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Finalizada en el 2015, la ruta actual se divide entre tramos fuera de carretera y en carretera, y pasa por seis estados. Se superpone a muchos senderos existentes, como el Great Allegheny Passage, un sendero recreativo entre Pittsburgh y Cumberland, Maryland, y el C&O Canal Towpath, que va desde Cumberland hasta Washington D.C. Sus promotores pretenden añadir más vías verdes a medida que vaya evolucionando. "Es como el sendero de los Apalaches, que comenzó en la década de 1930, pero sigue cambiando y creciendo. Nuestra ruta se irá mejorando con el paso de los años", dice Brickley.

Para ayudar a garantizar esas mejoras, la alianza está presionando para que el sendero reciba designación federal, lo que aumentaría su perfil y, potencialmente, su apoyo. La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó por unanimidad un proyecto de ley a favor de ello en julio, y en la actualidad los partidarios del sendero esperan una aprobación rápida por parte del Senado y la firma del presidente Biden antes del aniversario.

"Decir que un sendero formará parte de algo más grande le da contexto y conectividad, y ayuda a que se construyan más senderos", dice Mike Dannemiller, ingeniero civil de Nueva Jersey y miembro de la junta de la alianza que ha ayudado a diseñar tramos del sendero.

Una lección de historia

Aunque el sendero rinde homenaje a las víctimas inocentes y a los primeros socorristas del 11 de Septiembre, su recorrido —que pasa por Valley Forge National Historical Park, Independence Hall, el Lincoln Memorial, el Cementerio Nacional de Arlington y Liberty State Park— representa una sólida lección de historia de Estados Unidos. "Cuenta la historia de nuestro país desde su fundación y las pruebas que hemos tenido que pasar, con el reconocimiento de lo que ha hecho grande a nuestra nación", dice Brickley.

Brown, el antiguo bombero, espera que algún día la señalización del sendero incluya códigos QR que lleven a los usuarios a enlaces web que "cuenten las historias de diferentes personas que fueron asesinadas el 11 de Septiembre, y sus historias de heroísmo y valor".

La hija de Debby Borza, Deora Bodley, que entonces tenía 20 años, iba en el vuelo 93.

CORTESÍA DE DEBBY BORZA

Como modelo, los promotores del sendero señalan el Camino de Santiago en el norte de España, una ruta de peregrinación medieval que sigue siendo una meta para los viajeros modernos que pueden o no embarcarse en la caminata de semanas con la religión en mente. "Ahora es una de las principales atracciones turísticas de España, y aporta desarrollo económico e ingresos a todas las ciudades y pueblos de la ruta", dice Brickley. "Creemos que el Sendero Conmemorativo Nacional del 11 de Septiembre tendrá ese mismo concepto de peregrinación para Estados Unidos, para no olvidar. No queremos que ese momento histórico y los héroes del 11 de Septiembre caigan en el olvido".

Debby Borza, de Long Beach, California, integrante de la junta del sendero, perdió a su hija Deora Bodley, que entonces tenía 20 años, en el vuelo 93. Para ella, el recorrido del sendero les da a todos la oportunidad de acceder a la historia, desde los ciclistas de larga distancia (un grupo recorrió la ruta completa en 23 días) hasta los escolares durante sus excursiones.

"Aprendes sobre el 11 de Septiembre y te preguntas quiénes eran aquellas personas que estaban en los aviones y dentro de esos edificios", dice, señalando la oportunidad transformadora de pasar del estricto duelo al compromiso activo.