¿Una vacuna contra la enfermedad de Lyme? Pronto podría haber una

“Sin duda alguna en los últimos 20 años el nivel de conocimientos y el reconocimiento [de la enfermedad de Lyme] se han intensificado. Y creo que la población reconoce que es una enfermedad capaz de dejar secuelas significativas a largo plazo”, señala el Dr. Christopher Bazzoli, médico especializado en emergencias de Cleveland Clinic y experto en medicina en zonas silvestres.

La vacuna de Pfizer y Valneva ataca una proteína presente en la superficie de la bacteria transmitida por la garrapata. Bazzoli explica que actúa ayudando a matar la bacteria incluso antes de que entre en el cuerpo. (Según los CDC, la garrapata típicamente debe estar adherida al cuerpo durante al menos 36 a 48 horas para que pueda transmitirse la bacteria de la enfermedad de Lyme).

“Al igual que muchas vacunas contra otras enfermedades, esta básicamente induce al sistema inmunitario a producir anticuerpos, que luego la garrapata traga cuando se alimenta. Y esos anticuerpos se aferran a la superficie de la bacteria y así la exterminan”, explica Bazzoli.

Si el estudio clínico tiene éxito, la vacuna podría recibir aprobación federal para administrarse a adultos y niños en el 2025, declaró Pfizer en un anuncio de prensa. Al mismo tiempo, los investigadores de la Facultad de Medicina de University of Massachusetts están estudiando otra opción para prevenir la enfermedad de Lyme: un anticuerpo monoclonal que se inyecta antes de la posible exposición. Los CDC explican que este método podría brindar protección estacional contra la enfermedad de Lyme, lo cual significa que probablemente se administre como inyección anual al comienzo de la temporada de garrapatas. Se prevé que los estudios clínicos con sujetos humanos comenzarán pronto.

Cassandra Guarino, asociada sénior de programas educativos sobre Serología e Inmunología del Animal Health Diagnostic Center de la Facultad de Veterinaria de Cornell University, predice que los “aficionados a las actividades al aire libre” serán los más interesados en estos tipos de medidas preventivas. Sin embargo, es posible que despierte un interés más generalizado.

“Sé que muchas personas no se sienten cómodas en la naturaleza por temor a la enfermedad de Lyme, pero pasar tiempo al aire libre es muy importante para la salud y el bienestar físico y mental. Sería muy beneficioso si tuviéramos una vacuna que ayudara a la población a sentirse más segura en la naturaleza”, señala ella.

Hasta entonces, Bazzoli dice que los que viven en zonas donde las garrapatas son endémicas —en toda la costa este, la zona sur, gran parte de la región central y algunas áreas de la costa oeste— deben estar atentos cuando se encuentren al aire libre, en particular en áreas de pastizales altos o de bosques y en especial con el cambio climático. (La Agencia de Protección Ambiental advierte que el cambio climático ha propiciado la propagación de las garrapatas, lo que agudiza el riesgo de la enfermedad de Lyme).

Usa camisas de manga larga y pantalones largos y mete las piernas del pantalón dentro de los calcetines, de ser posible. Bazzoli dice que también puedes tratar la ropa con un insecticida llamado permetrina (hay instrucciones en el sitio de los CDC) o comprar ropa ya tratada con permetrina.

Y no olvides revisarte el cuerpo para detectar garrapatas después de volver al interior. “Si se descubre una garrapata en menos de 24 horas, está dentro del margen de seguridad”, explica Bazzoli, quien señala que en la mayoría de los casos toma más de un día para que la bacteria que causa la enfermedad de Lyme pase de la garrapata al ser humano.

Por último, si tienes una erupción cutánea preocupante (una en forma de ojo de buey es el signo inconfundible) o crees que podrías tener síntomas de la enfermedad de Lyme (fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga, y dolores musculares y en las articulaciones), Bazzoli aconseja hablar con tu médico. 

Rachel Nania escribe sobre atención médica y políticas de salud para AARP. Anteriormente fue reportera y editora de WTOP Radio en Washington, D.C. Recibió un Premio Gracie y un Premio Regional Edward R. Murrow, y también participó en un programa sobre demencia con la National Press Foundation.