Chiles poblanos rellenos
El delicioso e inconfundible platillo mexicano.
Rinde 6 chiles rellenos
(Para la elaboración de esta receta se requiere una estufa de gas con llama o antorcha.)
INGREDIENTES
- 6 chiles poblanos grandes
- 12 onzas de queso fresco o queso Monterey Jack, cortado en trozos de 1 onza
- ¼ taza más 1 cucharada de harina para todo uso, dividida
- Aceite de canola para freír
- 5 huevos grandes, separados
- ½ cebolla amarilla mediana, en rodajas finas
- 4 dientes de ajo, picados
- 5 tomates Roma medianos, 2 picados y 3 licuados en puré
- 3 tazas de caldo de vegetales, caldo de pollo o agua, y más si es necesario
- Sal y pimienta negra recién molida
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PREPARACIÓN
1. Enciende el quemador al nivel más alto y coloca un chile a la vez directamente sobre la llama. Voltéalos a menudo con pinzas hasta que la piel se ennegrezca por completo. Los chiles crepitarán a medida que la piel se ampolla; continúa volteándolos hasta que la piel se ennegrezca y se separe de la pulpa. Colócalos en una bolsa hermética y cúbrela con una toalla de cocina para ayudar a los chiles a sudar durante 5 a 10 minutos (esto atrapará el vapor y permitirá que la piel se separe de la pulpa). Sácalos de la bolsa con cuidado.
2. Con una toalla de papel grande, quita la piel asada, dejando la pulpa verde expuesta; haz esto con cuidado para no romper los chiles. Haz una pequeña hendidura en el lado de cada chile y rellena cada uno con 2 onzas de queso. Colócalos en un plato y déjalos a un lado para que se sequen al aire durante unos minutos (esto asegura que la harina se pegue a los chiles).
3. Con un colador pequeño, espolvorea los chiles ligeramente con ¼ de taza de la harina, hasta que estén completamente cubiertos, volteándolos de un lado a otro (no enrollarlos sobre mucha harina, ya que hará que la mezcla de huevos se desprenda).
4. Vierte aproximadamente 1½ pulgadas de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto y caliéntalo hasta que llegue a 350°F.
5. En un tazón grande, bate las claras de huevo a alta velocidad hasta que se formen picos semifirmes. Agrega las yemas de huevo y bate hasta que se hayan incorporado. Espolvorea la cucharada de harina restante y bate hasta que se incorpore. No bates en exceso.
6. Prepara un chile a la vez; sostén el chile por el tallo, sumérgelo en la mezcla de huevo, cubriendo todo el chile excepto el tallo y colócalo en el aceite caliente.
7. Con una cuchara de metal, vierte suavemente el aceite sobre el chile mientras se cocina. Cocina durante aproximadamente 3 minutos, hasta que el huevo tenga un tono dorado claro en la parte superior. Retira el chile del aceite con una espumadera y colócalo en un plato forrado en papel toalla. Continúa hasta freír todos los chiles.
8. Calienta 1 cucharada del aceite de freír en una sartén grande o en una olla poco profunda, a fuego medio. Agrega la cebolla y saltea durante 1 minuto, o hasta que empiece a ablandarse. Luego, agrega el ajo y cocina hasta que esté aromático y ligeramente dorado, 1 o 2 minutos más. Agrega los tomates picados y cocina por otros 2 minutos, hasta que comiencen a ablandarse. Agrega los tomates en puré, deja hervir durante 2 minutos, luego agrega el caldo y sazona con sal y pimienta.
9. Deja hervir, luego baja el fuego y continúa cocinando durante 10 minutos. Se desea obtener un caldo claro en vez de una consistencia de salsa de tomate. Agrega más caldo o agua al final de los 10 minutos si es necesario.
10. Coloca con cuidado los chiles en el caldo (deben estar tres cuartas partes cubiertos por el caldo), vuelve a hervir a fuego lento; tapa y cocina a fuego lento durante 7 minutos. Apaga el fuego.
11. Deja reposar los chiles durante 5 minutos, y sirve.
Para mantener este plato vegetariano, usa caldo de vegetales en lugar de caldo de pollo.