Vida Sana
Mi madre no podía permitirse llevar a sus tres hijos a la peluquería, así que ella misma nos cortaba el cabello. No lo hacía nada bien. Finalmente, cuando tenía yo diez años, en una ocasión en que me sentó para cortarme el pelo, le agarré la muñeca y le pregunté: “¿Puedo cortarme yo el cabello?”.
Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso inmediato a productos exclusivos para socios y cientos de descuentos, una segunda membresía gratis y una suscripción a AARP The Magazine.
Únete a AARP
Me gustaría poder decir que me gradué de la escuela secundaria y fui directamente a la escuela de peluquería, pero tomé algunos desvíos, como la adicción a las drogas y el alcohol, y cuatro años de vida en la calle. Todavía vivía en la calle cuando escuché que podía obtener ayuda financiera para asistir a la escuela de peluquería, así que me inscribí. A partir de ahí, entré en un programa de tratamiento residencial para mis adicciones y comencé a pensar, profundamente, sobre cómo quería vivir mi vida. Me di cuenta de que quería ayudar a las personas no solo a lucir mejor, sino también a sentirse mejor por dentro.
En el 2008, cuando abrí una barbería en mi antiguo vecindario, empecé a escuchar sobre personas conocidas que habían fallecido de enfermedades prevenibles o tratables. Comencé a compartir mis propias dificultades de salud con mis clientes, por ejemplo, cómo perdí gradualmente 150 libras y eliminé mi necesidad de medicamentos para la presión arterial alta.
Comencé un club de caminatas. Y me comuniqué con hospitales locales sobre proporcionar exámenes de salud mensuales a toda persona que participara (no solo a mis clientes). Aunque hemos tenido que detener temporalmente los exámenes debido a las restricciones de la pandemia, pudimos ofrecer la vacuna contra la COVID a principios de este año, y continuamos hablando con los clientes sobre el ejercicio, la nutrición y el cuidado de sí mismos.
Sé de primera mano lo importantes que pueden ser los exámenes de detección. En el 2015, asistí a una feria de salud de la Cleveland Clinic, y un análisis de orina de rutina reveló rastros de sangre. Me sentía bien, pero consulté con mi médico y descubrí que tenía cáncer de riñón. La operación me salvó la vida.
No pertenezco a ninguna religión organizada, pero soy espiritual. Sé que es una bendición estar aquí, y quiero que mis clientes y mis vecinos se sientan igual de bendecidos.
— Según relatado a Jennifer E. Mabry
Waverly Willis, de 50 años, es propietario de las barberías Urban Kutz en Cleveland, instructor en la escuela de peluquería LaBarberia y fundador de la Urban Barber Association.
Membresía de AARP: $12 por tu primer año cuando te inscribes en la renovación automática.
Obtén acceso instantáneo a productos y a cientos de descuentos exclusivos para socios, una segunda membresía gratis y una suscripción a la revista AARP The Magazine.
También te puede interesar
6 pruebas de salud que debes probar de regreso a la normalidad
Dedica tiempo a evaluar el daño causado por la pandemia.
La COVID-19 resulta especialmente mortal para los afroamericanos mayores
Cuando se trata del coronavirus, ser mayor y negro en Estados Unidos es una combinación nefasta.
Riesgos de cáncer de piel
Las personas negras e hispanas con melanoma tienen índices más bajos de supervivencia.