Amplio uso indebido de lejía y desinfectantes durante la pandemia
Las prácticas riesgosas incluyen beber, inhalar o lavarse con productos domésticos de limpieza, advierten los CDC.
In English | Según un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de un tercio de las personas del país han usado en forma indebida y peligrosa productos domésticos de limpieza —incluso han hecho gárgaras con lejía diluida— para prevenir la transmisión del coronavirus.
Basándose en una encuesta en línea de 502 personas (en inglés), el informe mostró que muchos adultos desconocen la “preparación segura de soluciones desinfectantes y de limpieza, el uso de equipo personal de protección al utilizar limpiadores y desinfectantes y cómo almacenar en forma segura productos de limpieza, desinfectantes y desinfectantes para manos".
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En particular, la encuesta reveló que el 39% de los participantes dijeron haber realizado al menos una "práctica de alto riesgo" en el mes anterior para prevenir la transmisión de la COVID-19, entre ellas:
- enjuagar frutas y verduras con lejía (19%)
- lavarse las manos o el cuerpo con productos de limpieza o desinfectantes domésticos (18%)
- rociarse el cuerpo con un vaporizador de un producto desinfectante o de limpieza (10%)
- inhalar el vapor de desinfectantes o productos de limpieza domésticos (6%)
- beber o hacer gárgaras con una solución de lejía diluida, agua con jabón u otras soluciones desinfectantes o de limpieza (4% cada una)
Los CDC encargaron la encuesta luego de que un informe de abril hallara que el envenenamiento accidental con desinfectantes y productos limpiadores domésticos había aumentado en momentos en que las personas pasan más tiempo en casa para frenar la pandemia del coronavirus.
Durante los primeros tres meses del año, 55 centros de envenenamiento en todo el país recibieron 45,550 llamadas relacionadas con la exposición a productos de limpieza y desinfectantes, lo cual representa aproximadamente un aumento del 20% con relación a las 37,822 llamadas que se reportaron durante el mismo período hace un año, según el informe de los CDC.
En su momento, el informe advirtió que los datos no proveían un “vínculo concluyente” entre la exposición a las sustancias tóxicas y las tareas de limpieza a causa de la COVID-19.
En la encuesta de mayo, el 25% de los participantes dijeron que en el mes anterior habían tenido al menos un efecto negativo de salud después de utilizar limpiadores o desinfectantes, entre ellos irritación nasal o sinusal (11%), irritación de la piel (8%), irritación de los ojos (8%), mareo, aturdimiento o dolor de cabeza (8%), malestar estomacal o náuseas (6%) y problemas respiratorios (6%).