las dependencias sanitarias informaron de casi 10,000 casos de enfermedad del legionario. Sin embargo, debido a que muchos casos suelen quedar sin diagnóstico, se cree que la cifra real podría ser hasta 2.7 veces mayor a la registrada.
La misma bacteria (legionela) puede originar una infección más leve conocida como fiebre de Pontiac, que causa fiebre y dolores musculares.
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