Vida Sana
Ella esperaba esa llamada, pero de todas maneras, la recibió con un sobresalto. El centro de cuidado diurno al que acudía Stan, el esposo de Lisa, cuatro veces por semana para servicios de apoyo con su caso de demencia del lóbulo frontotemporal moderada cerraría por un mes debido a la propagación del coronavirus. Ahora, estaría continuamente en la casa, sentado en la sala frente al televisor a todo volumen y llamándola para que se sentara junto a él, o le trajera algo de tomar o un abrigo. Lisa ya no tendría descansos durante el día para hablar con amistades, o dar una caminata. Podría descansar solo si él lo hiciera, y sus siestas eran erráticas. Se había sentido asfixiada antes; sentía que le habían robado el estilo de vida relajado que había soñado tener durante su jubilación. Por lo menos, el centro de cuidado diurno le brindaba un poco de alivio. Ahora se sentía completamente atrapada.
¿No podría Lisa contratar a un asistente de salud en el hogar que se sentara con Stan para ella poder tener un poco de tiempo para sí misma? Si Stan se enfermaba por los gérmenes que estos cuidadores trajeran, ella jamás se perdonaría. Quizás podría pedirle ayuda de relevo a sus hijos adultos. Pero la idea de interferir con sus vidas, de por sí tensas, hasta que reabriera el centro de cuidados diurnos también la hizo sentir mal. Además, Stan solo la quería a ella; constantemente.
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A medida que los funcionarios nacionales, estatales y locales urgen cada vez más a las personas en el país a refugiarse en sus hogares, más cuidadores familiares como Lisa han perdido los servicios esenciales de apoyo para el cuidado. Como resultado, las responsabilidades del cuidado que eran difíciles pero manejables se tornaron absorbentes. Desafortunadamente, no hay solución inmediata, solo la ardiente esperanza de que la propagación del virus se contenga, o que se desarrolle una vacuna o descubrimiento científico para que la vida pueda volver a la normalidad. Hasta entonces, estos cuidadores se sentirán más confinados y estresados que nunca.
¿Qué medidas pueden tomar los cuidadores familiares para lidiar mejor con los momentos de estrés y aislamiento? A continuación, presentamos algunas ideas.
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